¿Qué es lo mejor que le puede pasar a un actor que ha quedado encasillado en un estilo de actuación que al principio le generaba aplausos y reconocimiento pero, después, críticas y decepciones? Encontrar una cinta que le permita intentar otra faceta de actuación, una que no le haga salirse de su zona de confort pero que implique un reto para su intérprete al salir del molde de su personaje base.
No cabe duda que ese era el reto que tenía Johnny Depp al aceptar protagonizar la cinta Pacto Criminal (Black Mass), al interpretar a James «Whitey» Bulger, un mafioso que, en la opinión del director Scott Cooper y del propio Depp, tenía una personalidad carismática pero siniestra, una que te hacía sentir mucho miedo con tan solo hacer un gesto. En fin, Bulger era el mafioso brutal por excelencia.
El motivo de la cinta es explorar un periodo en la vida de Bulger, quien realiza una alianza con un agente del FBI y amigo de la infancia llamado John Connolly (Joel Edgerton), quien encuentra en Bulger la posibilidad de borrar del mapa a la mafia italiana que domina la ciudad sin ponerse a pensar en las terribles consecuencias que esto atraería, no solo a Connolly, sino a su organización, su familia e incluso al hermano de Whitey, un senador del estado de Massachusetts (Benedict Cumberbatch).
Si hay algo que la película nos va a vender, y no duda en hacerlo, es la actuación de Johnny Depp, que se olvida por completo de los clichés que había ido elaborando con sus actuaciones con Tim Burton o los clones de Jack Sparrow, para realmente meterse en el personaje de Bulger, de hacer lo posible por imprimir a un personaje del que no necesita que perdamos el tiempo investigando cómo fue que se volvió un mafioso tan cruel, pero nos permite ver su personalidad inicial y cómo va haciéndose mas frío, cruel y despiadado conforme pasan los eventos que oscurecen más a su personaje.
La criticada caracterización de Bulger, sí, esa enorme frente postiza, se olvida cuando Depp, con un tono de voz más oscuro, un carácter que muestra una bipolaridad muy efectiva en algunas escenas que nos dejan literalmente fríos al observar la forma de envolver a su presa y acabarla, como una serpiente que con su lengua y sus expresiones van logrando envolver al cinéfilo. Y aunque son algo predecibles sus escenas, Depp simplemente logra igualar o mejorar ese sentido de terror y carisma que debió imprimir Bulger en la vida real.
A eso debemos añadir el otro punto alto de la película: la fotografía. El manejo de las cámaras y de las luces ayudan aún mas a darle a Bulger esa imagen siniestra que necesita Depp para aumentar aún mas la credibilidad de su personaje. Mejor aún, logra también darle un tono perfecto a las expresiones de otros personajes conforme avanza la trama. Si no quieren creerlo, basta con ver la escena de la cena que se ve en el primer tráiler para tener una probadita de lo que acabamos de platicar.
De ahí en adelante, tenemos una cinta que sufre con algunos problemas en la dirección, que intenta llevarnos por dos horas de sucesos violentos, corrupción y situaciones que parecen caer en la repetición, que si bien logran ayudar a resaltar los dos factores que platicamos arriba, no ayudan a aprovechar un elenco que tiene a un desaprovechado Benedict Cumberbatch y de actuaciones casi imperceptiles de Kevin Bacon o Corey Stoll, mientras vemos a un Joel Edgerton que desaprovecha una gran oportunidad de lucir un personaje digno en John Connolly, que parece caer en demasiados clichés y es difícil que nos venda a un personaje que poco a poco cae en la oscuridad.
En cuanto al nivel de entretenimiento de la cinta puedo afirmar que, si hubieran removido dos o tres escenas que solo subrayaron el decorado que fueron algunos personajes y hubieran resaltado más en la personalidad de Bulger, el resultado hubiera sido una cinta de mafiosos que pudo haber llegado aún mas alto, pero que solo atrae por el excelente trabajo de Depp, quien podría estar peleando alguna nominación a premios importantes. Se ve un intento desesperado de similitud con otras cintas de mafiosos, pero pudo haber sido mejor por sus propios medios.
En fin, tenemos en Pacto Criminal una película que es entretenida pero no memorable, una buena razón para ir al cine si no tienen ganas de ver como cae un Capitolio con chicas de fuego, pero para esta cinta en particular se hablará solo de una persona a la hora de los premios.
Calificación: 7.5