Los videojuegos de rompecabezas pueden tomar muchas formas, pueden poner en reto la capacidad de resolver acertijos complicados o hacer que mente y dedos se conecten para intentar cosas que en teoría parecen imposibles de resolver. Tenemos el caso de Kyub, un juego desarrollado por NinjaEgg, una compañía francesa que lleva este juego a la Xbox One y a la PC a través del servicio Xbox Live. Tuvimos la oportunidad de probar este rompecabezas en su versión de PC.

ANTE LOS PROBLEMAS, ¡HAZTE BOLI… CUBITO!

En este juego deberás manipular a un personaje que esta completamente cuadrado, o más bien en forma cúbica, llevándolo de un punto A a un punto B, pasando por varios puntos de revisión. Es más fácil decirlo que hacerlo, pues cada vez que aprietas tu pad o tu botón direccional, el personaje se mueve al lado donde apretaste, mantén apretado el control y rodará hasta que lo sueltes.

Esto implica que deberás calcular con cuidado sus movimientos para evitar que caiga en precipicios, trampas con picos, cañones láser y tengas que acceder a paneles móviles que te permitan avanzar a otras posiciones.

A ver parece ser sencillo… ¿Queeeeeeé?

Pero no solo tenemos esa capacidad de movernos, conforme avanzas en el juego tendrás que tomar cubos, los cuales te ayudarán de diferentes maneras, como protegerte de los disparos de los láser (sobretodo si no tienen manera de detenerse) o para ponerlos encima de interruptores y abrir nuevos caminos.

Además, también desbloquearás niveles donde encontrarás paneles que solo se activan apretando el botón correcto en el teclado o en el control, permitiendo que el personaje se pegue por unos momentos a esos paneles y hacer movimientos que parecen imposibles.

En cuanto a los niveles tenemos varios objetivos en cada uno de ellos que nos permitirán poner a prueba nuestras habilidades como intentarlo vencer en el menor tiempo posible, con el menor número de muertes o con el menor número de movimientos, además hay escondidas varias estrellas, que permiten al jugador desbloquear nuevos mundos (cada mundo centrado en una estación del año y con una cantidad enorme de niveles para jugar) o nuevos diseños para el kyub que te permitirán disfrazarte de rey, de luchador de sumo o hasta de monstruo tipo kaiju pero con el tamaño normal.

UNA CURVA DE APRENDIZAJE DEMASIADO PRONUNCIADA

Avanzar a través de los niveles al inicio no es tan complicado, pero llega a un punto que es más fácil pensar como vas a avanzar un nivel que intentarlo superar.

Hay varios factores que complican mucho el juego. Por un lado esta una cámara que no tiende a ser de mucha ayuda, peor aún, cuando usas el teclado, olvidas rápido los botones del teclado para ajustar la cámara y esto te limita a apenas recordar que la Q mueve la cámara a un lado, pero cuando quieres consultar el otro botón te darás cuenta que la configuración del control esta limitada solamente a un control que puedas conectar a la PC, preferentemente uno de un Xbox One.

Y en cuanto al control a usar, realmente es más cómodo el teclado que el control del Xbox One, usé ambas opciones, y sentí menos sensible al tacto el cambiar de dirección con los botones direccionales del teclado que con el stick del control (de hecho, se me barrió mas veces el kyub con el stick que con los botones y es bastante frustrante ver que tengas que volver a un punto de control por este tipo de detalles).

El juego te permite personalizar a tu cubito conforme avanzas.

De hecho, se ve claro que le falto afilar un poco el tiempo de respuesta del control al desarrollador, sobre todo al soltar el stick o el botón direccional, algo que influye mucho en muertes y repeticiones y posiblemente uno que otro azotón de control.

Curiosamente, es menos confuso cuando se trata de utilizar los paneles que se activan con los botones en el caso del control del Xbox One es más intuitivo que el teclado.

Eso no demerita que los rompecabezas que propone cada nivel están de pensarse en muchos casos, no solo por el reto a superar en sí, sino también por el hecho de tener que encontrar las estrellas ocultas, que pueden redundar en saber como mover esa cajita que salvará tu vida en el siguiente movimiento o andar regresando constantemente al punto de partida a sabiendas que eso afectará tu récord.

A intentar superar este nivel por millonésima vez…

Y en cuanto a la jugabilidad no podemos negar que es un juego que va a durar mucho, no solo por la dificultad de cada uno de sus niveles, pues cada capítulo del juego (estación del año) tiene muchos niveles que superar, y si hablamos que hay niveles que te pueden llevar mucho tiempo (y después, tratar de resolverlos sin morir o en el menor tiempo posible), garantizará muchas horas de juego.

Como juego independiente que es tiene algunas carencias en la banda sonora que pueden comprometer mucho, aunque sabe alternar bien las tonadas entre niveles, lo que evita que nos aburramos al escuchar lo mismo consecutivamente. El soundtrack, que comulga bien con la dirección de arte, está basado en la música tradicional japonesa y en algunos momentos se mezclará con algunas canciones del Lejano Oriente que incidentalmente otros personajes hacen sonar en el fondo.

Un fondo hermoso que te dejará con los ojos cuadrados.

De hecho, vemos un trabajo bonito en el diseño de escenarios y fondos en el juego que, pese a recordarnos un poco a Minecraft u otros juegos similares, nos hace notar que toma pronto su propio estilo «cubista» que no pierde el detalle en cada elemento trazado para dejarnos «con el ojo cuadrado» o para matarnos con sus trampas.

Pienso que los desarrolladores de Kyub podrían arreglar un poco más la respuesta del control del Xbox One si quieren que este juego sea exitoso en la consola de Microsoft, pues a nivel general tenemos un juego de rompecabezas con muchos retos, muchos niveles que vencer y que podría correr el riesgo de espantar a jugadores casuales por un control que parece roto pero que sólo peca de impreciso.

Para los usuarios de PC queda la ventaja de recurrir al teclado y esto hace que tengan en su disco duro un juego que podrán visitar a ratos, pero que, fiel al término de rompecabezas, les dejará su mente hecha pedacitos con los grandes retos que propone.

[marstheme_review post_id=»132538″]