En los comics de DC, tenemos una poderosa Trinidad de superhéroes la cual está compuesta por Superman, Batman y la Mujer Maravilla. Durante los años hemos visto como los dos primeros héroes han tenido varias series de televisión, películas y videojuegos, mientras la Mujer Maravilla solo ha tenido apariciones como parte de la Liga de la Justicia en sus diversas adaptaciones animadas.

Tras su breve, pero intensa aparición en la cinta Batman v Superman: El Origen de la Justicia, tenemos la primera película de la Mujer Maravilla, la cual es dirigida por Patty Jenkins (Monster) y donde vemos a Gal Gadot volverse a poner la armadura de la heroína de Themiscira, acompañada de Chris Pine (Star Trek), Connie Nielsen (Gladiator), Lucy Davis (Shaun of the Dead), Robin Wright (House of Cards), David Thewlis (Harry Potter) y Danny Huston (X-Men Orígenes: Wolverine) entre otros actores.

La cinta nos cuenta como Diana, la princesa de la paradisiaca isla de Themiscira, rescata a un soldado llamado Steve Trevor de un ataque de las fuerzas alemanas en la Primera Guerra Mundial que se da frente a su isla y, al enterarse de que se está dando la «Guerra que acabará con todas las guerras» decide abandonar la seguridad de su isla para tratar de acabar el conflicto con sus propias manos, sin tener conocimiento del mundo exterior.

Gal Gadot regresa a contarnos el origen de la Mujer Maravilla

Después de lo visto en las cintas de El Hombre de Acero o El Origen de la Justicia, era preocupante ver el desarrollo que tomaría Mujer Maravilla y lejos de buscar meterse de lleno en la oscuridad que Zack Snyder ha implantado en las cintas anteriores, Patty Jenkins decide ir por su propio camino y entregar una historia que cuenta de manera ágil los eventos, sin aundar en demasiados detalles ni guiños a los diferentes mitos que han creado las diversas continuidades de los cómics tanto en la versión que conocimos en los ochenta, como en la versión que se fue gestando en The New 52, que, dicho sea de paso, generó la versión más poderosa de Diana.

Pero de ahí debemos tomar en cuenta la reubicación de la primera aventura de la Mujer Maravilla a una época muy distinta de su origen en los comics o en la serie de televisión de Lynda Carter, pues en lugar de colocarse en la Segunda Guerra Mundial, se coloca en la Gran Guerra y si bien esto trata de esquivar las comparaciones con Capitán America: El Primer Vengador, no podemos notar que muchos detalles de esta cinta se alcanzan a percibir en Mujer Maravilla.

Y aunque podemos decir que suena que faltó algo de originalidad en ese rubro, lo logra compensar Jenkins con el hecho de que estamos acomodando a un pez fuera del agua y con un grado más alto de dificultad, pues tenemos a una poderosa guerrera sin conocimiento del mundo exterior, en el cual los hombres gobiernan y las mujeres quedan en plano secundario, donde contrastan las supersticiones con la tecnología, donde todo parece indicar que esos mitos de los dioses griegos parecen no ser reales; en fin, donde pronto comprobará Diana que la inocencia viene en blanco y negro y la realidad en muchos tonos de gris.

Chris Pine interpreta a Steve Trevor, el hombre que conecta a Diana con el mundo exterior.

Precisamente esa inocencia nos dará varios de los momentos más graciosos de la película que ayudan a hacer la historia un poco más ligera y masticable que lo hecho por Snyder y evitan que esperemos con ansias las escenas de acción que resaltan mucho durante la película.

En cuanto al desarrollo de los personajes, podemos ver que Gal Gadot ha logrado hacer suya el personaje de Diana, está claro que Gadot no va por premios de actuación pero si está consolidando su posición como actriz de acción y vemos que también que no le cuesta trabajo mostrar diferentes sentimientos durante la película. En pocas palabras Gadot ha demostrado el por qué fue seleccionada para realizar a la Mujer Maravilla y, sin duda, va que vuela para ser la actriz que podría salvar a la cinta de la Liga de la Justicia al paso que va su personaje.

