Tenemos que afirmar que una de las películas animadas más exitosas de la década fue La Gran Aventura LEGO, una irreverente historia donde veíamos como una minifigura LEGO llamada Emmeth descubre su destino como Maestro Constructor y debe intentar salvar a su universo de las garras del Señor Negocios.
Entre los personajes que Emmeth reclutó para esta aventura, nos encontramos con Batman, o por lo menos con una versión LEGO que lograba hacer no solo una versión divertida del detective de DC Comics sino que se robó, por momentos, el protagonismo de la cinta, bueno, finalmente es Batman, ¿no es así?
Así, tenemos LEGO Batman: La Película, un spin-off de La Gran Aventura LEGO que es dirigida por Chris McKay, quien colaboró en dicha cinta y en el especial de Chicken Robot: Star Wars Episode III y cuenta con las voces en inglés de Will Arnett, Michael Cera, Zach Galifianakis, Rosario Dawson, Ralph Fiennes, Humberto Elizondo y cameos de voz de gente como Channing Tatum, Jonah Hill, Zoe Kravitz o Kate Micucci (quien, extrañamente le dió voz a Clayface).
Claro, como es una cinta en español tenemos que mencionar que la cinta cuenta con el doblaje proporcionado por Irwin Dayaán, German Fabregat, Emilio Treviño, Mireya Mendoza y Jose Antonio Macías entre otros actores de doblaje, destacando que no hubo star talents en esta película.
La cinta nos cuenta cómo Batman, una auténtica parodia de su versión LEGO (que, de hecho la versión LEGO parodiza bastante a su contraparte original y que notarán que aparecen ambas versiones en LEGO Dimensions), es un poderoso pero narcisista justiciero que tiene protegida a Ciudad Gótica, pero pronto deberá enfrentar sus problemas de madurez cuando deba enfrentar a la nueva Comisionada, Barbara Gordon, quien intentará poner sus pies sobre la tierra, cuidar a un huérfano Dick Grayson y enfrentar un nuevo complot de El Guasón que pone en peligro a la ciudad.
Si hay algo que logra la cinta es que, desde el inicio de la película, ya nos estemos riendo, con un Batman que toma control de cada escena, incluso de los logos de los créditos con frases que harán sonreir de menos a chicos y grandes, con ese tono forzado que parodiza al Batman que vimos en las películas de Christopher Nolan y que no soltará jamás Dayaán, aunque eso seguro le costó una amigdalitis.
Y con ese tono de voz tenemos a un Batman que no para de autoparodizarse, de decirse a si mismo cosas exageradas dignas de Chuck Norris, de verlo soberbio, invencible y que incluso se aviente un número musical de Broadway mientras patea traseros de los villanos, donde se notó cómo se tiraron los guionistas un clavado para no solo traer a los villanos clásicos como El Acertijo, El Pingüino, Bane, Clayface o Catwoman, sino también traer a villanos tan absurdos como Polilla Asesina (villano recurrente en los juegos de LEGO), El Faraón, El Borrador o incluso uno que solo lanza ketchup y mostaza.
Claro, de ahí tenemos una historia donde estaremos riendo constantemente, de las exageraciones de Batman, de la ingenuidad de Dick Grayson, de las alocadas acciones de un Guasón sentimental, de la capacidad luchona que tiene Barbara Gordon o de la forma en que la cinta nos hace ver que, si bien, estamos en el Universo DC, no significa que tengamos que ver solo cosas del Universo DC (hasta una referencia a los SuperAmigos) , sino cualquier cosa que Warner Bros. pueda prestarle… en forma de fichitas.
Con buen ritmo, y pese a que, como buena comedia de acción, tendremos momentos predecibles, la historia de LEGO Batman se torna una divertida parodia que se llevará por calle cualquier detalle de la cultura popular que su antecesora no haya ridiculizado en la película anterior.
De ahí tenemos que resaltar cómo construyeron a este Batman, que, en el doblaje, corría el riesgo de perder muchos de los chistes que Will Arnett hizo en su versión en inglés, pero que logra ser rescatado con la adaptación que Jesus Vallejo hizo del guión para hacer un Batman bastante latinoamericano, que no duda en decir frases comunes de los mexicanos e incluso hacer una dramática pero sabrosa referencia a nuestra comida, y eso sin olvidarnos de que este Batman canta y rapea y que sus líricas no se rompen en la traducción, si, aunque no logramos escuchar otra vez a Sergio Gutiérrez Coto, lo que hace Dayaán es formidable línea tras línea.
Tenemos que subrayar que el doblaje que hacen los demás actores es bastante bueno con un Germán Fabregat que no tiene problemas en seguirle dando voz a Alfred Pennyworth, a un pequeño Emilio Treviño que logra convencernos con el ingenuo Dick Grayson y un Jose Antonio Macías que nos divierte con su Guasón. Los personajes logran la química adecuada con la voz de Dayaán y nos dejan convencidos de los chistes que cada uno coloca en su momento.
La animación es bastante similar a lo que vimos en La Gran Aventura LEGO, donde no podemos evitar ver con gracia que, pese a los momentos de epicidad que tiene la cinta, no dejan de ser juguetes (si no vieron la cinta anterior, no entenderán que quiero decir con ello) y se nota la limitante en sus movimientos y en acciones, viendo que las naves en momentos se mueven de forma natural y en otras como si una mano las manipulara, que los efectos de sonido siguen siendo más acciones de los actores de voz que sonidos reales, fórmula que, pese a verse algo barata, mantiene la esencia de la cinta anterior y nos deja riéndonos a carcajadas.
La banda sonora de la película esta dotada de muchas canciones pop, algunas de tiempos pasados (era inevitable el Fly, Robin Fly) y otras más recientes incluyendo unas cuantas canciones originales donde el elenco participa (dos números musicales que volverán loco al fan más clavado de Batman, pero hará reír al resto del mundo).
No sabemos a ciencia cierta si ya deberíamos cancelar el resto del año y anunciar que esta es la película animada del año, algo que no se le dió a La Gran Aventura LEGO que nos dejó con una gran sonrisa en el cine y que lamentamos ver que no alcanzó a ser nominada al Óscar (y de ahí nació el concepto de El Óscar de LEGO que le damos a la cinta que no tuvo nominaciones pese a lo buena que estaba), puede ser que sea víctima otra vez de esta injusticia, pero LEGO Batman logra su cometido, entretiene a chicos y grandes, parodiza con todo el concepto de Batman y aún así sale mucho mejor librado esta minifigura del Caballero de la Noche que Ben Affleck en su mejor intento.
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