En época navideña es común hacer películas que evoquen un poco los sentimientos de esperanza que nos brindan las fiestas, no sólo por el hecho de que celebramos una de las fiestas más importantes del mundo cristiano, sino también por la sensación que nos da el concluir un ciclo para empezar algo nuevo con nuestras vidas.

En ese ambiente, tenemos Belleza Inesperada, una cinta dirigida por David Frankel (El Diablo viste a la Moda) y que tiene un elenco que combina los talentos de Will Smith (Ali), Edward Norton (Historia Americana X), Kate Winslet (Titanic), Helen Mirren (La Reina), Michael Peña (Ant-Man), Naomie Harris (007: Skyfall) y Keira Knightley (Atonement).

Tras la muerte de su hija, Howard Inlet, un talentoso publicista se ha aislado del mundo escribiendo tres cartas a tres entidades: el Amor, el Tiempo y la Muerte. Cuando sus amigos se enteran, desesperados por conseguir que vuelva al trabajo, deciden recurrir a tres actores que encarnarán a esas tres entidades, ya sea para enderezarlo en su camino o, definitivamente, considerarlo mentalmente incapaz de continuar.

Todo era risas y felicidad…

La historia tiene un contexto interesante. Nos permite explorar ese duro trago que es la ausencia total de alguien, sobre todo cuando la muerte en cuestión es la de una niñita tras una trágica enfermedad. Además de tomar elementos que nos recuerdan a Cuento de Navidad de Charles Dickens, pero buscando remover todo elemento cristiano de la trama (está la Navidad, el ambiente, pero vemos todo en un concepto más pragmático) sin hacer que la audiencia caiga en confusión.

Pero no deja de ser una historia navideña, de esas llenas de sentimientos, aunque no imprime la historia tan dulce como las cintas que vemos en la televisión estos días (y que, irremediablemente nos hacen cambiarle para ver por enésima vez Duro de Matar o Mi Pobre Angelito). De hecho, es una trama aún más triste que va mezclando también los problemas de los personajes secundarios que delatan que no son perfectos y que su interacción con los actores les ayudarán también a sobrellevar sus propios problemas.

Así, en medio de ese tono triste pero esperanzador tenemos una historia que les obligará a sacar los pañuelos desechables o por lo menos a tener los ojos con algunas lágrimas durante buen rato. Sin embargo, el guión no se siente tan original y es seguro que con el simple hecho de entender lo que estás viendo, desearás haberla visto mejor en televisión.

¿Podrán el pragmatismo superar a los espíritus de la Navidad?

De las actuaciones tampoco se puede subrayar mucho. Will Smith repitiendo prácticamente los mismos gestos de dolor y tristeza que le hemos visto en otras cintas como 12 Almas o La Búsqueda de la Felicidad, no aporta realmente nada nuevo, y si quiere reclamar racismo el próximo año por no ser nominado, debería entender que esta cinta no le ayudará nada a fundamentar su acusación.

De ahí podemos ver una subtrama que lo involucra con Naomie Harris, quien logra un personaje convincente que ayuda a dar contrapeso a las actuaciones algo erráticas de Smith. Aún así, creo que veremos lo mejor de Harris en otra cinta, Moonlight. Una cosa es cierta: ¡qué bien hace Will Smith las caras de su hijo Jaden!

De ahí debemos separar en parejas, como los bailes, a los actores, tenemos a una Kate Winslet que parece una calca de lo que hizo en Steve Jobs el año pasado interactuando con un desconocido Jacob Latimore que nomás hace uno o dos berrinches; a Edward Norton como el desesperado que busca salvar a su amigo, pero no duda en darle puñaladas traperas o dar las peores líneas en la cinta frente a una Keira Knightley muy desperdiciada.

Pese al gran elenco, todo indica que centrar todas las apuestas en Will Smith fue su mayor error.

Quizá los mejores momentos los da Helen Mirren frente a un Michael Peña inesperadamente serio, realmente Mirren sabe sostener a su personaje, como el personaje anciano y sabio de los actores y que lee en Peña sus preocupaciones por su propia salud y vida, Peña, sin dar mucho, es el más convincente de los tres amigos que buscan salvar a Howard.

No es una cinta que resalte tampoco por los aspectos técnicos, ni por la banda sonora, realmente no tiene mucho que trascender en esos aspectos. De hecho, podríamos afirmar que poner la música de esta película no será de mucha ayuda para superar una depresión.

Con un guión tan calcado de otras historias, especialmente de Cuento de Navidad, actuaciones que van de regulares a malas, quizá un giro que te saca las lagrimitas y todo el espíritu navideño escondido en un closet para evitar discusiones con gente de otras religiones, puedo afirmar que Belleza Inesperada es una típica cinta navideña que estará pronto condenada a aparecer en la programación vespertina en un 24 de diciembre lista para que la audiencia le cambie de canal buscando algo mejor.

Moraleja: cualquier póster que tenga muchas caras de actores incluidas, siempre son una invitación a alejarse lo más que puedan de ellas o aprovechando cierta garantía, entrar a la sala, hacer tiempo y exigir que te cambien el boleto.

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