El cine francés siempre es alabado por… ¿ser francés? Existe un estereotipo que lo europeo, y en especial lo francés es sinónimo de refinado, elegante, culto. Tanto así que los “elevados” filmes franceses exhibidos, casi en su totalidad, en festivales de cine, como cine de arte. Pero entonces, ¿cómo se juzga o con que ojos se ve una película de comedia popular, de humor físico y simple y que además no es una película original, sino un refrito de un filme latino?
Este es el caso de Un Hombre a la Altura, el cual es un remake de una película taquillera del 2013 de Argentina titulada “Corazón de León” del director Marcos Carnevale. Así es, solo 3 años de espera para convertirla en un filme francés. No estamos para hablar de la producción argentina, pero de primer vistazo son tan idénticas, que dejo todavía la duda que es y que no cine de arte.
De qué va Un Hombre a la Altura, un joven arquitecto llamado Alexandre (Jean Dujardin) encuentra un teléfono móvil y decide ponerse en contacto con la propietaria del mismo, que no es otra que Diane (Virginie Efira), una abogada que se ha quedado recientemente soltera. Tras lograr ponerse en contacto con ella, y haber congeniado en su primera conversación telefónica, ambos deciden fijar un día para conocerse. No obstante, ignoran que esa cita dará un giro sorprendente a sus vidas.
Diane es una mujer muy hermosa y atractiva, una brillante abogada con sentido del humor y fuerte personalidad que acaba de divorciarse. Alexandre, es un hombre educado, divertido y culto, y Diane cae bajo su hechizo. Esta premisa no tendría mayor impacto si no fuera porque el buen Alexandre no despega ni un metro 40 cms y es este detalle el que le da todo el giro a la película.
Pero bueno, la película no es mala, es muy divertida. Es catalogada como Romance, pero va más allá de comedia-romántica y casi llega a ser solo lo primero. Tiene un ligero intento de dejar un mensaje, y en un nivel muy debajo de la risa lo tiene, pero al parecer no fue el principal objetivo del director. Pudo tener una brillante oportunidad de ser más pretencioso y proponer un mensaje de equidad e igualdad, contra la discriminación o el trato a la gente “diferente”.
Un Hombre a la Altura está dirigida por el francés Laurent Tirard (Astérix y Obélix: Al servicio de su majestad, El pequeño Nicolás) y la protagonizan los actores Jean Dujardin (The Artist, El lobo de Wall Street) y Virginie Efira (20 años no importan, La oportunidad de mi vida). El elenco lo complementan Cédric Kahn, César Domboy, Myriam Tekaïa, Eléa Clair, Jean-Michel Lahmi, François-Dominique Blin, Adonis Danieletto, Lionel Mur.
Existen dos grandes elementos de la película que hacen disparidad con el posible discurso, uno que nuestro hombre muy bajito es un millonario, que tal parece que jamás ha sufrido nada, salvo su estatura, con carros de súper lujos, en mansiones, y en plena cita toma el celular para reservar un vuelo privado para un lanzamiento en paracaídas. Olvídate pensar en la “chispa” y atractivo de este hombre si fuera económicamente más realista.
Y la contradicción más grande, es que aboga, ligeramente, por la integración de la gente pequeña, pero para hacerlo retoca digitalmente el cuerpo de un actor de altura “normal”. Efectos que en circunstancias son genialmente logrados, pero que en otros es sumamente evidentes y de baja post producción. Cosa que llama la atención porque es tu único efecto vital e importante y sabes que todos los ojos estarán sobre el resultado.
Los personajes son caricaturescos, recurre a chistes a veces crueles, de comedia física más que intelectual. Pero en verdad muy divertida. No la comedia del verano, pero si te hace reír sin lugar a dudas (a menos que no hayas visto la versión argentina por qué es lo mismo).
Un Hombre a la Altura es presentada en el Tour de Cine Francés en salas de arte, pero desata un debate, para otra ocasión, de que, si un filme tan “populachón” es inmediatamente una muestra de arte refinado, sólo por estar hablado en francés.
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