Riddick es un regreso a lo que es la serie original que comenzó con Pitch Black y su secuela The Chronicles of Riddick, que a pesar de ser buena, si se sale un poco del guion de lo que fue su primer filme. Sin embargo Riddick, que es la tercer película de la franquicia es una más que decente opción para los fans de este personaje, aunque no dé algo nuevo con lo cual podamos decir que la franquicia goza de buena salud.

Nos encontraremos con un Riddick solitario, después de los eventos con los Necromancers en la segunda película, que se aísla más en un planeta dominado por unas criaturas mortales y donde su único pase de salida es llamar a quien no debería, y con quienes siempre ha tenido problemas, que son los caza recompensas.

Los mismos que llegan en dos grupos, uno es liderado por Santana, caracterizado por Jordi Mollà, y su grupo, que contiene a personajes de la talla de Dave Bautista, o Batista para los cuates de las luchas, personificando a Díaz. El segundo equipo es más que nada una célula paramilitar liderado por Johns quien es el padre de Cole Hauser que salió en Pitch Black, y también esta Dahl personificado por Katee Sackhoff.

Un buen tramo de la película es solamente Vin Diesel, ya que estaremos presenciando como Riddick sobrevive al entorno hostil, y de manera repentina sale de cuadro cuando los caza recompensas son aniquilados por las bestias del planeta.

Esto si que será un problema.

En sí, el universo creado alrededor de Riddick es fascinante, las bestias, planetas, especies alienígenas así como las distintas civilizaciones son cosas que le dan una mayor profundidad a este personaje, sin embargo existen algunos toques por tratar de suavizar o humanizar al personaje, lo cual puede ayudar para introducir al mismo a un nuevo público, pero podría alejar a los fans de la serie, ya que Riddick se caracteriza por ser un personaje duro. Aun así, la película no tiene ningún momento tipo “John Carter” donde vimos a un personaje suavizado al extremo y fallando de manera sublime en su intento de captar a la audiencia, afortunadamente Riddick  no sufre de esto.

Si algo tiene la película es ritmo, ya que te va presentando los escenarios de una manera calmada, en ningún momento se siente una prisa frenética repleta de explosiones como si estuviéramos viendo Iron Man 3, no, aquí el escenario se te presenta obscuro, un poco sucio, además de que se acopla perfectamente al estilo metódico de Riddick para cumplir su cometido.

Los efectos de CGI, debemos decirlo, son de buenos a excelentes, la mascota que adopta Riddick se ve impresionante, sin embargo esto pasa a segundo plano si estas enganchado con la trama, y de verdad que el tiempo de duración de la película (2 horas y media) se te puede ir muy rápido, aunque en los últimos minutos uno puede empezar a decepcionarse, pero esto no es de sorprender ya que el filme no tuvo el mismo presupuesto que tuvo en su tiempo The Chronicles of Riddick. También no se salva de sus discrepancias, ya que las criaturas que habitan el planeta donde se encuentra Riddick nos las presentan como unas bestias letales, sin embargo ya en los minutos finales son demasiado fáciles de matar y tenemos a un Riddick muy pasivo en un momento clave y su supervivencia depende de otros.

Le faltó un poco más y hubiera sido épico.

¿Riddick cumple con las expectativas? En muchos sentidos, sí. Es una película al más puro estilo de Vin Diesel, donde se impone por su físico matando monstruos y personas indeseables en su camino. Predecible, por supuesto que lo es, aquí no estamos hablando de un drama, estamos hablando de una película de Riddick, donde la acción es el plato fuerte, y si a esto le añadimos que es un regreso a la premisa básica de Pitch Black tendremos una película sumamente entretenida y que dejará satisfecho a más de uno.