Una cinta basada en la novela «La Chica del Tren» de Paula Hawkins, dirigida por Tate Taylor, protagonizada por Emily Blunt, Rebecca Ferguson, Haley Bennett. La historia trata de Rachel (Emily Blunt), una mujer devastada por su divorcio que le causó una depresión tan grande que dedica cada mañana de camino a su trabajo a fantasear sobre la vida de una pareja aparentemente perfecta que vive en una casa por la que su tren pasa cada día. Pero una mañana termina siendo testigo de un impactante suceso y se ve involucrada en el misterio y que a la vez mostrará a la luz muchas verdades que ella creía errores propios.
Sin lugar a dudas desarrollar el libro en cinta no es un trabajo nada fácil, y se puede notar en el nivel emocional que algunos personajes deben mostrar. El personaje de Rachel es en quien cae todo el peso de la historia ya que, gracias a estas desgarradoras situaciones, su vida cambiara para bien y no para mal como ella creía. Es importante resaltar que el director se esforzó en mostrar esta adaptación lo más certera posible, pero el recurso de los cambios narrativos, los flashbacks y los diferentes puntos de vistas de las situaciones de la historia terminan siendo demasiado confusos, al punto que el mismo director en algunas escenas las trabajó mal, mostrando errores demasiado evidentes.
El trabajo actoral se lo termina llevando Emily Blunt, ya que en todo momento de la historia se muestra triste, devastada, con problemas de alcoholismo, con lagunas mentales y traumas causados por su vida perfecta; mientras por el otro lado tenemos a Haley Bennett y Justin Theroux, quienes interpretan a Megan y Tom, ellos son los personajes que terminan causando todo el conflicto mental por el que Rachel pasara y que además ellos parecen ser los que tienen peores problemas. Este elemento es un hermoso detonante en el desarrollo del clímax de la historia. Por el otro lado tenemos a Luke Evans quien interpreta el papel de Scott, la pareja de Megan. Ésta es la pareja que todos los días observa Rachel desde el tren y según ella son la pareja perfecta por lo que siempre tienen que estar juntos. Pero como todo, una imagen sutil de una pareja no mostrará la cruda realidad de ella, por lo que Rachel terminará en más problemas que solo causarán más caos y confusión en su mente.
Este tipo de thriller con mucho suspenso es complicado de adaptar, si el director no tiene la visión certera de que la obra que presento terminó haciendo una cinta que aburre al principio y que al final, a pesar de sorprenderte, no llena esas expectativas. A pesar de que Emily Blunt rescata mucho la película con su impecable actuación, el director no supo equilibrar los momentos cruciales y darle un enfoque acertado para que el espectador no terminara muy confundido.
Es importante recalcar que hay modos para proponer el desarrollo de este tipo de narrativa, pero el director solito se puso el pie y no logra resolverla de un modo acertado, pero tal vez genere que el espectador quiera leer el libro para así comprender de mejor manera lo que el director no logra mostrar en la cinta.
La película no es para cualquier persona. El sector al que va dirigida es para adultos de 30 años en adelante que se encuentran casados o están en dicho proceso. Los jóvenes se aburrirán bastante y en la primera hora terminarán desquiciados al no ver situaciones llamativas y desencadenantes en el desarrollo de la historia.
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