El 2015 ha sido el año de los espías, buenas o malas, las películas del género han dado de qué hablar, y si bien, su majestad en el género, James Bond, cerrará la lista en noviembre, y hasta Steven Spieldberg le entrará al quite con una cinta basada en hechos reales, en el ínter tenemos que hablar de algunas cintas. En este caso, El Agente de C.I.P.O.L. no llega con las mejores credenciales, pues fue repudiada por el público americano que se vio agotado de tanta cinta del género, aún así me atrevo a preguntar si habrá otro factor que haya sido el que motivo de que una producción de 75 millones de dólares lleve apenas recaudada la cifra de 85.3 millones de dólares en todo el mundo.
Esta cinta cuenta con la dirección de Guy Ritchie (Snatch, Sherlock Holmes) y cuenta con las actuaciones estelares de Henry Cavill (El Hombre de Acero), Arnie Hammer (El Llanero Solitario), Alicia Vikander (Ex-Machina) y Hugh Grant (Cuatro Bodas y Un Funeral), además de basarse en una serie de televisión que fue popular en la década de los sesenta.
La trama es algo predecible, pero ¿qué esperamos de una película de espionaje en plena Guerra Fría? Durante ese periodo vemos a un espía norteamericano llamado Napoleon Solo (Super... err.. Cavill) quien tiene que unir fuerzas con Illa Kuryakin (Hammer) para proteger a la hija de un científico nuclear y localizar al hombre en cuestión, solamente que deberán enfrentar a unos italianos que buscan hacer una tercera fuerza que busca poner en peligro al mundo.
E insisto, no esperen nada nuevo en la historia, el planteamiento nos hace pensar que mezclan a James Bond con Arma Mortal (aunque Solo y Kuryakin aparecieron en televisión cuando Connery interpretaba a Bond en el cine) en una historia de dos enemigos jurados que pronto comienzan a valorar lo que es una alianza fría y escueta que va evolucionando a lo largo de la trama, siendo una historia equilibrada donde observamos el origen y desarrollo de los dos personajes y las acciones que hacen juntos y separados de manera equitativa, al grado que tanto Cavill como Hammer se reparten bien el protagónico.
A Cavill, en ratos, le cuesta trabajo despegarse de la fama que le atrajo ser Superman en El Hombre de Acero, pero es menos frío que el kriptoniano y logra cierta empatía con su personaje. Quizá su punto bajo es su acento, que nunca logra ser tan convincente para olvidarnos que es un actor británico pretendiendo ser americano. Hammer es mas convincente aunque sin tanto diálogo, Ritchie sabe aprovechar más sus expresiones corporales y el entorno psicótico que tiene para darnos un espía poco convencional que funciona bien e incluso genera mas empatía que el personaje de Cavill.
Pero no solo de actores bien parecidos se conforma la trama, sino de dos hermosas actrices que realmente se disfrutan en pantalla, de un lado, una competente Alicia Vikander que no solo es un estuche de monerías por su personaje a lo largo de la trama, también logra una damisela bastante simpática, divertida y combinada con el vestuario a go-go de la época, es una de las espías mejor elaboradas del año, igual ocurre con Elizabeth Debicki, que falla un poco en su papel de villana, pero saben trabajar muy bien su belleza para dar excelentes tomas, que combinadas con un vestuario formidable, realmente es la femme fatale de la historia.
El otro factor que admiro de la película es la fotografía, que busca tomas de vieja escuela y edición de tomas múltiples en pantalla, algo común en las películas de Ritchie, y que se usan de una manera muy inteligente en varias escenas. De hecho, Ritchie usa las luces para formar arcos de colores en tomas clave -quizá exagera- y resalta algunas emociones, en otras escenas, parece que estamos viendo la serie original de los sesenta al conseguir una fotografía menos definida pero llena de color.
Y un punto más a favor se lleva el soundtrack, que esta dotado de excelentes tonadas de jazz, funk y rock, donde oímos a Nina Simone, Ennio Morricone y el tema original interpretado por Hugo Montenegro. Ritchie sabe jugar bien con la tensión generada por algunas notas y las combina de manera formidable en algunas escenas que, quizá con otras tonadas, hubieran sido algo tensas.
El punto flojo de la historia debe estar entonces en la trama que, para estas alturas del año, ya la vimos en varias películas fueron un detalle clave en Kingsman o Spy. Seguramente también lo verán en esta película, pues como buena cinta de espías encontrarán los clichés más comunes del género, y ahí es en donde falla más la cinta, pues al ser un remake de una serie de televisión de un género con tantos clichés, Guy Ritchie es incapaz de mostrar algo nuevo que le hubiera permitido ser una cinta más competente.
Aún así, El Agente de C.I.P.O.L. es una película que es bastante convincente en el género y, si se hubiera estrenado antes que algunas de las cintas que salieron este año, hubiera tenido mucha oportunidad de haber tenido mejores críticas y mejor recaudación. Simplemente la cinta llegó en el peor momento, ante una audiencia que ya mostró signos de cansancio ante un género que se repitió mucho este año.
Calificación: 8
