Desde El Príncipe de Egipto hemos observado como Dreamworks, una compañía que ha enfocado sus esfuerzos en la animación, primero a mano y después a computadora, ha tenido momentos exitosos con cintas como Shrek, Cómo Entrenar a tu Dragón y Kung Fu Panda, y momentos desesperados para competir contra Disney y Pixar con cintas como Los Croods o Las Aventuras de Peabody y Sherman. Han tenido cintas memorables y otras que no pueden ni siquiera salir de la sombra de la compañía del ratón.
¿A dónde va Home: No hay Lugar como el Hogar? Esa es una buena pregunta que se plantea uno al entrar a la sala de cine. Dirigida por Tim Johnson (Hormiguitaz) y basada en el libro El Verdadero Significado del Día de Smek de Adam Rex, tenemos lo que se puede esperar de Dreamworks: una animación con buenos estándares de calidad, una banda sonora pegajosa y estrellas en las voces principales (Rihanna y Jim Parsons en inglés, Danna Paola y Luis Gerardo Méndez en español), pero eso les platicaremos más adelante.
Los Boov son unos extraterrestres fugitivos que deciden acomodarse en la Tierra, y destierran a los humanos a una región apartada mientras ellos se quedan con el resto del mundo. Uno de ellos, Oh, comete una pequeña equivocación al invitar a todo el universo a su fiesta de bienvenida, pues llama la atención de una raza enemiga, los Gorgs. En la huida, Oh se encuentra con una niña que no fue desterrada, Tip, quien busca a su madre. Pronto ambos, con un auto volador y un gato, deciden buscar la solución a sus problemas, mientras aprenden mucho uno del otro.
La cinta no es precisamente lo que alguien joven y sin hijos querría ver en el cine. Es una historia predecible, con una linda moraleja que se va tejiendo a lo largo de la trama, personajes llenos de colores (y los Boov destacan por tener un color distinto para cada estado de ánimo, algo que luce bastante bien en la animación), poca violencia, y la que hay, es bastante caricaturizada para causar asombro y risas y chistes sencillos de entender que serán divertidos para los niños.
Y sí, un niño disfrutará esta película, pues los Boov son bastante divertidos y creativos, y nos muestran a una sociedad que no conoce muchas cosas sobre la humanidad que hacen entretenidos los enredos. De hecho, el punto que invita mucho a imaginar son los ajustes que se le hacen a un coche para que, literalmente, vuele con propulsión de esos raspados dulces de las tiendas de conveniencia. Hasta la invasión Boov tiene un tono divertido y dulce, tanto que hasta que podría picar uno que otro diente.
La forma en que se lleva la trama es como una montaña rusa, donde tenemos algunas escenas llenas de acción y comicidad y algunas pausas que invitan un poco al drama y a la reflexión, pero que son como esos momentos en que el carrito de la montaña sube cuesta arriba, pues cuando menos lo esperamos, estamos otra vez en otro momento de emoción. Aunque el clímax de la cinta termina siendo algo flojo, logra quedarse alineado con el resto de la trama.
Como lo comentamos, la calidad de la animación se mantiene al nivel de lo que hemos visto en las últimas cintas de Dreamworks, aunque no veo el porqué tener que gastar dinero extra en verla en 3D. Hay algunas escenas donde realmente vemos un trabajo formidable en los efectos visuales y si a eso le sumamos los constantes cambios de imagen que tiene Tip durante la trama, la protagonista, realmente observamos que el diseño de personajes es uno de los más efectivos que hayamos visto recientemente.
La banda sonora sabe sostener muy bien la cinta y las canciones que decoran la trama de la cinta, decoran bien los momentos de la historia, algunas metiendo suficiente emoción para sacar “las de cocodrilo” o el ritmo necesario para hacer una escena divertida de baile. ¿Podría ser que Rihanna pudiera colocar una canción nominada al Óscar el próximo año? Eso lo sabremos en el futuro.
El punto en donde la cinta si sufre es en el doblaje. Si bien los personajes de la historia están hechos alrededor de Rihanna (niña de Barbados con pelo rizado y que está escuchando a… duh.. Rihanna) y Jim Parsons (un personaje sumamente torpe, que habla con un acento chistoso y chillón), el esfuerzo de los star talents si deja mucho que desear, Mientras Danna Paola hace notar su esfuerzo por darle emociones y personalidad al personaje de Tip, Luis Gerardo Méndez, termina dándole a Baav una imitación de lo que pudo haber hecho mejor Luis Alfonso Mendoza, el actor de doblaje de Parsons en La Teoría del Big Bang, quien pese a sus «vacilones» ha sabido mantener la personalidad del nerd más famoso de estos tiempos.
En conclusión tenemos una cinta que vale la costosa vuelta al cine de una familia con niños de entre 6 y 12 años de edad, pero que puede pasarse por alto si no tienes niños, sobrinos, nietos o tu niño interno quiere una historia más elaborada o más violenta. Sí, la próxima semana habrá una cinta con coches rápidos, violencia y explosiones… ustedes sabrán.
Por ahora, veo en Home una cinta que podría sobrevivir al desprecio por ser infantil y que podría salvar un poco la mala racha que ha tenido Dreamworks en esos últimos años.
Calificación: 7
