“¿Real o no real?”
Me encontraba altamente escéptico sobre la conclusión de la afamada saga de Los Juegos del Hambre, leí los libros, no me llevó más de una semana terminarlos y, desde antes del inicio de la historia en el cine, ya sabía la conclusión, la cual era un tanto pretenciosa para una considerada como novela para adolescentes. Sin embargo, la primera cinta ofreció un argumento que fue bastante convincente y tomó como protagonista a la que sería la actriz más representativa de los últimos tres años. Lamentablemente, todo se vino abajo. La audiencia que se dio cita de forma casi religiosa para conocer la conclusión de la odisea del “Sinsajo”, quedó frustrada y poco convencida al saber que el último capítulo sería dividido en dos cintas. La tercera película fue el acabose, el derrumbe mediático de una historia que pudo haberse convertido en un referente cultural. El público se sintió robado, por no decir ultrajado al encontrar la película con más relleno en el 2013. Con tonos engreídos mostraba la “primera mitad” de la conclusión de la historia. Esto ya quedó atrás y es momento de averiguar si Sinsajo – Parte 2 podrá redimir la franquicia o simplemente quedará en el olvido.
La mayor parte del público no tenía ni la más mínima esperanza de que esto fuera a terminar bien. Los amantes de los libros se sentían traicionados -¿cuándo no?- y la crítica venia augurando un desastre, y no solo económico. Sin embargo, debo admitir que Los Juegos del Hambre Sinsajo – Parte 2 realmente se ve y se siente mucho mejor que la conclusión del libro. Con un despliegue de efectos especiales fabulosos, un muy buen trabajo de post-producción y una adaptación al guion cinematográfico hecho con mucho esfuerzo, esta cinta deja por el suelo a lo presentado en las últimas páginas del libro. Lo sé, la imaginación nunca será suplantada, pero realmente lo que me ofrecen en pantalla es para asombrarse. En esta segunda parte del final, no solo nos encontramos con la conclusión de la trama romántica común, sino también vemos la oscuridad del tema acerca de cómo se puede alimentar a héroes corruptos, así como villanos, todos se pueden corromper y al final solo nos queda la vida y la soledad. El director Francis Lawrence regresa con los guionistas Peter Craig y Danny Strong, que se comportan como todos unos caballeros medievales después de una derrota. Corrigieron errores y cumplieron al traernos un final digno de la saga.
Pero cuál fue la verdadera fórmula para que después del fracaso de Sinsajo – Parte 1, la cual cayó más de $70 millones por debajo de la increíble cifra de $408 millones de dólares que obtuvo la primera entrega. Probablemente sea que el estandarte principal sea la magnífica Jennifer Lawrence. Lawrence, después de haber ganado un Oscar (Silver Linings Playbook) y lograr el estrellato mundial desde que tomó por primera vez el papel de Katniss Everdeen en 2012, ha llevado la cara de esta historia y sin ella no estaríamos tomándole relevancia a esta cinta. La actriz de 25 años, llevó a Katniss de una adolescente tímida y esclavizada en la pobreza a convertirse en la despampanante «chica en llamas», una luchadora por la libertad rebelde, armada sólo con arco, flechas y un espíritu indomable para derrocar el régimen del Capitolio, dirigido por el déspota presidente Snow. Para fortuna del guion, Lawrence es el tipo de estrella que logra que le sigan en cualquier lugar, lo que la convierte en la perfecta Katniss. Incluso cuando la serie de Los Juegos del Hambre se alienó y se convirtió en un claro ejemplo de los viejos y sucios trucos del cine para sacar más dinero (Sinsajo – Parte 1), Lawrence es el oxígeno que trae la historia de vuelta a la vida.
Ya entrando directamente con lo que podemos apreciar en esta entrega final, vemos como Katniss por primera vez toma el control por completo de su papel como el Sinsajo, el símbolo de esperanza para el movimiento para acabar con el reinado de terror del presidente Snow. Esto realmente suena prometedor, sin embargo, hay muchos acontecimientos en medio que provocan que esta revelación del personaje no cobre la importancia que debería. Como mayor problema tenemos la eterna disyuntiva entre quién se quedará con el corazón de la señorita Everdeen, si será con el carismático y jovial -inserten letrero de sarcasmo aquí- Gale (Liam Hemsworth) o Peeta (Josh Hutcherson), que podría provocar diabetes de lo meloso que es. Una herramienta que solo sirve para atraer más gente al cine, pero que no ofrece una propuesta de valor real, lo que nos hace caer en secuencias donde Gale y Peeta se sientan a discutir sobre el amor de Katniss, aunque si les hubieran puesto una cerveza de por medio, se hubiera convertido en la escena más épica del cine romántico. Todo este juego de amor se siente infinitamente forzado, al grado que hasta los besos más “épicos” causan risa en lugar de suspiros.
El resto del reparto cumple muy bien con su parte de la historia. Donald Sutherland siempre fue una delicia como el despreciable e incorruptible Snow, y en esta entrega final, a pesar de salir poco, da el toque final para el giro inesperado. El trabajo de Julianne Moore como la presidenta Coin es destacable, mostrando que los buenos son así por alguna motivación personal, la que a pesar de los ideales con los que se presente, puede estar completamente retorcida. Elizabeth Banks siempre fue y será una maravilla como la superficial Effie Trinket, la modista excéntrica que nunca dejó de estar al lado de Katniss. Uno de los momentos que me generó mayor emoción, fue ver en pantalla a Philip Seymour Hoffman, quien no vivió para terminar su papel como el sublime director de medios, Plutarch. Sin embargo, no pasó desapercibido y, al final, podemos escuchar sus últimas palabras hacia Katniss de la voz de Haymitch (Woody Harrelson), que más que por el significado de esa carta, el corazón se me estrujó al recordar el desenlace de este gigantesco actor.
Al final, Los Juegos del Hambre Sinsajo – Parte 2 cierra de forma delicada y dulce, con un desarrollo un tanto apresurado e intentando mostrarnos toda la acción que debió de haber estado en las dos películas, para intentar resanar los errores y disgustos de la gente que generó la primera parte, pero trayéndonos grandes momentos y actuaciones. Probablemente no sea la cinta que marque una generación como se esperaba, pero logró mantenerse en la mente colectiva, trajo a grandes actores y mostró que, aunque sea en una mitad, una cinta podría ser mejor que lo descrito en el libro. De alguna manera, la saga con esta entrega final logra levantarse para concluir la carrera, una que no fue sencilla pero que terminó con elegancia.
Titulo original: THE HUNGER GAMES: MOCKINGJAY – PART 2 (2015)
Director: Francis Lawrence
Duración: 2 hr. 16 min.
Fecha de estreno: 19 de septiembre de 2015
