Créanme que de ahora en adelante, cuando hablemos de videojuegos de puzles o rompecabezas, tendremos que tener como referente a The Talos Principle, obra del estudio Croteam, puesta en el mercado por la editora Devolver Digital. ¿Porqué les digo esto? Sigan leyendo y descubrirán a uno de los mejores puzlers de la segunda década del siglo XXI. Pero antes tendremos que hablar de Sigils of Elohim, un mini-juego creado por los mismos desarrolladores, que se puede descargar de Steam sin costo alguno (ésta es la primera vez que haré una reseña doble, pero créanme que está completamente justificada).
Sigils of Elohim es un videojuego de puzles que actúa como preámbulo que, aunque no tiene ninguna relación con la historia que se cuenta en The Talos Principle, nos permitirá desbloquear doce códigos secretos -en total- que se pueden utilizar a suerte de recompensas. Nos encontraremos con tres secciones, nombradas por el alfabeto romano: A, B y C, cada una de las cuales está dividida el cuatro filas, y en cada una de las filas, ocho juegos. Así es, 96 puzles en total. Nada mal para un videojuego gratis. Al terminar cada una de las filas, nos saltará un mensaje con un código parecido a los números de serie de los videojuegos, el cual podremos utilizar en The Talos Principle para obtener sigils o sellos, que se presentan en forma de códigos QR, oportunidades para contactar con los mensajeros (unas entidades de las que hablaremos más adelante) o incluso desbloquear estrellas, que serán fundamentales para entrar a otras zonas en The Talos Principle.
Los puzles son muy sencillos, divertidos y, hasta cierto punto, desafiantes. Consisten en llenar rectángulos con los bloques de Tetris que se nos presentan a nuestra derecha. Algunos de estos serán tan fáciles que los resolverás en cuestión de segundos, pero otros son bastante complicados, pues se componen de muchos bloques y, por lo tanto, nos mantendrá ensayando aciertos y errores por un muy buen rato. Yo completé los 96 puzles en aproximadamente dos horas y media, debido a que tomé algunos descansos cuando un puzle en particular se ponía algo complejo.
Sólo mencionando a Sigils of Elohim, ya les puedo decir que vale mucho la pena. Es corto, cierto, pero es muy divertido y nos predispone a los juegos que encontraremos dentro de The Talos Principle. Sirve de ejercicio mental y, además, nos obsequia algunas recompensas. Y sumemos a eso la famosa frase que tiene absoluta importancia en este caso: it’s free! Pero mandemos de momento a Sigils of Elohim al fondo, pues toca reseñar al que será, sin duda alguna, uno de los multipremiados videojuegos de la editora Devolver Digital, que ya nos han sorprendido muy gratamente en todo 2014.
A diferencia de Sigils of Elohim, The Talos Principle es un puzler 3D en primera persona, al estilo de Portal y Q.U.B.E. Lo que lo diferencia de los anteriores es su enfoque filosófico. Despertamos en el mundo sin saber mucho de éste, y en los cielos escuchamos una voz que se identifica a sí misma como Elohim, nuestro dios —en clara referencia al Génesis de las religiones abrahamánicas—. Por supuesto, no somos Adán encarnado y el tal Elohim no es dios, sumando a que poco después nos enteraremos del verdadero nombre del proyecto: TALOS/SOMA, una inteligencia artificial que está siendo probada.
Los múltiples mensajes que veremos en los muros, en forma de códigos QR, nos muestran que no hemos sido los primeros en aparecer en ese mundo; que han habido otros que han «trascendido», sin saber exactamente qué signifique esa palabra. Las muchas terminales de computadora que aparecerán en el mundo nos irán dando claves de lo que podría estar ocurriendo, pero pronto nos damos cuenta que no estamos solos: la terminal se comienza a comunicar con nosotros y pareciera ser antagonista a Elohim. Y claro está, como había mencionado, tendremos a los mensajeros. Estas entidades parecen ser IA semejantes a SOMA, pero que aparecen cuando se solicita una pista para terminar algún puzle particularmente complejo. Por supuesto, no aparecerán cuando lo queramos, sólo contaremos con tres oportunidades para contactar con los mensajeros, si completamos todo el mini-juego Sigils of Elohim.
