Stephen Frears, quien llevó a Helen Mirren al Óscar a Mejor Actriz por La Reina hace algunos años, dirige una cinta con ese tono humano que le ha caracterizado y logra como resultado una producción que logra varias nominaciones al Óscar, Philomena. Los invito a que vean mi opinión de ésta cinta.
Un periodista sin empleo, Martin Sixsmith (Steve Coogan), cruza caminos con una amable y devota señora llamada Philomena (Judi Dench), una mujer que se vio obligada a dar a su hijo en adopción y que lleva 50 años sin saber de él. El deseo de Martin de escribir un reportaje «con calidad humana» y el deseo de Philomena por ver a su hijo desatará un viaje que, con muchas desviaciones, revelará muchos secretos, algunos que no serán precisamente del agrado de los protagonistas.
La cinta aborda un tema muy delicado, pero Frears sabe utilizar la polémica relacionada con las acciones de las Hermanas del Sagrado Corazón (quienes vendieron a muchos niños a ciudadanos americanos) para ayudar a contrastar las personalidades de Martin y Philomena. El reportero, ateo y con algunos escrúpulos, llega a contrastar con la personalidad amable, religiosa y dispuesta al perdón de Philomena. Estos tipos de personalidades en momentos hace notar que la química de esta pareja dispareja pudiera ser peligrosamente explosiva, pero que de alguna manera logra hacer que ambos personajes congenien en una puja de intereses que ponen en peligro la búsqueda en momentos.
El resultado es bastante bueno, especialmente al ver actuar a Judi Dench, a quien ubicarán por sus actuaciones como M en las cintas de James Bond. Es difícil imaginarse a la misma actriz que interpreta a la dura y fría jefa de Bond en un papel tan suave y tan tierno que realmente libera los sentimientos de Philomena y ayuda al cinéfilo a sentir realmente simpatía y tristeza por ella. Es una actuación que la acercó mucho al Óscar a Mejor Actriz y, aunque no lo ganó, Dench concreta una de las mejores actuaciones de su carrera.
Otro factor donde la película pudo haber salido victoriosa con un Óscar es en su guión, adaptado del libro El Hijo Perdido de Philomena Lee de Martin Sixsmith (los eventos son reales). Es una historia que envuelve bien al cinéfilo sin perder el ritmo, manteniendo interés por conocer todos los detalles de Philomena, su hijo y las reacciones de Martin. Era difícil su categoría, hubiera sido agradable que se ganara el premio.
Pese a todo, no tenía el potencial a ganar Mejor Película. Es una cinta bien elaborada y puedo afirmar que merecería los dos premios arriba mencionados, no obstante, la cinta toma de pronto la carga de basarse en hechos reales y en ratos falla un poco la credibilidad, sobretodo al cerrar cabos sueltos. El punto a favor es al abordar los temas polémicos de la cinta, caso contrario es el que pesa en el resto del cuerpo actoral que no logra el soporte para darle fuerza a la cinta, especialmente por Steve Coogan quien es un buen guionista, pero no luce mucho en su papel.
La cinta merecía sus nominaciones al Óscar y el reconocimiento del público. La recomiendo si quieren ver temas polémicos pero tratados con un toque humano y suave, una cinta que invita a pensar y a conmoverse con la reacción que la gente tiene ante algunas injusticias que las autoridades, sobretodo las religiosas, provocan.
Calificación: 8.5