En los años recientes Disney esta consolidando algo que podríamos llamar una tercera era dorada en sus animaciones, siendo la primera aquella que tuvimos en las décadas de los cuarenta y cincuenta donde cintas como Pinocho, Dumbo y La Bella Durmiente conquistaron a las audiencias, mientras la segunda fue entre 1989 y 1994 cuando La Sirenita, Aladdin, La Bella y la Bestia y El Rey León revivieron a una compañía que parecía haber muerto con la baja calidad de la animación de los setenta.

La tercera era, que denota una fuerte influencia de Pixar, quien sostuvo a Disney en los años donde la compañía de Mickey Mouse parecía sucumbir ante las propuestas de Dreamworks y otras compañías, se inauguró con Enredados y ha logrado expandirse bien con cintas como Frozen: Una Aventura Congelada y Zootopia, ¿es entonces Moana: Un Mar de Aventuras la confirmación de que Disney ha regresado para dominar por enésima vez el complicado mercado de las cintas animadas?

maxresdefault-17
Desde pequeña Moana parecía ya conocer su destino…

Bajo la dirección de Ron Clemens, Don Hall, John Musker y Chris Williams, Moana: Un Mar de Aventuras presume en su versión en inglés un elenco de actores originarios de las islas del Pacífico Sur entre ellos la novata Auli´i Cravalho, Dwayne «The Rock» Johnson y Temuera Morrison, además de las voces de Jermaine Clement y Rachel House (incluso hasta el ex-jugador de los Pittsburgh Steelers, Troy Polamalu, hace oír su voz en esta cinta en un personaje relativamente pequeño).

Moana es una joven que esta destinada a liderear a su tribu que vive en una apacible isla en el Pacífico Sur donde tienen lo necesario para vivir. No obstante ella siente que su destino está más allá del arrecife que rodea a su isla, y esa sensación aumenta cuando los recursos de la isla comienzan a agotarse y se dé cuenta que es la elegida por el Océano para buscar al semidiós Maui y juntos poder arreglar el fenómeno que pone en peligro la vida de su gente y la isla misma.

No debemos negar que esta historia la hemos visto constantemente en las historias de Disney, la de una persona que debe superar, no solo los obstáculos que se le pondrán enfrente (y vaya obstáculos que enfrentará, entre una tribu de piratas  en forma de coco que emulan a las épicas escenas de Mad Max: Fury Road o un titánico dios de lava) o los que le propondrán los dos elementos que están en su tripulación, el poderoso y orgulloso semidiós Maui y el gallo descerebrado Heihei quien se presta para los clichés cómicos, sino, más importante, el conflicto interno que nace y crece durante el desarrollo de la trama, ese que desatará ese momento «libre soy» que el público podrá terminar aplaudiendo o sentir que lo vió en una cinta con 40 grados menos de temperatura.

moana-disney
La animación del océano es impresionante

Pero algo que funciona es que aquí si logramos encontrar una historia que cuaja mejor en la narrativa de una heroína que no necesita de un príncipe que la salve, vamos, incluso Maui termina solo como una de las herramientas para dicho objetivo, Moana tiene un soporte mucho más elaborado en su estructura moral que nos permite lograr creer más en su personaje sin caer en los detalles cursis que le quitaron fuerza a Mérida en Valiente o a Elsa en Frozen. Es una heroína que permite incluso sentir a la audiencia masculina sentirse incluida en su aventura y evitar que la calidad de la cinta sea solo una excusa para dotar de nuestras hermanitas o hijas de muñecas para Navidad.

Este año yo criticaba que el mayor problema de las cintas comerciales han sido la debilidad de los villanos principales, y entonces se atraviesa esta cinta, con unos villanos que van de lo tierno a lo horripilante, cada uno con una agenda distinta y que resulta en momentos que van desde intensas persecuciones hasta un gran número musical que no pierde el ritmo aunque haya algunos puñetazos de por medio, ahora si dieron en el clavo con villanos que realmente trascendieran en la trama, incluso un villano final que me hizo pensar en la cinta de Princesa Mononoke, con sus villanos que tenían sus razones y fundamentos para ser odiados, pero también creados para que el público pueda  sentir compasión por ellos.

Moana y Maui deberán unir fuerzas para salvar las islas del Pacífico de una maldición.

