¿Imaginan como sería el primer encuentro del hombre con una civilización alienígena? Seguro muchos pensarán que sería en nuestros términos, visitando un exoplaneta después de descubrir alguna forma de viajar a distancias interestelares. ¿Y qué si no fuera la humanidad la que tome la iniciativa? Esta hipótesis ha sido explorada exhaustivamente por la ciencia ficción, pasando por las fabulosas cintas espielbergianas E.T. El Extraterrestre y Encuentros Cercanos del Tercer Tipo, así como la shyamalanesca Señales, la noventera súper reconocida y nacionalista Día de la Independencia, hasta aquella última adaptación de una novela ya clásica, La Guerra de los Mundos. El tema ofrece un sinfín de posibilidades a los escritores y creativos, y cada uno de ellos nos ofrece su visión particular.

Toca el turno al escritor Ted Chiang, con su novela Historia de tu vida, que ha sido adaptada al cine por Eric Heisserer (Cuando las luces se apagan) y dirigida por Denis Villeneuve (Tierra de nadie: Sicario, Prisioneros). ¿Cuál es el tipo de acercamiento que esta historia nos propone?

El Coronel Weber (Forest Whitaker) irrumpe en la tranquila vida de lingüista Louise Banks (Amy Adams), la mejor en su especialidad, para invitarla a participar en un caso particularmente único del que no se ofrece mayor información que el saber que es un asunto oficial, delicado y secreto. Al parecer, tiene que ver con la aparición repentina de diversos objetos no identificados que han llegado a la Tierra y se han colocado en sitios estratégicos, precisamente en un momento histórico delicado, ya que las naciones más poderosas del mundo se encuentran a punto de romper relaciones y desatar un conflicto de proporciones globales. Acompañada de Ian Donnelly (Jeremy Renner), el objetivo de Louise será comunicarse con las inteligencias conocidas como heptápodos y determinar la naturaleza de su lenguaje, mientras el mundo se convulsiona bajo sus pies.

La llegada tiene un gran valor desde el punto de vista científico, ya que se exploran los pasos que serían necesarios para lograr un acercamiento con una hipotética civilización extraterrestre, cuya lengua difiere en muchas formas de las terrestres, pero que coinciden en el hecho de tener dos lenguajes, uno oral y otro escrito. El lenguaje escrito es particularmente complejo, ya que no se puede excluir ni un pequeño rasgo en este sin que cambie por completo su significado, y ni un sólo símbolo en una frase, sin que cambie el sentido de la oración. Y esta investigación paulatinamente apresurada por las autoridades militares de cada nación inmiscuida en el conflicto.

SPOILER ALERT: La trama de esta cinta es contada haciendo uso de la prolepsis, algo no muy usual en el cine de estos tiempos. Se trata de la técnica contraria a la analepsis, mejor conocida como flashback. En la prolepsis, la historia nos muestra avances en los que podemos ver al protagonista en el futuro. Pero para que nos enteremos de esto, tendrá que pasar casi la totalidad de la cinta; y para saber exactamente porqué ocurre, deberemos haber visto toda la cinta. Sólo por esta consideración, La llegada es única en el presente del cine, y su temática soporta, sin duda, el uso de este recurso.

La cinta brilla por varias consideraciones, iniciando por el guión mismo y una dirección acertada en todo momento. Sin duda, el trabajo realizado por Eric Heisserer para adaptar la novela de Ted Chiang ha sido excepcional, casi tanto como en el caso de Cuando las luces se apagan, una de las pocas cintas de horror del año 2016 que destacó, no por lo mala -como ha estado ocurriendo en el género- sino por lo bien contada. Denis Villeneuve entiende por completo el mensaje de su guionista, y nos entrega un visión formidable y completamente distinta de lo que hemos visto, provocándonos de diversas formas en el trascurso de la trama, tanto visual como auditivamente. Y es aquí donde debemos mencionar a Isabelle Guay, encargada de la dirección de arte, a Bradford Young, el genio de la fotografía, y a Jóhann Jóhannsson, el músico detrás de los arreglos y efectos de sonido, cuyo todo nos mantiene interesados en las escenas clave y emocionados en la escena final.

En cuanto a la actuación, me pareció particularmente correcta aunque no muy destacada. Podemos decir que Amy Adams y Jeremy Renner hacen un buen papel como la pareja de científicos que intentan descifrar la lengua de los visitantes, aunque es Amy quien se lleva la mayoría de las escenas por su importancia en toda la historia. Forest Whitaker y Michael Stuhlbarg, no pasan de hacer papeles complementarios, que permiten en veces que la trama avance. Tzi Ma (General Shang) aparece poco en pantalla, pero tiene un papel primordial, sobre todo en el desenlace. Me parece que todos cumplen, pero ninguna de las actuaciones llega a ser tan memorable como para otorgarles un premio de tipo global.

Concluyo: aunque peca de determinista, la historia de La llegada es inusual y bienvenida. El manejo de la prolepsis es tan sutil, que no sabemos exactamente lo que estamos viendo, convirtiéndose en un giro de tuerca sorprendente para el espectador. Como cinta de extraterrestres, se ha ganado un lugar importante en la lista del Top 10 (posiblemente, la posición seis o siete en mi ranking personal), y entra en el Top 100 de las cintas de ciencia ficción, lo que ya es decir bastante, pues la oferta es enorme en esta categoría.

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