Polémico estreno se llevó a cabo la semana pasada con el lanzamiento de la película Noé. El filme dirigido por Darren Aronofsky y protagonizado por Russell Crowe, Jennifer Conelly, Ema Watson, Logan Lerman y Anthony Hopkins; ofrece un punto de vista diferente al que conocemos sobre la creación, el profeta Noé y «El gan diluvio«.
Esta cinta muestra la historia de Noé (Russell Crowe), uno de los pocos descendientes de Set, uno de los hijos de Adán, y de su lucha por sobrevivir de los sanguinarios y destructores hijos de Caín (hermano de Set). Un día Noé tiene un sueño en donde se le revela que el mundo será destruido, por lo que él y su familia emprenden un viaje para buscar respuestas. Durante su camino encuentran a Ila (Ema Watson), una niña herida y huérfana quien se une a a su travesía. Posteriormente Noé se reúne con su abuelo Matusalén (Anthony Hopkins) quien le brinda las herramientas necesarias para comenzar el mandato de El Creador, la construcción de un arca para salvar a la vida del planeta.
En cuanto al desarrollo de los personajes, creo que estuvo muy bien explorada la parte humana, pues al ver un Noé que toma decisiones sobre la vida y la muerte de otras personas, contrasta con el estereotipo popular de aquel profeta bueno, salvador, caritativo, etcétera. Por otro lado, los conflictos familiares son muy bien ejemplificados por medio de situaciones cotidianas por las que todos hemos pasado. Sin embargo, al tener personajes que hasta se puede decir que conocemos en la vida real, las actuaciones no son pieza clave del desarrollo de la película, es decir, los actores cumplen con su trabajo y hasta ahí.
Noé no es una película religiosa (sin embargo hay varias referencias a la Biblia) y se debe estar consiente de esto, tampoco es histórica como trató de ser La Pasión de Cristo, de hecho, la cinta muestra personajes muy humanos, el famoso profeta de la antigüedad refleja dudas y problemas que derivan en los conflictos de la trama. A pesar de esto, Noé es una película reflexiva pues implícitamente trata temas ecológicos actuales.
La película tiene una duración de 132 minutos, pero por ahí del comienzo del tercer tercio siento que se cae un poco la acción presentada a la mitad y es sustituida por muchos diálogos, lo que afecta el ritmo y provocan que se haga un poco tediosa.
En conclusión, la película Noé no es una película para cualquier tipo o público por los temas involucrados con la religión, sin embargo muestra un punto de vista diferente al conocido, así como personajes muy humanos. Las actuaciones son aceptables, pues no hay uno que resalté más que los demás. Algo que resulta muy bien trabajado durante este filme es la selección de ubicaciones, al representar un mundo sin grandes asentamientos humanos, las paisajes y la naturaleza nunca dejan de estar en pantalla. Al final te invita a reflexionar.
Gracias a Servifilms por la invitación a la función de prensa.
Calificación: 7
