Phantom Breaker: Battle Grounds es la más reciente entrega en el género beat-em-up de Division2 para la PSVITA, basado en una franquicia con la cual es posible que no estés familiarizado, pero sin duda, una mezcla extraña pero divertida de distintos géneros, todo en un encantador sistema grafico de 8 bits y lo mejor de todo fácil de jugar.
Al comenzar el juego, instantáneamente estarás encantado por los personajes al estilo chibi y coloridos sprites que adornan la escena de apertura. Al comenzar te narran una historia sobre tu antagonista, que es llamado «Phantom», el cual ha secuestrado a la hermana de una de las cuatro chicas guerreras, las cuales se pusieron en marcha en una búsqueda para encontrarla. Después de la primera batalla, que podríamos llamar un tutorial, te encuentras despojado de tus poderes y absorbido por un vórtice dimensional, mientras llegamos a un mundo en el cual debemos de luchar por todo el camino, recuperar nuestras habilidades, así como rescatar a la hermana de Mikoto.
Si bien la mayoría de los scrollers secundarios son incursiones al caos de presionar botones, Battle Grounds añade algo un poco diferente a la mezcla. Es decir, la variedad de movimientos. Puesto que es un spin-off de un juego de lucha, su disposición de los botones – con débil, medio y ataques fuertes, más un botón de movimiento especial – en combinación con la entrada de dirección, permite una amplia variedad de ataques combinados con los que podrás derrotar a tus enemigos.
Los personajes pueden lanzarse hacia delante de manera vertiginosa, poner guardia, contraatacar, e incluso saltar hacia atrás y adelante entre el fondo y el primer plano para luchar contra los enemigos, lo que logra dar un increíble percepción de que el escenario es más grande de lo que se ve. Esta diversidad hace que Battle Grounds destaque sobre los juegos de acción normales, gracias a la gran cantidad de combos que puedes ir formando mientras equipas a tu personaje con distintos poderes y habilidades.
El juego cuenta con dos principales modos de juego, el modo historia para un solo jugador, y un modo árcade en el que puedes intentar superar las puntuaciones más altas. La duración aproximada del modo historia es de cinco horas, y en el modo árcade puede variar de acuerdo a tu habilidad, algo como el estilo horda en otros juegos.
Inicialmente, hay cuatro guerreros para elegir, con más personajes desbloqueables mientras avanzas en el juego (y un quinto disponible en un DLC que también eleva el límite de nivel a 99). Tenemos a la maestra de la espada Mikoto cuya hermana ha sido secuestrada, con lanza en mano, tenemos a la Doncella del Santuario de Waka, Itsuki, la aliada de la justicia con su martillo mágico, y a la ninja girl, Yuzuha, cada personaje tiene su propio estilo único de lucha y distintos vestuarios entre los cuales solo cambias a tu color favorito.
Los gráficos con sprites de la vieja escuela realmente se prestan a la jugabilidad, y el diseño de niveles se suma a la sensación general del juego. Distritos japoneses reales como Akihabara se ven fantásticos y el conjunto de aspecto estilizado 2D contra los sprites retro es grandioso, haciendo que se vea como un anime. Una ciudad llena de enemigos que van desde hombres de negocios, rockers, tipos con orejas de gato y hasta demonios gigantes. El audio también es fantástico, con una puntuación chiptune dirigiendo la acción de la vieja escuela.
Si bien hay una buena variedad de movimientos a realizar, presionar botones alteradamente te dará los mismos resultados. El juego en línea es grande, pero todavía hay una buena cantidad de retraso que dificulta un poco la experiencia. Como es normal con todos los beat-em-up, puede ser un poco repetitivo después de un rato, con múltiplos del mismo tipo de enemigo que parece una clonación sin sentido. El juego está fuertemente inspirado en los juegos de lucha, tanto que parece favorecer el d-pad más el stick analógico.
Phantom Breaker: Battle Grounds es un juego simple que cualquier persona puede jugar, pero oculta una sensación más profunda de combos como un juego de lucha tradicional lo haría, al tiempo que añade un árbol de habilidad para defensa, ataque y velocidad como todo un juego de rol. Con sus coloridos personajes, magníficos sprites, pistas de 8 bits, y múltiples modos de juego, este juego llega a refrescar la escasa gama de posibilidades en la PSVITA que a pesar de que no aprovecha todas sus capacidades, es claramente una de las opciones más divertidas disponibles.