Lo primero que me saltó de esta historia fue el título que le dieron en México: El Penthouse. El nombre original es The Loft. En mi opinión, los chicos que se dedican a planear las estrategias de marketing de las cintas deberían tener un poco más de cuidado. Aunque ‘penthouse’ y ‘loft’ parecieran ser lo mismo, no lo son. Un penthouse, en el más estricto sentido, en un apartamento que se encuentra en la parte superior de un edificio, y que ofrece todos los servicios que podría ofrecer una casa: varias habitaciones, baños separados, cocina grande, estudio, un gran salón, etc. En cambio, un loft es un apartamento grande que puede o no ser lujoso, y normalmente no tiene otras habitaciones separadas que no sean el baño o la cocina. En sus espacios suelen integrarse, por petición del dueño, divisiones no estructurales que se usan como habitación, pero que pueden cambiarse en dimensión según la necesidad de quien lo habita. Posiblemente eligieron el término penthouse sólo porque es más popular, aunque fue -a todas vistas- una decisión equivocada.

Lo segundo que me llamó la atención, es que este filme es un remake. Uno se esperaría que los directores de ambos filmes fueran diferentes, pero no. Ambos filmes fueron dirigidos por Erik Van Looy. La cinta original, Loft, fue estrenada en Bélgica en el año 2008. Y bueno, todos sabemos que a los estadounidenses no les gusta leer subtítulos, y por dicha razón tienen la mala costumbre de hacer remakes de películas extranjeras que han tenido éxito (regular o mucho, pero que puedan vender). Así fue como Dark Castle Entertainment, división de Silver Pictures, obtuvo los derechos de la cinta de manos de Woestijnvis, y negoció con el director original, con un reparto relativamente talentoso, entre quienes figuran Karl Urban (Las crónicas de Riddick, Doom, Star Trek), James Marsden (X-Men, X-Men 2, X-Men. La decisión final, X-Men: Días del futuro pasado), Wentworth Miller (Underworld, Resident Evil: Ultratumba), Eric Stonestreet (La isla, Casi famosos), Matthias Schoenaerts (Lazos de sangre, La entrega), Isabel Lucas (Transformers: La venganza de los caídos, Inmortales) y Rachael Taylor (Transformers). Como toda obra reinterpretada por el mismo director que la dirigió, con un reparto distinto pero con un guión que debía resultarle conocido, uno esperaría que fuera mejor o al menos igual en calidad a la anterior. Pero la crítica calificada no daba buenos augurios. Si deseas descubrir mi opinión al respecto, continúa leyendo.

theloft1
«Fatum nos iungebit». Una frase en latín, con un pequeño error de sintaxis, que revelará parte del misterio.

Esta historia trata de cinco amigos exitosos que tienen todo cuanto pudieron haber deseado: un buen trabajo, estabilidad económica y una esposa. Pero también comparten secretos, y entre ellos se encuentran sus muchas aventuras amorosas. Un día, a uno de ellos se le ocurre que sería buena idea compartir un loft como el lugar secreto al cual llevar a sus amantes en turno, para no exponerse a los celos de sus esposas y dar paso a pruebas de su infidelidad, como gastos que pudieran verse reflejados en sus estados bancarios (como si la manutención de un loft fuera cosa fácil de ocultar). El caso es que todos aceptan. El problema inicia cuando, en alguna ocasión, uno de ellos llega al loft y encuentra a una mujer muerta, esposada a la cama. Al haber únicamente cinco llaves de la entrada, cada una para cada cual, comienzan a dudar de ellos mismos. ¿Quién habrá sido el responsable?

La trama viene acompañada de incontables flashbacks que nos van contando lo ocurrido. Desde el momento en que Vincent Stevens (Karl Urban) los convence para compartir los gastos del loft, hasta el momento en que encuentran a la chica en la cama y tratan de dar con la verdad, lo que los lleva a conocer su identidad, Sarah Deakins (Isabel Lucas), y dar con el presunto responsable. Por supuesto, la historia no es tan plana como parece en un principio, y cuenta con algunos giros que nos mostrarán la realidad en todo su esplendor y malignidad.

theloft2
Aparentemente, el autor del crimen se encuentra entre los caballeros que comparten el loft, al más claro estilo de una novela de Agatha Christie.

Los dos puntos débiles de esta adaptación provienen de las actuaciones y de la forma en que se desenvuelve la trama. Con tantos flashbacks, por una parte, la historia se siente inconexa durante gran parte del filme. Es hasta los últimos veinte minutos que comenzamos a comprender qué ha ocurrido en ese apartamento, y la vuelta de tuerca parece completamente improvisada, a un grado tal que carece de credibilidad. No es que no sea factible, sino que las actuaciones no dan lugar para sospechas. Sí, la historia nos hace sentir que algo falta, pero de una forma carente de cuerpo (como cuando se nos olvida comprar algo en el mercado, pero no lo recordamos).

Entre lo más destacado, podemos señalar el buen papel que realizó Isabel Lucas y Eric Stonestreet, quien interpreta al amigo que actúa de forma impertinente cuando se pasa de tragos. Karl Urban hace un papel relativamente decente, mientras que Matthias Schoenaerts se siente un tanto exagerado en ocasiones. El resto del elenco, lamentablemente destaca por la falta de presencia de sus personajes. Musicalmente, está bien ambientada.

Concluyendo, El Penthouse es una película que difícilmente podría ser memorable. Nos ofrece, sin embargo, una historia interesante que requerirá mucha atención de nuestra parte para no perdernos. ¿Vale la pena la salida al cine? No lo sé, honestamente. Si eres amante del género, posiblemente, pero si no, no te pierdes de mucho si pasas de ella.

Este fue El Abuelo Kraken (Twitter @canalforthewin) para ResetMX. ¡Hasta la próxima!