A lo largo de su carrera Alfonso Cuarón ha sido un director en crecimiento, desde sus inicios en La Hora Marcada (donde conocería a Guillermo del Toro y a su eterno camarógrafo Emmanuel Lubeski), hemos observado como Cuarón ha logrado evolucionar en sus películas donde ha sido capaz de crear historias de diferentes índoles y razones, manteniéndonos sorprendidos por el trabajo que ha hecho como director, sobre todo con sus últimas tres cintas: Y Tu Mamá También, Harry Potter y el Prisionero de Azkabán y Niños del Hombre.

Tras siete años de espera, llega por fin su proyecto más ambicioso, Gravedad, cinta que escribió con su hijo Jonás y que protagonizan Sandra Bullock y George Clooney. Por supuesto no podemos dejar de referir a Emmanuel Lubeski en la fotografía.

La trama es muy simple, una misión espacial sufre un daño catastrófico y los dos astronautas sobrevivientes deben ir tras una solución para volver a casa. Así de simple y predecible. Pero, así como Cuarón pudo irse por el camino fácil de usar animación CGI para recrear las escenas y dejar que los efectos especiales hicieran el resto de la chamba, el director se fue por un camino muy difícil para contarnos una historia que, a simple vista, resultó ser una producción muy complicada.

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Y la base de todo, no son los efectos especiales, no es la fotografía, no es el uso del sonido. Es el manejo de las emociones, es ahí donde la historia tiene gran efecto, en que Cuarón nos intenta vender a una humana frágil y con poca fe, que debe salir adelante de una situación donde cualquiera podría desistir, ahí es donde Sandra Bullock juega un papel muy importante, tan importante que todo lo hecho en la cinta puede ser inútil si ella fracasara en el uso de su talento actoral.

¿Y qué creen? Que, pese a que en algunos momentos vemos a la Sandra Bullock de diario (la que de pronto suelta sus «oh Dios mío, oh Dios mío, oh Dios mío» tipo Máxima Velocidad), vemos que no se cierra a ello, nos muestra un abanico emocional que puede dejar sorprendidos a muchos, de que lo logrado en The Blind Side no fue solamente una combinación de suerte y un papel casi pintado para ella en un año donde se llevó el Oscar y el Razzie; porque su actuación en Gravedad es la mejor actuación de su carrera, haciéndonos olvidar a la mujer insoportable que vimos en varias de sus películas. En conclusión esta cinta es la graduación de Sandra Bullock como estrella consagrada.

Y con esto tiene sentido todo el esfuerzo de los demás, los increíbles efectos especiales que Cuarón tuvo que recrear con tecnologías que pudieran emular la experiencia en el espacio, tanto de naves como de astronautas; el excelente trabajo de fotografía de Lubeski que ayuda a retratar las escenas, siempre con gravedad cero, donde el uso del 3D se torna no solo importante sino indispensable, las tomas más íntimas y sencillas se tornan impresionantes, imagínense lo logrado con las grandes tomas largas que ocupa la cinta. Y si a eso sumamos varias en primera persona que hasta el mejor videojuego del mundo pudiera envidiar. Lubeski es un firme candidato al Oscar este año.

GRAVITY

En cuanto al sonido, es formidable su uso, respetando las reglas de la física y jugando con esas reglas para dar más realce a algunas escenas, realmente se hace notar de que «en el espacio nadie te oye gritar» que Ridley Scott alguna vez dijo en Alien, El Octavo Pasajero.

El viaje es corto, 90 minutos, pero su intensidad crece vertiginosamente y se siente realmente la ansiedad de los personajes a lo largo de la trama, es un viaje muy emocionante que, insisto, tiene que verse en 3D y si es en el formato IMAX, mucho mejor. Alguien me aconsejó algo útil, no la vean hasta la fila de atrás, busquen un buen lugar en medio para que la experiencia sea aún más alucinante.

Las comparaciones con otras cintas del género, como 2001: Odisea del Espacio serán inevitables, sin embargo, Cuarón logra la cinta perfecta para nuestra época y nuestra tecnología con Gravedad, la cual debe servir de referencia para las cintas que vengan en los próximos años. Aunque la cinta no se cataloga como mexicana, debemos estar pendientes de que Cuarón y Lubeski, por cuenta propia podrían hacer historia en las próximas premiaciones que se avecinan este año, aunque, con premios o sin ellos, debemos estar orgullosos de que ambos sean mexicanos.

Calificación: 10