Originalmente titulada, Star Trek: Beyond, es la decimotercera película de la saga Star Trek, así es, decimo-tercera. Claro, que es la tercera entrega de la saga que fue comenzada con la película de 2009 Star Trek de J. J. Abrams.
Está dirigida por Justin Lin, importado de otra de las franquicias más largas del cine, Rápidos y Furiosos. La película fue escrita por Doug Jung y Simon Pegg (el mismísimo Scotty) y producida por J. J. Abrams, Roberto Orci y Bryan Burk.
Regresa el cast que nos enamoró a los Trekkies contemporáneos, con Chris Pine como el capitán James T. Kirk, Zachary Quinto el teniente Spock, Simon Pegg (Montgomery «Scotty» Scott), Anton Yelchin (Pavel Checkov), Zoe Saldana (Nyota Uhura), Karl Urban (Leonard «Bones» McCoy) y John Cho como el oficial y piloto a bordo de la USS Enterprise, Hikaru Sulu.
En esta ocasión al reparto se unen Sofia Boutella en el personaje de Jaylah e Idris Elba como el villano Krall.
En Star Trek: Sin Límites, el USS Enterprise, la nave insignia de la Flota Estelar, vuelve a surcar el universo para proteger a la Tierra y el resto de planetas aliados en nombre de la Federación Unida de Planetas. Liderada por el capitán James T. Kirk (Chris Pine), la tripulación del crucero de batalla tendrá que enfrentarse a nuevos peligros que acabarán con su tranquilidad.
La USS Enterprise es enviada a una misión de rescate después de que una capsula de salvamento apareciera en el espacio desde una nebulosa cercana. La superviviente, Kalara (Lydia Wilson), afirma que su nave está varada en Altamid, un planeta dentro de la nebulosa. La USS Enterprise jamás sufrió semejante encuentro, cuando cae en una emboscada de multitud de naves pequeñas, en formación similar a un enjambre que agujerean el casco del Enterprise, atacan a la tripulación, toman prisioneros y prácticamente parten la nave en miles de pedazos. El líder del ataque, Krall, invade la nave en busca de una reliquia llamada Abronath, que Kirk había obtenido en una misión diplomática fallida. Kirk ordena a los pocos supervivientes que quedan en el Enterprise que abandonen la nave (tal y como su padre había hecho con el USS. Kelvin durante su nacimiento), mientras la sección del platillo es separada de los propulsores y se precipita hacia el planeta.
Esta devastadora escena, cargada de excelentes efectos especiales y sentimiento de impotencia al ver casi todo perdido, llevará al equipo del USS Enterprise a un territorio desconocido, donde su travesía se convertirá en una carrera por la supervivencia espacial. Con la nave destruida y sin forma de comunicarse, el equipo deberá enfrentarse al nuevo y fiero enemigo, Krall (Idris Elba), que pertenece a una especie alienígena avanzada. Para frenar los crueles planes de este villano, Kirk tendrá que reunir a sus compañeros y emplear todo su potencial y recursos para resolver multitud de desafíos. Así, a la vez que intentan encontrar el modo de regresar a la casa, lucharán por intentar cumplir su cometido de proteger el futuro de la raza humana y preservar la armonía entre especies.
En la superficie, Sulu, Uhura, y otros supervivientes son capturados por Krall. Kirk y Pavel Chekov, acompañados por Kalara, terminan varados cerca de los restos de la Enterprise. Mientras tanto, en otro lugar apartado del planeta, Spock y el doctor McCoy, heridos, comienzan a buscar supervivientes. Y después de enfrentar un enorme precipicio, Scotty es rescatado por Jaylah (Sofia Boutella), una carroñera que logró escapar del campamento de Krall.
Indudablemente una excelente tercera entrega de esta nueva trilogía del enorme y respetado universo de Star Trek. Elecciones difíciles, grandes riesgos, relaciones personales complejas y mucha acción es lo que nos entrega esta nueva aventura intergaláctica.
Hay un giño extraordinario con Hikaru Sulu, que enlaza al personaje con un aspecto de la vida personal de quien le diera vida en la serie original George Takei. Recordemos que esta nueva saga, aunque es una realidad alterna de los personajes de la seria original, puesto que decisiones distintas de su pasado los conduce a aventuras en una línea de tiempo distinta, siempre, cada entrega se ha encargado de honrar y respetar aspectos de la serie original de televisión y esta no podía ser la excepción.
Star Trek, desde su inicio y concepción en 1966, ha sido una franquicia revolucionaria en muchos aspectos. No solo en su temática de acción, aventura y ciencia ficción ó efectos especiales y revolución visual, sino principalmente en su inclusión, respeto, tolerancia y representación de la diversidad de personajes (y razas interplanetarias).
Star Trek: Sin Límites es un “must” para todo Trekkie, y una muy buena película para todo mundo. Excelentes efectos especiales, una música muy buena y usada como un buen recurso, un sorprendente uso de maquillaje y diseño de personajes, bastante entretenida y cargada de emoción y acción. Si tienen oportunidad de aprovechar la versión enfocada en el uso de las pantallas IMAX no lo dejen pasar. Pero aún sin ese despliegue de habilidades modernas del cine, una película para seguir disfrutando de las aventuras en el espacio, la ultima frontera.
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