En una época donde los grandes juegos que parecían estar olvidados están regresando, llega uno que tal vez no todos conozcan pero ha influenciado a los videojuegos actuales. Aunque no sea el más famoso de los remakes de este año, pero el legado de System Shock es innegable.

Siendo la inspiración directa de Bioshock (y no solo en el nombre), System Shock es un fps que pondrá a prueba toda tu experiencia en el género, manteniendo el espíritu de un shooter de la época, pero con un estilo de juego moderno.

La historia de System Shock es sencilla: somos un hacker que es contratado a la fuerza para liberar los protocolos de seguridad de una inteligencia artificial llamada SHODAN, que al ser alterada su moralidad es distorsionada y termina con la estación espacial convirtiendo a aquellos que sobreviven en mutantes y cyborgs bajo su control.

Nuestra misión es intentar arruinar los planes de SHODAN y escapar de la estación espacial.

Comparándolo con la versión original pasamos de un juego con control tanque y menús confusos, a una experiencia limpia, con un juego de acción pero con toques de rpg, con un inventario tipo Resident Evil 4 donde podemos jugar tetris con los items y armas, tendremos que elegir qué armas y munición llevar para poder ser eficaz en los combates contra los mutantes y robots.

El combate no es frenético, se basa más en ser sigiloso y poder ganar la ventaja contra los enemigos, hay que estar alerta porque los enemigos no hacen ruido y pueden llegar por sorpresa.

No te preocupes, algo que tiene el juego es que puedes customizar tu experiencia eligiendo la dificultad en varios aspectos por separado, cambiando las dificultades en fácil, medio, y difícil, la dificultad en el combate afecta qué tantos enemigos hay y el daño que hacen, también se puede cambiar la dificultad de la misión, donde en fácil nos guían, en medio no hay guía y en difícil tendremos 5 horas para terminar el juego, la dificultad de Cyber afecta el hackeo donde podemos morir en la “vida real” si fallamos en el cyber espacio y por último la dificultad de los puzzles, donde van desde juegos para bebés hasta poder pasar horas intentando resolverlos.

En las partes de hackeo el control cambia a ser un shooter de naves donde tenemos que ir eliminando las defensas de SHODAN y abriendo puertas o desactivando protocolos de seguridad de la estación.

Eso sí, mantente guardando tú, porque aunque el juego tiene autosave, no es frecuente y puede llegar a ser frustrante el perder un buen rato de juego por no haberlo guardado manualmente.

El explorar el laberinto que es la estación espacial, es interesante que SHODAN se hará cargo de que nunca estemos solos, liberando mutantes y metiéndose con nosotros por medio de controlar las puertas y puentes, así como estar hablando y describiendo lo que nos va a hacer si fallamos.

El estilo visual es otro aspecto interesante pues en general se ve moderno y colorido, pero al acercarnos a las texturas, el arte es pixeleado que nos remonta a la era del juego original, todo lo visual está en un punto que toca la nostalgia pero a la vez se siente nuevo, lleno de color y con una estética Cyberpunk, iremos descubriendo qué pasó en cada cuarto.

La música cumple su punto de ambientarnos, pero no es el aspecto más destacable del juego, tiene buenos beats pero se queda ahí, la verdadera parte interesante en el diseño sonoro son los audios y diálogos con SHODAN, donde el puro sonido de su voz puede ponerte nervioso, ya que sabes que las cosas terminarán con ella.

Yo lo jugué en dificultad media pero con los puzzles en difícil y sí hubo momentos en los que me trabé un buen rato pensando.

Espero que  por fin venga System Shock 3, caso contrario, otro remake pero del segundo.

En conclusión System Shock es una buena alternativa si tienes sed de un fps singleplayer y quieres experimentar este clásico.