El año pasado Disney retomó, tras la adquisición de Lucasfilms, la creación de nuevas películas de Star Wars y una re-edición de su universo con la creación de nuevas series, novelas y cómics. Y una de las cosas que se agregaron al universo Star Wars fueron spin-offs -esto es, películas que son parte de la cronología principal de la trama, sino historias que complementan los episodios-.

La primera cinta que tiene este tratamiento es Rogue One: Una Historia de Star Wars, que cuenta con la dirección de Gareth Edwards (Godzilla) y que tiene un elenco multiestelar que incluye a Felicity Jones (La Teoría del Todo), Diego Luna (Y tu Mamá También), Mads Mikkelsen (Hannibal), Forrest Whitaker (El Último Rey de Escocia), Alan Tudyk (Firefly), Riz Ahmed (Primicia Mortal), Ben Mendelsohn (The Dark Knight Rises) y Donnie Yen (Ip Man) entre otros actores.

Tan circular… tan terrorífica… tan estelar…

La trama se coloca entre los Episodios III y IV de Star Wars, poco antes de que se desaten los eventos de Una Nueva Esperanza. Es inevitable que veamos algunos detalles que hagan guiños a las series animadas The Clone Wars y Rebels y sobre todo mucho pero mucho fan service de Episodio IV.

Jyn Erso es atrapada por la Alianza Galáctica, pues parece ser quien podría llevar a los Rebeldes a saber qué es lo que esta construyendo el Imperio Galáctico, pues esa nueva arma, la Estrella de la Muerte, es construida por su padre Galen. Es entonces que Erso se embarcará en su búsqueda para intentar salvarlo y descubrir cómo destruir esa poderosa arma acompañada de un grupo de rebeldes y guerreros que se unirán en el camino.

Es difícil ser imparcial cuando tienes tanto tiempo gozando de la saga de Star Wars, desde las cintas que surgieron entre 1977 y 1983 hasta las más recientes. Las he disfrutado todas, con sus aciertos y errores. Debemos considerar que Rogue One tiene una historia que era fácil de predecir, pues con tan sólo leer una referencia a Episodio IV sabes cómo va a terminar.

La ambientación de los diferentes lugares de la trama son formidables

Pero lo interesante es la ejecución de la película, menos colorida que la séptima entrega que causó tantas opiniones divididas, con mucha oscuridad, pero también con un fuerte sentido de la esperanza, la historia se puede partir fácilmente en tres partes con un prólogo bastante intenso, una primera parte que suena un tanto desordenada en lo que intentamos conocer a los personajes que están involucrados en esta aventura y una segunda parte completamente excitante, llena de batallas en diferentes planos y que se puede comparar sin temor alguno a la batalla de Endor de El Regreso del Jedi.

Sin dudam algunos momentos de debilidad en la cinta son precisamente en esa estructuración que busca Edwards de ver las capacidades de algunos personajes, como una bien ejecutada Jyn Erso que sabe lucir Felicity Jones, un frío y poco expresivo Cassian Andor, que Diego Luna sabe sostener, pero está claro que no es el perfil de los personajes que suele dominar, y un K2SO, su compañero robot quien da los momentos de humor robótico que recuerda a un C3PO con Síndrome de Asperger que queda bien ejecutada en la voz de Alan Tudyk.

Ahí tenemos un villano que luce firme al inicio con el Director Krennic, interpretado por Ben Mendelsohn, pero que, pese a sus mejores esfuerzos, queda tristemente opacado por la presencia de los altos mandos del Imperio, de hecho, ver de regreso a Darth Vader, con todo y la voz del legendario actor James Earl Jones es uno de los mejores momentos de la película, cuando realmente volvemos a ver al que muchos consideramos «el villano», y no se limita a una sola escena. Cuando tiene su oportunidad, lo poco que lo vemos se disfruta mucho más que prácticamente todo lo que hizo Kylo Ren en Episodio VII.

Técnicamente hablando son como los Siete Magníficos de una galaxia, muy muy lejana

Del resto de los personajes cada uno cumple bien con su papel en la trama, como la pareja de Donnie Yen y Jiang Wen que se complementan como ying y yang en sus participaciones o el personaje de Riz Ahmed quien pasa de ser un personaje con mucho trauma a ser algo como el cerebro del grupo. La estructura nos hace pensar en los Siete Magníficos (con menos gente eso sí) y llega a ser incluso mejor que la cinta de vaqueros que vimos este año y cuya versión original le inspiró tantas ideas a Lucas.

Y en términos de acción, Rogue One no desperdicia sus recursos. Parece que esta cinta da más de lo que cualquier fan de Star Wars podría pedir, con un Donnie Yen que no desperdicia cada movimiento que sabe de artes marciales para demostrarnos que se puede ser un gran guerrero sin dominar la Fuerza y con batallas en diferentes frentes, dentro y fuera de planetas, con todas las armas posibles y existentes en ese momento del Imperio, incluso la Estrella de la Muerte si es necesario. Estas batallas valen cada peso que hayamos pagado por ver esta cinta.

Y no podemos disfrutar una gran batalla de Star Wars sin que haya un gran trabajo de efectos visuales, que muestran su poderío en una combinación bastante formidable de efectos prácticos, como maquillaje (algunas criaturas extraterrestres que lucen geniales y un par de personajes intepretados por Warwick Davis) o incluso las viejas técnicas de filmación sobre maquetas, pero también no se siente desperdiciado el uso de efectos por computadora cuando las escenas lo necesitan.

No se puede evitar todo el fan service que arrastra la saga original

De la banda sonora, quizá se extraña un poco que John Williams no sea el compositor de la saga e incluso se nota cierta debilidad en el trabajo de Michael Giacchino quien decide retocar varios de los pasajes más conocidos de Williams para darnos esa insinuación de estar dentro del Universo Star Wars, pero sin estar en uno de sus episodios, como escuchar algo que suena como al intro de Star Wars pero con ese cambio que nos hace notar que es un tema completamente distinto.

No obstante la música de Williams es inevitable y la Marcha Imperial y el tema de salida de la saga se hacen presentes en los momentos oportunos, incluso ese tono lento y nostálgico del Tema de La Fuerza hacen acto de presencia.

Aunque tiene algunos detallitos y puede ser fácilmente esquivada por saber de antemano el resultado de esta historia, Rogue One: A Star Wars Story es una cinta que se sostiene por si misma y los fans de la saga, sobretodo de aquellos que han seguido a Star Wars todos estos años, no pueden evitar verla. Si eres nuevo en la saga, puede ser que no comprendas lo ocurrido, menos si solo viste Episodio VII, así que desempolva el Episodio IV antes de ver la cinta y que salgas sin entender nada.

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