Películas deportivas hay de todo tipo, desde perros que se unen a un equipo y logran ganar campeonatos, hasta aquellas que cuentan la historia de algún jugador famoso desde sus inicios, pero son pocas las que narran los problemas de algún grupo en situación de vulnerabilidad, y este filme lo hace de gran manera.
Dirigida por Javier Fesser, la película Somos Campeones narra la historia de un grupo de personas con discapacidad intelectual que comienza a ser entrenado por Marco, interpretado por Javier Gutiérrez, un entrenador de primera división española que por azares del destino y malas decisiones terminó ahí.
Después de haber perdido los estribos durante un partido, Marco recurre a la bebida y termina en la cárcel, donde es sentenciado a cubrir su servicio con un equipo de basketball compuesto por personas con discapacidad intelectual. Como la mayoría de las personas haría, Marco al principio se rehúsa a la idea de esto por los problemas que conlleva el hacerse cargo de estas personas, además de lo poco informado que está de las capacidades con las que cuentan estas personas.
Pero poco a poco este equipo comienza a hacerse de un lugar en el corazón del entrenador que se percata de la habilidad con la que cuentan los chicos y conoce más sobre sus historias, por lo que, como toda película que busca transmitir un mensaje, Marco comienza a cambiar a favor del equipo y a defenderlos de personas que, como el, no entienden la situación en la que se encuentran los chicos.
Al igual que todas las películas de deportes, la historia de Somos Campeones tiene un claro camino que va llevando al equipo hacia el partido de campeonato, pero lo que logra que el filme destaque son las actuaciones tan naturales de los integrantes del equipo. El director Javier Fesser optó por trabajar con gente que realmente contara con una discapacidad, aun cuando estos no tuvieran experiencia alguna, por lo que los personajes y sus formas de interactuar son lo más natural posible.
Hablando de la imagen de la película, Somos Campeones no tiene nada fuera de este mundo. Como película dramática la mayoría de los encuadres serán hacia la forma de reaccionar de los personajes y sus interacciones. La mayoría de estos encuadres buscan que el espectador entre en razón de que los personajes, con sus características especiales, son personas capaces de llevar su día a día como cualquier otra persona.
Siguiendo la fórmula de las películas de drama, la música también se hace presente solo en los momentos dramáticos con el fin de acentuarlos y por más simple que parezca logra con su cometido.
Lo único malo de la película es que esta llega a su cúspide a la mitad, cuando Marco cae en cuenta de que el equipo merece el mismo trato que cualquier otra persona, con esto cumpliendo su objetivo de transmitir un mensaje. A partir de aquí el filme mantiene un ritmo entretenido pero que realmente no tiene momentos que emocionen al espectador, por lo que bien podría ser una película que disfrutes un fin de semana mientras realizas otras actividades.
Con todo esto, la razón principal por la que deberían ver la película es por el mensaje que busca transmitir, y es que la manera en que lo hace es tan natural que, a diferencia de muchos comerciales y campañas sociales, el filme logra que el espectador se dé cuenta que las personas con discapacidades intelectuales deben ser tratadas como cualquier persona.