La vida deP.T. Barnum fue una vida llena de espectáculos circenses, polémicas y diversas acciones que hicieron de la reputación de este hombre algo digno de leerse en cualquier periódico de los Estados Unidos en el siglo XIX. Pero no se puede dudar que Barnum, en medio de sus excentricidades, fue el hombre que vino a solidificar el concepto del circo tal y como lo conoceríamos en el siglo XX y, de paso, acuñar el término de Showman.

Bajo la dirección del novato australiano Michael Gracey, tenemos la cinta El Gran Showman, el cual tiene a Hugh Jackman interpretando a P.T. Barnum, y es acompañado por Zac Efron, Michelle Williams, Zendaya, Keala Settle y Rebecca Fergusson entre otros actores.

Barnum es un hombre humilde, que, dispuesto a darle el mejor futuro posible a su amada esposa Charity y a sus hijas, decide emprender un negocio arriesgado: un museo de excentricidades, que pronto se volverá, literalmente, en un circo, el cual será la base del famoso circo Ringling Bros. and Barnum & Bailey Circus. Esto negocio, tiene sus riesgos y más, cuando Barnum decide ir por más de lo que ha logrado, cuando decide ser el representante de una hermosa cantante sueca por la que pondrá todo lo que ha desarrollado (física y emocionalmente) en riesgo.

 

Todo sea por la felicidad de su amada y sus hijas

El Gran Showman tiene un tono bastante ambicioso, una historia llena de canciones, de excelentes coreografías, de momentos espectaculares y un elenco que parece bastante sólido, especialmente por el ensamble que se compone con los personajes excéntricos que componen el circo que tiene igual al gigante irlandés, a la dama barbuda, a una hermosa trapecista afroamericana o al general Tom Thumb (Pulgarcito) quienes por si solos tienen momentos muy divertidos y canciones formidables como el tema principal This is Me, el cual es uno de los mejores montajes musicales que el año ha presumido, una canción que celebra la diversidad y el superar el temor a ser la burla de los demás.

Sin embargo, es de las primeras veces que, cuando lees la biografía de Barnum en cualquier sitio contra lo que ves en la película te das cuenta que la vida de Barnum fue tan complicada en realidad que la cinta se pierde un poco en agarrar los eventos más importantes de su vida y darles la suficiente congruencia para hacer de El Gran Showman una cinta con la que realmente sintamos el deseo de empatizar con Barnum y las excentricidades que el showman realizó en su vida. Si, llega uno hasta el punto de darnos cuenta que el guion se preocupa más por ver a los personajes cantar y bailar que por contarnos una historia congruente.

De ahí tenemos el segundo número musical, que básicamente nos cuenta todo el pasado de Barnum y su relación con Charity, el cual es un larguísimo número musical que repite los mismos versos una y otra vez, mientras los personajes se separan, crecen, se reúnen, se casan y tiene hijos (perdón por el spoiler, pero, es una biopic, ¿que esperan?) si, en momentos te conmueven los versos, te emocionan y hasta sentirás gozo porque hasta las sábanas de una azotea se mueven coreográficamente iguales en algún momento, pero, se ve de pronto la flojera de la producción de intentar algo más complejo en dicho número musical.

 

Tantos fenómenos en escena y tan poco que llegamos a saber de ellos…

Y no tengo nada contra los musicales, he visto películas musicales que no saturan tanto el oído con canciones (La La Land supo muy bien hacer eso y casi gana el Oscar) y si bien tiene compositores que trabajaron en La La Land, se tiene  el sentimiento de crear una película que intenta entretener a todas las audiencias con tonos que van desde un sonido similar a Miami Sound Machine hasta tonadas ya más similares al pop actual (claro sin dub step o distorsión exagerada de voces y sonidos, gracias al cielo) y, siendo sinceros, termina fallando en generarme ese interés por escuchar la banda sonora otra vez. Incluso la canción This is Me, pese a la poderosa voz de la hawaiiana Settle y una letra que realmente podría aspirar al Oscar, termina fallando al plasmarse en los oídos de la audiencia con un exagerado uso de elementos pop como el «ooooeeeeoooooo».

Lo que menciono en el segundo número, quizá no se repite más adelante y tal vez hay  canciones que son excelentemente coreografiadas, pero hay momentos en que la historia pudiera explorar algo más, hacer algo más arriesgado y simplemente termina fallando. Parece más importante a los productores que la gente viera como se reconcilia Barnum con su circo con una larga y divertida canción que con su esposa con un breve intercambio de frases, algo que emotivamente no terminó funcionando para mí y te terminas preguntando dónde andaban los compositores en ese momento.

De ahí tengo el otro detalle que hace que la película falle, un joven que se supone venía de una de las mejores comedias musicales de la década pasada y que simplemente no da una aquí: Zac Efron. Si, el galán de High School Musical parece que se ha vuelto garantía de hacer que una película falle y si bien se mueve, baila y hasta hace algunas acrobacias en un número con Zendaya, como cantante si deja mucho que desear (nunca ha sido buen cantante, y no, no lo defiendan por las cintas de Disney, él solo hacia lip-synch), y en lo actoral sigue estando en ese nivel de mediocridad que le hemos visto en otras películas. Si, Efron ya no es un nombre que garantice que haya ya una audiencia femenina y lo demostró en Baywatch y lo comprobamos aquí.

 

La Mujer Barbona se impone cuando le toca cantar…

Hugh Jackman es lo mejor de la película, el australiano demuestra nuevamente ese talento que lo hizo despegarse un poco de su rol de Logan y que le ha valido igual una nominación al Oscar y un aplauso estremecedor como el conductor de una entrega de los mismos premios, se ve claramente que Jackman como actor y productor se toma al hombro la cinta y la mantiene en pie pese a su guion flácido que solo sabe darle fuerza a su personaje.

De ahí tengo sentimiento encontrado con los demás actores principales, entre Michelle Williams que demuestra que sabe cantar y que mantiene mucho glamour en cada escena, una Rebecca Fergusson que sabe sostener con un lipsynch muy real y su hermosura británica a una cantante sueca muy distinta a la que fue en realidad o el caso de Zendaya a la que no se le exige mucho con su personaje pero que sabe formar buena química con el personaje de Zac Efron cuando se le pide, especialmente en el número musical que sostiene con él.

Pero el encanto está en el montaje de fenómenos que se forma en la cinta, liderada por Keala Settle, quien tiene una gran voz y que encima se muestra imponente como la mujer barbuda, donde el maquillaje y el vestuario le dan todavía más poder a su personaje y que realmente hace que resuene el «This is Me» cuando lo canta. De ahí tenemos un montaje que se pudo aprovechar muy bien de manera individual o que pudo haberse usado de manera más circense, pero la forma en que el director termina montando todo parecía más Circo: El Musical que un espectáculo circense tal cual.

 

Dime Hugh, ¿por qué ya no venden mis peliculas?

Debemos aceptarlo, la cinta tiene aspectos técnicos que funcionan bien, una fotografía y unos efectos visuales que se combinan bien para hacer aún más poderosas las coreografías en pantalla, mostrarnos bien el ambiente común de una historia del siglo XIX y claro, la banda sonora que, con sus canciones, rescata el espectáculo que un guion no sabe darnos.

En conclusión, El Gran Showman es un experimento un tanto fallido que tenía potencial para un guion más firme que no se da y con un director novato, se hace notar aún esa debilidad en la historia donde solo la forma en que se cantan y bailan las canciones rescatan un poco el espectáculo. Si no son fans de los musicales consideren otra opción. Si les gustan los musicales les recomiendo escuchar la banda sonora antes de ir al cine.

 

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