Uno de los deportes más conocidos del mundo es el tenis y, para muchos, el torneo más importante de este deporte es el Torneo de Wimbledon, uno de los más antiguos del mundo, que se juega en cancha de césped y que incluso tiene sus propias reglas de vestir.

Y es precisamente Wimbledon, la sede de batallas legendarias de diferentes generaciones de tenistas, incluso inspiró una entretenida película con Paul Bettany y KirstenDurst. Ahora llega el turno de los suecos de contar una de estas legendarias proezas en el deporte blanco.

Borg vs McEnroe es una cinta dirigida por Janus Metz (Armadillo) y que cuenta con las actuaciones deSverrirGudnasson (Original), ShiaLaBeouf (Transformers),StellanSkarsgard (Thor) y Tuna Novotny (Comer, Rezar, Amar).

Estamos en Wimbledon donde dos tenistas llegan a participar en el afamado torneo de tenis, de un lado tenemos a Bjorn Borg, un disciplinado y carismático tenista que ha ganado cuatro veces consecutivas el afamado torneo; del otro tenemos a un novato pero sumamente irreverente John McEnroe, el cual busca de hacerse de un nombre dentro del mundo del tenis. Todo apuntará a que ambos tenistas se encontrarán en la final, pero, ¿podrá Borg superar la presión de ser el tetracampeón y McEnroe superar la mala fama que le precede?

 

Los protagonistas presumen un buen parecido a sus contrapartes reales.

No cabe duda que la ejecución de esta cinta suena bastante complicada, de un lado, ver como el guion trata de meterse en los personajes principales, especialmente enBjorn Borg, en explorar qué hay adentro del considerado «el bloque de hielo» del tenis, en entrar a los flashbacks y explorar la infancia de Borg, cómo su actitud le excluía de practicar su deporte favorito y cómo LennartBergelin, el capitán del equipo de Copa Davis de Suecia, lo descubre y comienza a modificar su forma de juego para convertirlo en un tenista invencible.

Y estos flashbacks son útiles, pues el director sabe complementarlos con los eventos que ocurren en Wimbledon, donde vemos los conflictos que tiene Borg tanto con Bergelin, como con su prometida, la rumana Mariana Simonescu; los momentos de ira que tiene Borg que son fríamente interpretados por Gudnasson que contrastan con la pasión que los actores que lo interpretan en sus versiones jóvenes en la cual vemos al propio hijo de Bjorn Borg, Leo,  interpretándolo a la edad de 13 años. Y no es precisamente que se Gudnasson rompa la armonía, simplemente el personaje lo pide.

En contraste vemos comoShiaLaBeouf, el eterno gritón de Transformers, está más que puesto para interpretar a John McEnroe, un tenista quien, junto con Jimmy Connors, y más adelante, Andre Agassi, vinieron a cambiar la forma de ver el tenis con sus estilos irreverentes tanto al vestir como al jugar. De ahí, tenemos a LaBeouf quien no duda en soltarse y darnos una buena representación del tenista más odiado que haya pisado Wimbledon,  y, aunque le falta un poco de continuidad en los flashbacks para entender sus motivaciones, sabe desarrollar un personaje que termina siendo un gran antagonista.

 

¿Qué se esconderá dentro del témpano de hielo?

No obstante, todo el poder de esta cinta radica en el acto final de la película, la final del torneo de Wimbledon, cuando los dos personajes se enfrentan en un legendario partido que se alargó a cinco sets, incluyendo el emocionante tie break del cuarto set. Un partido que logra ser dramatizado de manera impresionante por la producción, con una edición que realmente hace que cualquier intercambio de raquetazos sea emocionante, que haga que uno sienta que está viendo el partido original (y quien vea la película se quedará con la duda, pero la fotografía y la edición logran combinar bien tomas del evento real y eventos dramatizados). Si, llega a un punto que hasta desearías que la historia cambiara y darle el gane a cualquiera de los dos.

Son pocas las representaciones que el cine o la televisión han tenido de partidos de tenis y esta película logra su cometido con la representación de dicho partido, que hace ver como simples dramatizaciones las tomas de los partidos previos en el torneo. Debemos decirlo, es un momento donde realmente el cine y el tenis triunfan y hacen valer el boleto para ver la cinta. Si, el desarrollo previo a este partido épico es un tanto lento, pero ayuda a entender todo el camino hacia dicho juego, es posible pensar que la larga espera para llegar a dicha escena vale la pena.

En el rubro de las actuaciones vemos un elenco que se sabe sostener en tres buenas actuaciones, la de Gudnasson quien, pese a estar cerca de los cuarenta años, sabe representar bien a Borg a sus 25 años, como el frío y calculador tenista que está en el fondo desmoronado por la presión que le imprimen los demás; LaBeouf quien es bien aprovechado para que grite, diga majaderías y se divierta interpretando a McEnroe, quizá un personaje que ya tenía su nombre etiquetado. Finalmente ver a StellanSkarsgard demostrando que no todo en la vida es Marvel y pueda hacer un personaje más serio y en su elemento más sólido que es en una cinta de su país. Quizá no me convenció mucho la elección de Novotny como la novia de Borg, quien queda un tanto lejos actoral y físicamente de lo que esperaría ver.

 

LaBeouf queda perfecto para el irreverente McEnroe

La fotografía de la cinta es bastante admirable, sobretodo en las tomas de los partidos que se dan en Wimbledon, donde vemos cómo se respetan muchos detalles de la cinta, incluyendo el vestuario y las caracterizaciones (hasta el extraño sombrero del padre de McEnroe aparece en las tomas de la final) y hasta vemos un impresionante montaje del legendario Studio 54 que, aunque siento que fue de sobra, sabe apantallar a los ojos del cinéfilo.

La banda sonora no es tan importante en esta cinta, sabe sostener bien las escenas de la cinta pero no encuentro nada memorable que pudiera ser subrayable salvo dos o tres canciones de pop que se oyen cada vez que enfocan la historia en McEnroe.

Está claro, Borg vs McEnroe va dirigido a aquellos que quieran conocer más de la historia del tenis, de ver una excelente dramatización de uno de los mejores partidos de la historia de este deporte y de ver quizá a LaBeouf en su mejor elemento. No obstante, algunos podrían sentir que la cinta si queda un poco a deber con el desarrollo de los dos primeros actos y que, la poca comprensión del deporte blanco, puede espantar a más de uno.

 

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