En todo juego de tipo filosófico se presentan varias preguntas al individuo, como qué es la consciencia y cómo es que ello nos diferencia de los animales, además de probarnos con la eterna dualidad del bien y el mal. Lo interesante de The Talos Principle es que dichas preguntas van dirigidas a una inteligencia artificial, y nos coloca en el supuesto de que dicho objeto adquiera la primera gran característica que nos hace humanos… y personas, y por lo tanto, deifica al instante al hombre. ¿Porque qué otro ser sería capaz de crear vida inteligente, si no Dios?
Desde mi punto de vista, The Talos Principle es un acercamiento a uno de los grandes misterios de la humanidad, que se torna divertido y desafiante gracias a los puzles y a los varios gadgets de que podremos hacer uso para terminarlos. Dentro de cada uno de los tres mundos encontraremos, además de los sigils o sellos que requerimos, algunos audios que nos mostrarán la vida de la verdadera desarrolladora del concepto en el que estamos inmersos, y si ponemos la suficiente atención y nos empecinamos, podremos recuperar algunas de las estrellas que están escondidas en cada nivel. Estas estrellas desbloquean niveles adicionales, que una vez resueltos, nos permitirán acceder a otras zonas de cada mundo.
Desde el punto de vista narrativo, The Talos Principle nos ofrece una experiencia tan agradable como la que han entregado títulos más comerciales, como la pequeña saga de Portal. Tiene una historia interesante y la información que se nos presenta en las terminales es muy ilustrativa. Nos plantea cuestionamientos de toda índole a la personalidad y lo que eventualmente estaremos experimentando a lo largo del juego. Incluso la gran pregunta sobre la ausencia de Dios forma parte del concepto. Si la inteligencia artificial ha adquirido consciencia, entonces es una persona, y si es así, el hombre es dios. ¿Y dónde está ese dios? Pues vemos que hay en entorno que fue creado, y un ser que se dice dios pero que no lo demuestra, pues podemos salir de su esfera de control. En fin, no sólo es divertido sino que nos pone a meditar. The Talos Principle nos obliga a plantearnos ciertas preguntas en nuestra propia existencia.
Lo siguiente que me viene a la mente de ambos juegos mencionados en esta reseña es el apartado musical. Aunque aparentemente no tiene mucha variedad, los temas musicales que se han seleccionado tienen las características necesarias para mantenernos dentro del juego, casi sumidos en un estado hipnótico: en el mundo romano escucharemos cantos en latín; en el egipcio, música faraónica. Sin ningún problema puedes pasar dos o tres horas pegado a la pantalla, tratando de terminar los niveles, y no darte cuenta de ello hasta levantarte de la silla. Eso, para mí, es un mérito muy importante. El factor de adicción de un videojuego debería ser, en mi opinión, el de mayor peso, y The Talos Principle lo tiene a raudales.
Y pasando a lo lúdico, ambos juegos son fenomenales. Sigils of Elohim nos presenta un reto en 2D con bloques de Tetris. Para un vintage gamer como yo, que ya rondo los 39 años de edad, tiene el toque retro necesario para tomarlo con determinación. Para los jóvenes, seguramente será muy agradable. Y sin embargo, por mucho, los mejores puzles se encuentran en The Talos Principle. Nos toparemos con aquellos que sólo requieran actuar de forma lógica, y otros que serán verdaderos problemas porque no sólo tendremos que tomar en cuenta el sistema desde el 2D visto desde arriba, sino que verdaderamente tendremos que pensar en 3D y meternos de lleno en el ambiente. Si yo tuviera pelo, ya me habría arrancado algunos. Visualmente, Sigils of Elohim no es nada especial. No requiere serlo. Pero The Talos Principle tiene renders tan impactantes como los que podemos ver en los juegos comerciales. Siendo este un juego indie, tiene otro tanto de mérito.
Concluyendo… The Talos Principle es, de forma innegable, uno de los mejores puzlers que han aparecido en la escena gamer en varios años. Es adictivo, tiene un trasfondo de corte filosófico que le gustará a las personas mayores, incluso algo de temática mitológica de Grecia y Egipto que nos hará pensar sobre paralelismos entre el supuesto que se plantea y la historia de la humanidad. No sólo se trata de resolver puzles. Tiene un gran contenido y creo que, como yo, sabrás apreciarlo. Para mí, si hubiera que darle una calificación, sería 9. Y es que algunas de las estrellas que se encuentran ocultas en los niveles, de verdad son inalcanzables. En ese aspecto, podrían haber bajado un poco la dificultad o hacerlo un poco más evidente. Sin duda, debes tenerlo en tu librería de Steam. ¡Corre por él!
