Selma: El Poder de un Sueño, es una película biográfica que fue producida por Oprah Winfrey y que, al parecer, entre el hecho de no haber sido promovida en festivales importantes al final del año y algunas controversias que se han dado tras algunos eventos sangrientos interraciales, la cinta no logró más que dos nominaciones al Óscar. Pero eso no significa que no tenga argumentos para competir por los dos premios que busca. De hecho, si uno viera entre líneas esta cinta, que sigue la linea narrativa que vimos en Lincoln hace dos años (el centrarse en un evento en particular, más que explorar toda la vida de Martin Luther King) y la aún polémica cuestión racial que le dio el Óscar a Mejor Película a 12 Años Esclavo el año pasado, podemos imaginar que la Academia no quiso arriesgarse a dar dos años seguidos un premio por la misma temática, la lucha por igualdad entre razas.
Aún asi, Selma tiene muchas virtudes que son dignas de subrayarse, el trabajo de la directora Ava DuVernay que le dio una nominación al Globo de Oro y que sabe llevar a buen término toda la gama de momentos que conlleva la trama de la película, desde el dramático atentado de un templo en Birmingham, Alabama, que mata a cuatro niñas, hasta la marcha triunfal que King y sus seguidores hacen desde Selma hasta Montgomery en el mismo estado.
Y la joven directora no duda en retratar cada uno de los momentos con un cuerpo actoral donde destaca David Oyelowo (El Mayordomo de la Casa Blanca) haciendo una rendición impresionante del reverendo Martin Luther King quien, regresando de ganar el Premio Nobel de la Paz, busca que las personas afroamericanas tengan el derecho a votar que se les ha negado en el estado de Alabama. Pero deberá enfrentar a la lentitud de acciones del Presidente Lyndon B. Johnson (Tom Wilkinson, convincente en su personaje) y a la violencia de las acciones del Gobernador George Wallace (Tim Roth, eterno villano) quien busca reprimir sus acciones.
Oyelowo simplemente cubre las facetas de King al grado de conmovernos en distintos momentos, desde la inseguridad de proseguir con sus acciones, el agotamiento mental y físico de esas tareas y la tristeza que provocan las perdidas en el camino, tanto físicas como espirituales, hasta la convicción y fortaleza al continuar actuando, lo que lo llevó a ser uno de los mejores oradores de la historia norteamericana y uno de los activistas mas reconocidos de la historia. Definitivamente, un actor que debió estar nominado al Óscar y que debió estar en lugar de otro actor que hizo un personaje mas patriótico.
El resto del cuerpo actoral gira bastante bien en torno de Oyelowo, incluyendo a Oprah Winfrey, quien tiene un papel pequeño pero determinante. Ningún actor en la cinta escatima riesgos físicos o buenas actuaciones para llevar a buen termino, pero ninguno logra destacar encima de Oyelowo, que se lleva la cinta.
Es cierto, la cinta debió generar muchos comentarios, seguro algunos mostrarán indignación y hasta dirán que la violencia es exagerada y que seguramente no están poniendo las acciones violentas que tomaron del otro lado de la cancha (hay un pequeño cameo histórico de Malcolm X que tiene peso en la historia, pero hasta ahí) y uno como cinéfilo y fuera de la cancha política de este evento solo puede decir ¿hay violencia que no sea exagerada? ¿no es la violencia una exageración?
Como toda cinta, Selma tiene algunos detalles, quizá el hecho de que a veces la trama cae en momentos lentos, esos momentos en que tras algo de violencia o activismo vienen pausas en donde realmente la cinta queda a prueba, momentos en donde Oyelowo y los actores que comparten pantalla con él, deben mostrar esa humanidad que en la vida real no se debía mostrar, y en mi opinión hay momentos en que se consolidan muy bien las escenas (como cuando le habla a una mujer para que le cante una canción Gospel para reconfortarlo) y otras escenas donde ya quería que pasaran al siguiente evento (como la conversación con un activista en el coche), momentos que fueron muy pocos afortunadamente.
Selma está aderezada con un trabajo con la cámara que pudo haber sido formidable si no hubieran exagerado tanto en algunas tomas que se ralentizaron con fines dramáticos. De hecho, el explosivo atentado de Birmingham termina siendo un intento inútil de mostrar algo artístico en la violencia.
La banda sonora es una de las mejores del año. Se acomoda muy bien a la temática de la cinta entre cantos gospel y tonadas sureñas. El tema con el que cierra la película, Glory, es una canción que fusiona Gospel y Hip Hop de una manera conmovedora y será ganadora de los Óscares del próximo domingo. Una pena que esto suene más a premio de consolación que un premio por su propio mérito.
Quizá la peor parte aquí es la poca promoción en México de la cinta y que el subtítulo que le agregaron en español, que remite a la famosa frase «Yo tengo un sueño…», haga que la película suene más a una cinta de fantasía juvenil que a un evento real que muchos no conocemos.
Aún así, Selma es una película que merece mucha atención y debió estar mejor colocada en las nominaciones de este año. Para mí ya es una cinta ganadora que recomiendo que vayan a ver.
Calificación: 9