Seguramente ser policía no debe ser un trabajo cualquiera, mucho menos ser un detective que tenga la misión de desenredar casos verdaderamente extraños. En Tan negro como el carbón, originalmente titulada Bai ri yan huo (literalmente Pirotecnia diurna), atestiguamos el transcurso de una investigación de este tipo, en el que se nos muestra la cruel realidad de un caso especialmente sangriento y misterioso. Este filme, escrito y dirigido por Diao Yinan, fue mostrado en la competencia del 64º Festival de Berlin, en el cual ganó el Oso de Oro por mejor película y el Oso de Plata a mejor actor para Liao Fan. Acompáñenme a descubrir, por medio de mi opinión y comentarios, si vale la pena desde el punto de vista cinéfilo.

Todo toma lugar en el norte de China, entre los años 1999 y 2004. El detective Zhang Zili (Liao Fan), junto con otros compañeros, cubren la investigación de un macabro hallazgo: en una fábrica, luego de descargar el carbón de un contenedor a una cinta transportadora, encuentran entremezclados con este material los restos mutilados de una persona. Así mismo, entre ellos, unas prendas en las que se puede leer el nombre de una persona. Al parecer, tienen identificada a la víctima, por lo que pueden proceder a iniciar la indagatoria. Luego de algún tiempo, dan con algunas pistas que los llevan a confrontar a los trabajadores de una fábrica en la que trabajaba el occiso. Estos, por alguna razón, intentan huir, y al no lograrlo, optan por la última de las opciones. El detective Zili pierde a sus compañeros, y es herido de bala en el proceso. Lamentablemente, los maleantes mueren en el sitio y el caso queda virtualmente cerrado. Pero no para Zili, quien luego de su recuperación, intentará recabar la mayor información posible de los principales sospechosos operando desde las sombras.

tannegrocomoelcarbon1
Hasta los malosos deben de cuidar su aspecto, por muy poco pelo que tengan.

Tan negro como el carbón no es la típica película de policías y detectives, en la vemos a un hombre comprometido con su carrera. Este hombre tiene vicios inherentes a su oficio y es cuestionado fuertemente al interior del departamento. Su forma de actuar lo lleva a ser transferido, pero esto no lo detiene en lo absoluto. Se podría asegurar que lo mueve la venganza. No pudo evitar que los maleantes mataran a sus compañeros, no resolvió el caso y, además, perdió cierta legitimidad en el proceso. Sin duda, hará lo posible para saber la verdad, y llevar al responsable a la cárcel, sea quien sea.

En la historia, tenemos a cuatro personajes que dominan la pantalla, y de ellos, el mejor y más complejo es el detective Zili. La trama se va desenvolviendo mostrándonos a quienes son sospechosos, y entre ellos podemos mencionar a la esposa del occiso, Wu Zhizhen (Gwei Lun-Mei), con un papel decente aunque frío y nada destacable. En cambio, Liang Zhijun (Wang Xuebing), nos muestra una mirada más cercana al compañero del detective y tiene un papel más emotivo durante el tiempo que lo vemos en pantalla. El gran actor Wang Jingchun interpreta a un Rong Rong huidizo, que sólo la pericia del detective Zili podrá no sólo atrapar, sino dilucidar qué papel juega en todo este embrollo. En general, las actuaciones estuvieron a la altura, y el guión es simplemente formidable.

tannegrocomoelcarbon2

Concluyendo, Tan negro como el carbón no es una película para todo público. Le encantará a las personas que gustan de los misterios, de los ritmos lentos que nos dejan meditar cuál podría ser la realidad de los eventos que nos plantea la cinta, pero definitivamente no es para quienes buscan algo con mucha acción, persecuciones, tiroteos y demás escenarios hollywoodenses. Tiene vueltas de tuerca sorpresivas, y el final es un tanto inesperado, por no mencionar el último par de escenas, en las que vemos algo realmente surrealista y un tanto exagerado. Le daría un 8 si hubiera sido un poco más veloz, por lo que le restamos 0.5 para un decente 7.5. Vale la pena verla en cine, aunque podrías pasar de ella sin ningún problema.