La tercera entrega de La serie Divergente: Leal inicia justo donde nos dejó la película anterior, Insurgente. Pero haciendo un pequeño recuento de qué ha sido esta saga, para entender los sucesos de la tercera, les platico un poco en que vamos de la historia.
Divergente, estrenada en el 2014, nos llevó a un mundo futurista de ciencia ficción que nos enseñó que el mundo estaba dividido. Dentro de una ciudad amurallada, Chicago, coexisten 5 diferentes castas, llamadas facciones, cada una con sus diferentes atributos, trabajos, y personalidades distintas.
Conocemos también que existe un grupo “sin facción”. Y otro más, de quienes se basa esta película, los “divergentes”, quienes son aquellas personas que rompen con el sistema y tienen dentro de ellos cualidades y atributos de todas las fracciones juntas.
Aquí conocemos la historia de Beatrice “Tris” Prior (Shailene Woodley) una joven chica forzada a seleccionar la facción en la cual pasará el resto de su vida, al igual que todos los jóvenes que están por alcanzar la vida adulta. Pero como a diferencia de todos nos toca recorrer su camino en descubrir que ella realmente es una chica “divergente”. Quien en palabras de Jeanine Matthews (Kate Winslet), dirigente de Erudición: “Los divergentes son una amenaza para el sistema”.
En el 2015, llegó el estreno de Insurgente, donde este mundo que conocimos se dividió e inició una guerra entre las facciones. E iniciada la revolución de Erudición por tomar control del gobierno, debe surgir un grupo de divergentes uniendo esfuerzos con otras facciones para convertirse en los insurgentes que pelearán por este nuevo gobierno e intentar regresar la paz a la ciudad.
Aprendemos, como nos dice Caleb Prior (Ansel Elgort), hermano de Tris, “Tu eres la clave”, que se necesita a un ser 100% divergente que sea capaz de descubrir los secretos de los ancestros de esta sociedad, contenidos en una especie de “caja fuerte” / bóveda de pruebas, que caen en manos de Jeanine para ejercer control total y supremo.
Una vez superados los enfrentamientos de ésta segunda parte conocemos el mensaje de aquellos ancestros donde nos indican que todo lo que acontece dentro de esta ciudad es una prueba, un experimento para tratar de volver a reconstruir la humanidad que se ha perdido en el mundo después de haberlo dejado prácticamente en ruinas. E inmediatamente después las puertas de ésta muralla se abren y existe algarabía dentro de Chicago por sentirse “liberados” y a la expectativa de un mundo mejor.
Ahora en el 2016, el mundo al otro lado del muro es descubierto. La situación dentro de Chicago está lejos de estar resuelta. Las consecuencias de la guerra interna que sufrieron dejan como “jefa interina” a Evelyn (Naomi Watts), ex-dirigente del grupo de los “sin facción”, y los líderes de Verdad y Cordialidad intentando funcionar como consejeros de este nuevo gobierno.
Pero muy contrario a tener un gobierno libre, descubrimos como sigue el yugo de personas y hay aquellos que queriendo obtener todo el control y el poder, hermetizan nuevamente la ciudad. Lo que lleva nuevamente a un grupo de inconformes y curiosos a querer descubrir la verdad detrás de ese mensaje descubierto y lo que hay detrás de esas paredes.
Regresa todo el cast de las películas anteriores: tenemos a Tris (Shailene Woodley), Cuatro (Theo James), Evelyn (Naomi Watts), Johanna (Octavia Spencer), Christina (Zoë Kravitz), Caleb (Ansel Elgort), Peter (Miles Teller), Jack Kang (Daniel Dae Kim), Tori (Maggie Q) y demás compañía. Pero en esta ocasión se une una persona de interés para la trama, David (Jeff Daniels), quien tiene un mensaje muy especial para nuestra protagonista: “Haz salvado una ciudad, ayúdame a salvar el mundo”.
No es fácil contar lo que transcurre en esta película sin dar spoilers, dado que todo lo que acontece es algo nuevo que aporta poco a poco detalles importantes para ir entiendo las cosas detrás de las dos anteriores. Pero sin estropearles la película les cuento: Tris, Cuatro, Christina, Caleb, Peter y Tori inician este viaje a lo desconocido. El mundo afuera es todavía más inquietante que la frágil situación en que queda Chicago. Todo lo que parecía haber sido siempre cierto e inamovible por 200 años, resulta ser puesto a prueba junto con la lealtad de cada uno de estos personajes.
La travesía toma una parada en otra nueva ciudad, a años luz en tecnología que Chicago, donde conocemos una sociedad, una misteriosa agencia conocida como Oficina de Bienestar Genético, que a pesar de dar la bienvenida siempre queda en el aire una tela de duda e incertidumbre para nuestros personajes. Y mientras en Chicago surge la amenaza de una segunda guerra por el poder que apunta a la propia auto aniquilación de toda la ciudad, estos personajes ponen a prueba su lealtad a esta nueva agencia y la búsqueda de un propósito superior desconocido, o regresar a su antiguo hogar y defender lo que siempre creyeron que era realidad.
Hablando de manera general, los efectos especiales son buenos, se nota como el presupuesto y los años han favorecido a esta saga. Sin embargo, no se puede decir lo mismo de la evolución de los personajes principales. Ninguno tiene nada nuevo que aportar. A pesar de todo lo sucedido se siguen viendo todos encasillados en personalidades sumamente cuadradas y definidas, y no logran ser más que simples peones en una historia que se vuelve bizarra. Y Tris, quien ya había tenido un excelente cambio y catarsis emocional que la llevó a volverse fuerte e interesante, pierde todo lo adquirido para volverse una chica más, ajena a todo, engañada y manipulada.
Y qué decir de Jeff Daniels, quien a mi juicio no puede sacudirse por completo el personaje de Harry Dunne de Dumb and Dumber, y se queda muy corto con los enormes zapatos a llenar de estos dos anteriores personajes de lideresas y figuras de poder que fungen Kate Winslet y Naomi Watts.
Es triste ver cómo, aunque está bien encubierto el título de esta producción y no se llama “Parte 1”, La serie Divergente: Leal es la penúltima película de la saga, y adapta la primera parte del tercer libro de la trilogía de ficción distópica escrita por Veronica Roth. Por lo que nuevamente vemos como caen ante la mercadotecnia y la necesidad de “rellenar” con más películas una saga que ya estaba definida en ciertos tomos. Y que, como es evidente, carece de un clímax, o una resolución de sucesos, o que nos deje realmente satisfechos puesto que todo queda en “aquí la historia no termina”.
Está dirigida por Robert Schwentke, responsable de las entregas anteriores. Y desconozco si es su adaptación, o la historia original la que provoca, que este nuevo arco ajeno y desconocido se sienta desconectado con las primeras dos historias. Las primeras dos partes son por si solas una historia completa y que concluye cerrando todas las pequeñas sub-historias. Y de la nada, a los últimos minutos se abre un mundo nuevo que jamás se tuvo el cuidado de ser planteado o irnos sembrando esa curiosidad o ganas de saber que ocurría allá afuera.
Pero, así como Divergente e Insurgente forman juntas una historia interesante, esperemos que Leal, junto con la próxima en aparecer sean también vistas como una sola y terminar de manera sólida esta saga.
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