A pesar de la gran variedad de títulos disponibles para distintas plataformas, prácticamente ni un solo juego ha logrado reflejar la Tierra Media de Tolkien en el lugar que lo merece. Ha habido muchos intentos, pero ninguno ha recreado el increíble espectáculo del choque de espadas, o el olor y la furia de un Orco a punto de atacar; en este punto, simplemente Middle-Earth: Shadow of Mordor es el mejor.
Middle-Earth: Shadow of Mordor comienza donde la mayoría de los juegos basados en El Señor de los Anillos llegan a su fin. Cuando Talión y su familia son sacrificados por Uruks bajo el mando de Sauron en la Puerta Negra, él es resucitado y su cuerpo es obligado a vagar por los caminos de Mordor, una región miserable donde los orcos y uruks respiran el mismo aire. Pero no todos los que vagan están perdidos, ahora compartiendo un cuerpo físico con el elfo Wraith Celebrimbor, y con nada más que la venganza en sus mentes, Talión está listo para generar un caos en medio de las líneas enemigas.
Inicialmente utilizas una combinación de combate cuerpo a cuerpo y el sigilo para asesinar a los capitanes de bajo rango dentro de las crecientes filas de Sauron. Nuestro personaje principal puede moverse rápida y silenciosamente a través de Mordor, deslizando su daga en el cuerpo del enemigo de la manera más silenciosa, o puede llegar frente a sus rivales y enfrentarse a ellos, lo que genera un sistema de combate rítmico, que combina algo similar a lo que vimos en la serie de Batman: Arkham con un estilo llamativo y combos que podrán terminar en ejecuciones instantáneas.
Conforme su poder aumenta, Talión desbloquea más habilidades fantasmales que le permiten aturdir enemigos, teletransportarse o estallar el cráneo de sus rivales entre las manos. Es un ejemplo efectivo de un árbol de habilidades que refleja la curva de aprendizaje del personaje; poco a poco, sin darte cuenta, estarás utilizando los métodos más eficaces de terror e intimidación para conseguir tu objetivo.
A medida que el juego avanza vas encontrando distintas maneras de derrocar la cadena de mando en tus enemigos, o de cierto modo hacer que funcione a tu favor, al dominar capitanes específicos y enviarlos después a otros objetivos. Esto se convierte en algo crucial más adelante en el juego, ya que cuando estás tratando de acabar con los jefes más fuertes, que tienen numerosos guardaespaldas con ellos a donde quiera que vayan, te será de gran utilidad.
En Monolith se han esforzado para entregarles a los capitanes orcos una gran personalidad, tan dramática que es difícil no ponerse nervioso en el segundo que entran en escena. Encontraremos una asombrosa cantidad de variedad en los nombres, diseños de personajes y personalidades de los capitanes. Tan pronto como uno de ellos te vea, el juego se acerca y les da la oportunidad de mostrar lo repugnantes que son.
El combate en Shadow of Mordor es altamente divertido, tendrás que escalar alrededor de las ruinas, correr a través de las llanuras abiertas, acabar con enemigos sigilosamente, luchar contra docenas de orcos en combate abierto y, para hacerlo adictivo, todo es muy fácil de jugar. Es fantasía pura en los términos más brutales. Las mecánicas del juego también están llenas de formas de distraer o desvirtuar enemigos.
Este es un juego muy agradable en su visualización, con una enorme cantidad de contenido que te mantendrán ocupado durante al menos 15 o 20 horas. La mecánica de las misiones de la historia es adecuada, pero no muy emocionante, aunque los diseñadores consideren conveniente para tejer el sistema de enemigos en los objetivos de la historia con la suficiente frecuencia. La mayor parte de las actividades colaterales se presentan en forma de retos básicos, pero la verdadera satisfacción la encontrarás en el combate. Incluso hay un sistema de botín rudimentaria, cuando los capitanes son derrotados, dejan artículos aleatorios con los cuales puedes equipar tus armas para personalizar sus poderes de combate un poco. Dado que el sistema de enemigos ofrece un ciclo casi interminable de contenido, sería difícil sentirte insatisfecho al finalizar el juego por su gran con la cantidad de posibilidades.
Middle-Earth: Shadow of Mordor le va a dar a otros desarrolladores en este género mucho que pensar. Este sería un juego perfectamente competente de mundo abierto, incluso sin la IA dinámica, y con un sistema que funciona tan bien que te hace sentir como si estuvieras teniendo una experiencia adaptada al juego que es únicamente para ti y que reacciona a tus acciones. Eso es un sentimiento poderoso que logra generarte un sentimiento satisfactorio pocas veces visto.
