Juju es una osezna color rosa que un día decide junto con su amigo Peyo seguir los pasos de su padre, un hechichero que tiene el control de cuatro mundos, pero accidentalmente Juju y Peyo liberan a un terrible espíritu en forma de murciélago llamado Calipso, el cual atrapa al padre de Juju, no sin antes dejarle una máscara mágica que le permitirá emprender una nueva aventura.

Este es el preámbulo de Juju, un juego desarrollado por la compañía polaca Flying Wild Hog, que desarrolló los juegos de la saga Wild Reset y está disponible para las consolas de la generación anterior y la PC. En este caso probamos la versión de la PlayStation 3.

ESTE JUEGO NO HARÁ EL OSO CON TUS NIÑOS

Orientado a un público infantil, Juju es un juego de plataforma donde deberás llevar a la osezna alrededor de cuatro mundos diferentes (la selva, un mundo industrializado, uno con temática marina y uno basado en dulces), cada uno con seis etapas donde deberás avanzar a través de diversos obstáculos. Inicialmente, Juju contará con las habilidades básicas como saltar y hacer un empujón especial, posteriormente podrá adquirir nuevas habilidades como planear en el aire, nadar, dar un pisotón especial o arrojar caramelos.

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Juju casual haciendo el pasito del robot mientras enfrenta a un enorme robot.

Mientras recorres cada etapa del juego deberás evitar ser tocado por el enemigo o caer en los precipicios e ir recolectando las mariposas que están en el camino. También encontrarás en diversos puntos unas puertas que te llevarán a un minibonus en donde deberás recolectar más mariposas en un tiempo breve y sin caerte del escenario. Al lograr superar estos minibonus y colectar todas las mariposas, te recompensarán con unas monedas que se irán acumulando a lo largo del juego.

Además de las seis etapas mencionadas, se agregan a cada mundo dos etapas de cada mundo donde deberás enfrentar a un jefe, el cual tiene varios ataques y en base a los puntos débiles que tiene puedes atacarlo y vencerlo. Por si fuera poco, puedes repetir las etapas del juego para romper récords de tiempo y puedes revisitar las escenas cuantas veces quieras para cazar las monedas que se te pudieran haber ido en el juego.

La primera impresión del juego me hizo recordar, por su jugabilidad y personajes, a juegos como Rayman y Donkey Kong Country, con algunos momentos que pueden marcar cierto reto para el jugador pero sin hacer que éste caiga en la frustración, la parte más complicada es encontrar las puertas de los minibonus, superar los minibonus y sobrevivir al intento. Nada más tienes una vida con dos corazones (tres al colectar 100 mariposas) y si mueres, además de ver a Calipso haciendo un «Batman» (finalmente es un murciélago), repetirás del último checkpoint que hayas tocado. Tienes vidas infinitas, así que solo pierdes lo obtenido entre ese checkpoint y el punto donde moriste.

UN JUEGO LENTO Y SIN PERSONALIDAD

Si bien el juego es relativamente corto (sin necesidad de mucha pericia, el juego lo acabarás en cuatro o cinco horas a lo mucho), el replay value se sostiene en intentar mejorar los tiempos en que resuelves las etapas, superar los retos que proponen los trofeos o logros del juego y colectar las monedas que te hayan faltado. De ahí en demás podría uno probar el modo cooperativo donde otro jugador puede controlar a Peyo que tiene sus propias habilidades que permiten facilitar el vencer los minibonus.

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Y aqui Juju nos enseña por qué las cosas dulces son malas para la salud.

Fuera de eso, el juego padece de falta de personalidad, ese detalle que hizo que Mario Bros, Donkey Kong o Rayman fueran tan populares a pesar de la simpleza de sus plataformas. Sin mucha explicación, no sabemos de los nombres de los personajes, alguna motivación extra además de tener que rescatar al papá de Juju y no hay muchas cutscenes que nos permitan darle seguimiento a la trama (además no hay diálogos, algo que puede funcionar en juegos como Brothers o los primeros juegos de LEGO, pero no aquí). Prácticamente las cosas interesantes ocurren en las batallas contra los jefes.

Otro detalle son las escenas, si bien existe una que otra variación, como ser perseguido por una enorme rueda o avanzar en un nivel completo nadando, básicamente es ir derechito en el camino con una que otra desviación, no hay muchos escenarios donde puedas perder una vida con tantas habilidades y la energía que pierdes la recuperas con rapidez. El juego es fácil, pero peca de monótono y lento. Por si fuera poco, las pantallas de carga antes de empezar una escena son algo largas. Los minibonus también caen en la monotonía, al ser una selección al azar de cinco diferentes minijuegos que tendrás que jugar tres veces en cada escena.

Lo mejor del juego es, sin duda, la canción de los créditos, esto tiene dos razones: por un lado, no necesitas acabar el juego para escuchar la canción y ver los créditos; y por el otro lado, la letra es genial, ya que el compositor trata de justificar el porqué los jugadores tienen que leer los créditos al final de un juego, lo que desata una serie de chistes que valen la pena, además de tener unas ilustraciones de los personajes hechas a mano.

Otro punto a favor es la calidad gráfica que realmente aprovecha el motor Unreal para mostrarnos escenarios de gran calidad y rivales que lucen bastante divertidos y en ratos hasta bonitos, quizá en lo que sí nos queda a deber es en el poco carismático diseño de Juju (de hecho la idea se veía mejor en el papel que ya con color y todo) que contrasta con el siniestro, pero gracioso, look que tiene Calipso.

Este juego no es para el jugador que busca clavarse con un título por mucho rato, es para alguien con una tendencia más casual de no tomar un juego por mucho rato y sacar niveles sin dificultad.

Calificación: 6