Sin duda la mayor sorpresa de la película es el desarrollo del villano, podemos encontrar que este es, sin duda, el más impredecible que hayamos visto en la historia de las películas de superhéroes. Aunque afloja un poco al final, debemos aceptar que hasta el mismísimo Loki aplaudiría lo que hizo en esta película.

De los personajes secundarios,  tenemos a Steve Trevor, interpretado por Chris Pine, quien aprovecha la experiencia ganada en Star Trek, para ponernos a un espía arrogante, pero con varios momentos heroicos, con algunos momentos de humor (incluso uno que otro chiste picante) y que realmente muestra química con Gadot para interpretar a su compañero en batalla y, quizá algo más.

Diana se prepara para conocer el mundo exterior

Ahí de pronto también resaltan Connie Nielsen y Robin Wright, quienes interpretan a Hypolita y Antiope, madre y tía de Diana, las cuales contrastan en ese eterno balance a la hora de las decisiones más importantes. En contraste a otros personajes, sus apariciones son breves, pero saben aprovechar su momento en la película para enseñar a Diana diferentes cosas, entre sus habilidades de pelea y su manera de pensar en el mundo exterior que pronto visitará.

De ahí podemos encontrar a otros personajes que logran aprovechar su momento en la película como los mercenarios que acompañan a Steve y a Diana, donde resaltan Ewen Bremner (¡Spud!) y Said Tagmahoui contribuyendo a hacer un poco más llevadera la presión de la guerra o a Danny Huston y Elena Anaya como los principales baluartes del lado enemigo, un Huston que, aunque no convence mucho en su acento, logra darnos un general alemán con excelentes tonos de villanía, y a Elena Anaya como la Doctora Veneno que logra darnos una buena ejecución de su personaje con tonos misteriosos y un acento siniestro.

En cuanto a términos de producción, hay momentos donde es bastante notable el uso de los efectos por computadora y puede ser que algunas escenas clave sean arruinadas por un abuso de dichos efectos, pero, en lo que concierne a las batallas, dichos efectos visuales realmente trabajan para aumentar la intensidad de los combates que se están realizando y si, hay momentos en que casi aplaudes lo logrado o puedes quedar murmurando de lo exagerado que quedó. Encontrarás momentos que veremos que logran superar lo visto en El Hombre de Acero, pero otros donde las comparaciones con los animes japoneses son inevitables.

Todo indica a que nunca veremos a Elena Anaya sin una máscara o maquillaje en alguna otra cinta.

En la banda sonora, podemos ver que Rupert Gregson-Williams sabe aprovechar el momentum que dejó el tema que le compusieron Hans Zimmer y Junkie XL a la Amazona en El Origen de la Justicia y extiende la tonada a diferentes momentos de la película, aunque también sabe trabajar la música en otros momentos de la historia y logra saber manipular un poco los sentimientos de la audiencia, para generar algo de gracia o drama.

Tengo que afirmar que Mujer Maravilla es lo mejor que le ha pasado al Universo Cinemático DC, que por fin logra sacudirse un poco de los errores que las producciones anteriores han tenido. Aunque será inevitable la comparación con la primera cinta del Capitán América o con Thor (irónicamente la segunda cinta de Thor se había manejado originalmente con Patty Jenkins) de lejitos, de cerca notamos un excelente viaje físico y espiritual que Diana de Themyscira realiza como una inocente guerrera para transformarse en la heroína más respetada del Universo DC y, por ahora, aún más respetada que Batman y Superman en el Universo Cinemático.

Debo afirmar que no solo recomiendo esta película sino que estoy ansioso por saber si tendrá alguna secuela, considerando que tiene una distancia de 100 años a los eventos de El Origen de la Justicia, hay mucha tela de donde cortar.

Agradecemos a Warner Bros. por la invitación a la función de prensa en Guadalajara.

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