Hoy en día estamos viendo como juegos de antaño regresan en forma de alguna remasterización o remake, integrando nuevas mejoras o mecánicas para hacer el título relevante, pero pocos toman un título de hace más de 50 años y lo cambian completamente de género.

Tal es el caso de Pong Quest, la nueva apuesta de Atari y Chequered Ink Ltd. para traer de vuelta a un viejo muy conocido: Pong. El viejo título basado en el tenis de mesa regreso y no en forma de fichas, sino en forma de un RPG donde deberás enfrentar a diferentes enemigos y jefes en cada uno de los niveles.

Comenzando como una simple paleta de Pong, el rey nos envía en una misión super especial de la cual no está seguro si volveremos, la misión de recuperar el control de su castillo y de paso recolectar 4 orbes especiales para abrir la puerta secreta. A través de cada uno de los cuartos especiales tendremos que pasar por diferentes niveles y finalmente enfrentarte al jefe final para liberar a las personas atrapadas y regresar el orden.

Realmente es una premisa básica y a través del título no hay desarrollo de la historia, solo comentarios del rey preguntando como es que has logrado sobrevivir hasta ese punto. Pero realmente esto no es importante porque el punto fuerte sigue siendo el mismo que hace 50 años: golpear la pelota y que toque la pared que defiende tu enemigo.

A pesar de que la mecánica principal es la misma, Atari revitaliza la jugabilidad tradicional con elementos RPG, una mezcla que jamás en mi vida habría pensado ver. Para empezar, ahora no basta con hacer que la pelota toque la pared del enemigo, sino que primero tienes que bajar la vida de la paleta contraria. Para hacer esto basta con hacer que la paleta enemiga golpeé una y otra vez la pelota y así bajar un punto de vida por cada golpe, además, si la pelota golpea la pared enemiga el golpe será daño crítico y disminuirá aun más la vida del enemigo.

Pero no se detiene aquí las mecánicas de RPG, y es que cada que derrotas a un enemigo obtendrás experiencia con la que podrás subir de nivel y adquirir diferentes habilidades o mejoras a tus estadísticas. Y si esto no es suficiente, los diferentes enemigos cuentan con pelotas especiales, las cuales puedes recoger como si fueran ítems y puedes usar durante tus combates, estas pelotas van desde el simple curarte hasta crear un muro como el del juego Breakout o aparecer un Centipede que pondrá hongos en tu arena que pueden repeler la bola.

Realmente estas nuevas habilidades y pelotas hacen más interesante el juego, y la gran variedad que podemos encontrar a través de los diferentes niveles, así como el que cada nivel tenga poderes característicos hace que el progreso sea claro y le de versatilidad al juego. Es cierto que algunos de estos poderes puedan considerarse mejores que otros y que tenga un poco de desbalance, pero en un juego que no es realmente tan serio no hay de qué preocuparnos.

Lo que si queda a deber es que la pelota no es tan responsiva como originalmente lo era, en juegos previos podíamos cambiar la dirección de la pelota con la forma en que la golpeáramos, incluso llegando a utilizar los extremos de la paleta para incrementar la velocidad de la pelota. Esto es compensado un poco por las diferentes habilidades de la pelota, pero para los veteranos de Pong tardarán un poco acostumbrarse al movimiento de la paleta y como golpear la pelota.

En cuanto a los gráficos podemos decir que son un poco básicos y lo único destacable es que varían bien entre cada una de las zonas, pero al no ser realmente lo importante del juego, digo recordemos que el juego original era en blanco y negro, no afecta en como disfrutemos el título.

Algo similar podemos decir de la música, es buena y ambienta adecuadamente las diferentes zonas y peleas del juego, pero no es nada destacable.

Pong Quest es una oferta realmente interesante y fresca para el titulo simple de hace más de 50 años, es difícil entender porque implementar mecánicas de RPG, pero realmente funciona. Con una jugabilidad simple pero entretenida, esta nueva oferta de Atari es algo que tienen que probar.