I am Bread podría ser descrito como el pan y la mantequilla de los plataformeros. Los niveles, propiamente, son habitaciones simples (una cocina, un baño, etc.) pero con varias rutas a explorar para llegar al resultado final: quedar bien tostados, y evitar, en la medida de lo posible, ensuciarnos para seguir siendo comestibles. En muchos sentidos, I am Bread es el sucesor espiritual de Surgeon Simulator, ambos juegos creados por Bossa Studios. Pero en donde Surgeon Simulator había creado una experiencia interesante que combinaba sus desafíos con controles complejos, I am Bread hace de los controles el propio desafío.
El objetivo fundamental es lograr que el pan quede tostado. Para ello podremos hacer uso de la clásica tostadora y de la parrilla, pero en habitaciones distintas, tendremos que encontrar otras fuentes de calor. Una plancha, la superficie de una TV recién estropeada, un calentador, el cofre de un auto, en fin…
Su mecánica es realmente muy simple: debemos avanzar desde un punto de la habitación hasta otro, evitando zonas sucias que harían que el factor de «comestibilidad» descendiera de forma dramática hasta el punto en que tengamos que reiniciar el nivel. Si logramos permanecer lo suficientemente limpios al llegar a la fuente de calor, podremos tostarnos (sin dejar de prestar atención para no quemar alguna de las caras del pan). Gráfica y musicalmente, el juego no ofrece nada especial, ni esto es su punto fuerte. Con una muy reducida selección musical y habitaciones comunes, nos queda claro que todo se centra en el tostado.
En mi opinión, I am Bread es uno de esos videojuegos que nacieron para ser compartidos por medio de videoreacciones. Y es que, en lo personal, siento que es mucho más divertido verlo siendo jugado que jugarlo. Por una parte, los controles no hacen fácil el objetivo, y la mayor parte del tiempo la pasarás frustrado, gruñendo enfrente del monitor. No cabe duda que verte a ti mismo después de haberte grabado o haberlo subido a tu canal de YouTube por medio de un directo, es hasta cierto punto gracioso, pero ver a otros pasar por lo mismo, es de lo más hilarante.
Fuera de este aspecto, nos encontramos con que tiene cero rejugabilidad. El sistema de juego es simplemente aburrido, sus controles son injustos y, aunque es novedoso, no tiene atractivo. Los jugadores sólo podrían sentirse frustrados y engañados, ya que como resultado de unos malos controles, el juego parece dañado. Tal vez en las futuras actualizaciones resolverán estos problemas, pero esto obliga a preguntarnos: si un juego necesita ser terminado para ser jugable, ¿por qué lanzarlo antes de terminarlo?
Concluyendo, I am Bread es un juego injusto que te hará reírte un rato, pero más allá de esto, no vale la pena como compra. Hay videojuegos gratuitos que tienen el mismo nivel o incluso superior. Como activo de un canal de YouTube, puede atraer la atención de espectadores jóvenes. Al parecer sigue la misma vía que tuvo Surgeon Simulator, pero se encuentra muy por abajo de éste en cuanto a calidad y contenido. Le doy un seis.