Otro detalle es la detallada atención que le ponen a las culturas polinesias, que han sido, para muchos el punto más delicado de la trama, por un lado, no tenemos muchas historias que relaten bien estas leyendas y lo más cercano en la estética de la cinta es Lilo y Stitch. Veremos personajes que no son estéticamente perfectos (incluso hay quien afirma que Maui, más que verse extremadamente poderoso se ve muy gordo generando polémica en las redes al olvidar que estamos viendo una cinta animada, una caricatura donde se exageran varios detalles de los personajes), quizá la forma «rellenita» que tiene Moana en comparación a las princesas europeas de Disney y su tono de piel pudiera ser razón para  que no venda tan bien en el ramo de los juguetes, pero les recomiendo que no juzguen el libro por su portada.

Lo mejor de esta película son las técnicas de animación que la cinta nos demuestra al lograr animaciones que se sienten muy naturales, y los puntos extras son cuando ves la animación tan nítida del agua del océano, que no solo funciona como fondo en la trama, sino también de personaje secundario durante la historia, si había dicho que la animación del cortometraje Piper de Pixar podría ganar el Óscar a Mejor Cortometraje por esa forma tan efectiva de animar piedras y oleaje, entonces con ese tipo de detalles Moana casi deberá ganar el Annie en los premios de aspecto técnico.

Pero otros dos momentos en la cinta deben contemplar para concluir del gran trabajo en la parte técnica: una es la canción «You´re Welcome (De Nada)» donde la animación CGI y en papel se combinan para dar un efecto que nos recuerda a las cintas clásicas que combinaban animación y live action que funciona bastante bien y la canción de Shiny, con tantos giros en la animación que dejará anodada a la audiencia.

moana_intl_trailer2
Los villanos van de lo tierno a lo horripilante.

La comparación con Frozen: Una Aventura Congelada es inevitable, pero Moana no necesita de comparaciones para demostrar que es una cinta bastante sólida, con una trama que no pierde el ritmo en ningún momento, una banda sonora que nos invita a cantar con los personajes de la cinta sin sentir pena por los diálogos o tonos de voz, y aunque nos perdemos la extraña hazaña de escuchar a Dwayne Johnson cantando «You Are Welcome» (algo que se compensa con una vuelta a tu red de música favorita), las traducciones de las canciones son perfectas y está claro que la banda sonora compuesta por Lin-Manuel Miranda tiene canciones pegajosas que van a formar parte de muchas fiestas infantiles en los próximos años.

En el apartado del doblaje la cinta presume un elenco que no cae en los errores del exceso de star-talents, de donde solo podemos encontrar a la veterana Angélica Aragón intepretando a la abuela de Moana e incluso mostrando que ella también tiene un fuerte potencial como cantante. El resto de los actores de doblaje sacan adelante una historia bien traducida tanto en los guiones como en la letra aunque en momentos si alcanzo a percibir algunos errores en el lip-synch (la coordinación entre la voz y lo que vemos en pantalla) cuando entonan las canciones, detallitos que solo se perciben cuando pones mucha atención a los personajes. Como dato curioso Beto Castillo, quien hace la voz de Maui interpreta a su segundo héroe de las franquicias Disney de manera consecutiva si contamos que en su cinta anterior le prestó su voz a Doctor Strange. 

inner-workings-04-600x457

Antes de la película tendrán un corto animado llamado Inner Working, que parece ser sin duda la respuesta de Disney a la cinta Intensa-mente de Pixar, una animación sencilla y divertida sobre los conflictos entre el cerebro y el corazón en la toma de decisiones con una banda sonora que contrasta los sonidos electrónicos y lógicos cuando el cerebro actua (con música que emula los mejores momentos de Jean Michel Jarré o Vangelis) con los impulsos emocionales del corazón (con una tonada que emula las canciones de Miami Sound Machine), un deleite para los ojos y los oídos que no se pueden perder y que debe rivalizar con Piper en la categoría de Mejor Cortometraje Animado este año.

Con Moana: Un Mar de Aventuras, Disney esta demostrando que ha regresado para dominar otra vez la industria de las películas animadas y que las ideas para desarrollar historias pegajosas y que generarán mucha taquilla están circulando, pese a su interés por hacer versiones live action de sus cintas clásicas. ¿Será acaso que Disney busca romper los límites de la animación actual y que sus siguientes cintas sean imposibles de adaptar con actores de verdad? Lo sabremos con el tiempo.

Agradecemos a Paola Cano y su equipo en Guadalajara, asi como a Servifilms en Monterrey por la invitación a las premieres en esas ciudades.

[marstheme_review post_id=»130331″]