Estamos en una era donde las películas de superhéroes ya se han apoderado de algunos de nuestros fines de semana, la competencia es dura y por ahora hemos visto una fuerte rivalidad entre Marvel Studios y 20th Century Fox, usando a los personajes de Marvel Cómics.
Hasta el estreno de Ant-Man, la situación había estado mas o menos estable entre las dos compañías, pues 20th Century Fox había traído dos películas de X-Men bastante buenas y Kingsman, aunque no sea Marvel, logró una muy buena impresión. Bajo esta premisa tenemos Fantastic Four, una nueva adaptación de la primera familia de superhéroes de Marvel, bajo la dirección de Josh Trank y guión de Simon Kinberg.
La película trae a los actores Miles Teller (Whiplash), Michael B. Jordan (Chronicle), Kate Mara (House of Cards) y Jamie Bell (Billy Elliot) interpretando a los Cuatro Fantásticos, Toby Kebbell (Rockanrolla) como Victor Von Doom y Reg E. Cathey (House of Cards) como Franklin Storm. Con un elenco así, un guión prometedor y un director con cierta experiencia, parecía que Fantastic Four debía cerrar bien el año de los superhéroes… pero no fue así.
Fantastic Four es una película que empezó mal desde el momento en que anunciaron a Michael B. Jordan para interpretar a Johnny Storm, algo que generó mucha polémica pues era el hecho que un actor afroamericano interpretaría a un personaje que es rubio y de ojos azules en los cómics. Y después, los tráilers, que no vendían nada que hiciera que la gente sintiera el deseo de ir a ver la película. Vamos, en la Comic-Con pasada, el elenco paso sin pena ni gloria, así que el desastre ya estaba anunciado antes del estreno.
Tenemos una historia de origen que explora como Reed Richards, un científico interesado en la teletransportación, diseña una máquina que le permite viajar a otra dimensión, lo que llama la atención de Franklin Storm, quien lo invita a unir fuerzas con otros científicos para mejorar la máquina. En su primer viaje, los científicos, así como el mejor amigo de Reed, Ben Grimm, sufren un terrible accidente que les da nuevos poderes, pero también a un científico rival que se autoproclama como el Doctor Doom (el Doctor Muerte, Doctor Destino, como le quieran decir) quien decide usar sus poderes para conquistar el mundo.
Esa es la idea, y la producción nunca la supo vender. Se cuentan tantos detalles del origen de los personajes que Trank se pierde en el camino de la producción, tornando la cinta de superhéroes en un drama con toques de ciencia ficción mal elaborados y con actuaciones sumamente planas que impide que el público sienta simpatía u odio por los personajes.
Lo peor de todo es que apenas hay acción. Daredevil es mala, pero hay acción. Catwoman es mala, pero hay acción. Fantastic Four no tiene nada de acción, apenas una o dos escenas, como si todo el dinero de los efectos visuales de la película hubiera sido usado para las escenas en la otra dimensión y la máquina de teletransportación. No hay la suficiente acción para evitar que diga que la cinta aburre.
Ya no se diga el desarrollo de los personajes, que lucen todos, menos a los Cuatro Fantásticos. Miles Teller no sabe desarrollar al supergenio que debía ser (y vamos, Reed Richards nunca se tomaría una selfie) y no tiene nada de química con Kate Mara, ¿no se supone que deben ser una pareja mas tarde? Michael B. Jordan, tiene sus dos momentos y medio, los aprovecha, pero nada que nos haga pensar que su Antorcha Humana cause controversia pues pasa sin pena ni gloria. Más penoso es Jamie Bell y su Thing, que da realmente muy poco en la historia como un miedoso y enorme monstruo rocoso.
En este filme, lo que creo que hirió muchas susceptibilidades, Trank intenta criticar el estatus de «imperio malvado» que tiene Estados Unidos. La trama nos maneja el hecho de que el gobierno preferiría usar esos poderes y descubrimientos para, ya saben, expandir el imperio, y no cabe duda, Doctor Doom, pasa a ser un supervillano intrascendente en el trasfondo de la trama. Ya de por sí, esta mal actuado y es feo.
Definitivamente, Fantastic Four es una cinta que no sabe venderse y no llega al público que quiere. Es la peor película que se ha hecho de superhéroes desde Elektra, y les digo con mucha seriedad que se ahorren la vuelta al cine. Hay mejores propuestas en el cine, ya que Adam Sandler y sus Pixeles terminan entreteniendo.
20th Century Fox deberá analizar muy bien sus siguientes películas tras este descalabro. El próximo año tienen tres propuestas contra Marvel Studios y ahora también tenemos a Warner Bros. y sus cintas de DC Cómics. Esta claro que el género es costoso y exigente y no se debe perder el tiempo y recursos en fiascos como Fantastic Four.
Calificación: 5
