Kevin Hart es uno de los comediantes mas populares de Estados Unidos y no por nada muchos consideraron que Hart robó cámara en la entrega de los Óscares pasado pues lo poco que participó literalmente opacó a su compañero Chris Rock cada vez que salió a escena.
No obstante, Hart ha tenido mala suerte con nuestro mercado, sus comedias, usualmente dirigidas a un público afroamericano, no han llegado a distribuirse ampliamente en nuestro país por esos detalles raciales que no son fáciles de traducir a nuestra cultura popular, de hecho las dos cintas de Un Novato en Apuros, su mayor trancazo taquillero en Estados Unidos pasó de noche en nuestro país.
Pero ¿qué tal una comedia policiaca con un tono interracial y agregando al actor de acción mas cotizado del mercado, Dwayne «The Rock» Johnson? ¿Podrá la fórmula Un Espía y Medio por fin hacer reír a nuestro país?
La cinta dirigida por Rawson Marshall Thunder nos cuenta la historia de dos ex-compañeros de preparatoria que han tenido caminos muy distintos, de un lado el popular Calvin «Golden Jet» Joyner se gradúa con honores y por otro lado el simpático gordito Robbie Weirdicht es humillado por unos bravucones en la misma ceremonia que homenajean a Joyner.
Pasa el tiempo y Joyner es un hombre frustrado con su trabajo de contador y pronto se encuentra con Weirdicht quien se hace llamar ahora Bob Stone, totalmente cambiado y con un problema muy serio, pues está involucrado en una persecución de la CIA y ni siquiera Joyner sabe realmente si es un delincuente o un doble agente o… bueno, ya entendieron.
Vamos, como la buddy cop movie (película de polícias amigables) que es, tenemos que esperar un guión muy predecible, tal y como otras cintas que Kevin Hart ha hecho (si, es básicamente Un Novato en Apuros con The Rock), pero hay un punto brillante en esta cinta, incluir a The Rock, un actor que tiene un estilo muy distinto de actuar al de los comediantes afroamericanos genera una torpe pero divertida química entre los dos actores.
Además con tantos giros de tuerca que involucran las actuaciones de Amy Ryan (Desapareció una Noche) y Aaron Paul (Breaking Bad), así como Danielle Nicolet y hasta cameos de dos comediantes que les dejaremos de tarea, nos damos cuenta que la historia tiene mucho de donde rascarle para, no solo divertirnos con las ocurrencias y chistes de Hart y Johnson, sino también con las escenas de acción, que, sobretodo en la primera parte de la cinta, son violentas pero hilarantes.
De hecho la película se sostiene bien por dicha química entre Johnson y Hart, quienes logran una conexión muy rápida y vemos como el personaje de Hart hace su mayor esfuerzo para salirse del embrollo en el que Bob lo enredó, solo para terminar aún mas enredado y hundido en dicho lío. De hecho mientras mas tratamos de entender que rayos esta ocurriendo en la historia mas confundidos quedamos y es prácticamente algo que nos tiene con la duda durante casi toda la cinta.
En todo caso, ese pretexto nos permite ver momentos muy divertidos, como una incómoda sesión de terapia en pareja, una incómoda pero divertida impresión de como hubiera sido The Rock si no hubiera hecho ejercicio en la preparatoria y una gran cantidad de referencias a la cultura pop que se llevan entre las patas por igual a la década de los ochenta y a nuestros tiempos actuales.
La banda sonora se sostiene bien con canciones de diferentes épocas predominando sobre todo las canciones de los noventa, predominando mucho con canciones del cuarteto En Vogue, que estuvo tan de moda en esas épocas.
Es cierto, no esperen mucho de la trama y esperen mejor una de las mejores comedias del verano, con chistes que rara vez caen en lo obsceno (aunque si con inocentes tonos racistas) y suficiente acción para irse a casa con por lo menos una sonrisa.
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