En los últimos años hemos visto un crecimiento en Walt Disney Studios que ha sabido aprovechar la experiencia de gente que ha llegado de Pixar para poder mejorar las fórmulas que en un principio habían funcionado tan bien en los 90´s con producciones como La Bella y la Bestia, La Sirenita o El Rey León y que se habían difuminado entre la desesperación de conseguir nuevos mercados y el éxito que tuvieron las propuestas de Pixar en la década pasada que la dejaron en segundo plano.
Frozen, Una Aventura Congelada, podemos afirmar, es el paso que necesitaba Disney, no sólo para actualizar los juguetes de su linea de princesas (cuya último miembro, curiosamente vino de Pixar), sino para refrescar el concepto de las películas de cuentos de hadas con toque a comedia musical que parecía habían olvidado hacer, ¿funcionó esta vez? Sigamos leyendo.
El reino de Arendelle está en pos de coronar a su nueva reina, Elsa, quien tiene un secreto que ha mantenido el castillo cerrado, cuando las diferencias con su hermana Anna salen a la luz, Elsa revela su terrible secreto, un gran poder que de pronto congela al reino y sus alrededores sometiéndola a un invierno eterno. Es tarea de Anna buscar la manera de reencontrarse con su hermana con la ayuda del príncipe Hans, el aventurero Kristoff, el reno Sven y un simpático muñeco de nieve llamado Olaf para completar esto que realmente es una aventura congelada.
Dato curioso: El autor del cuento original en que se basó es Hans Kristian Andersen, ¿coincidencia?
La cinta realmente cumple con su objetivo de entretener, tiene momentos graciosos, dramáticos y no pierde el ritmo en ningún momento, incluso la introducción de la historia es bastante formidable. Los personajes en si son entrañables e impredecibles, uno pensará en las cosas mas predecibles que pueden pasar y no ocurren, eso es algo muy «aplaudible», considerando que las historias infantiles siempre tratan de ser sencillas. Mención aparte merecen los personajes masculinos que realmente ya se salen del molde del «príncipe Disney» y eso le mete mas dinámica a sus historias. Claro Olaf es mención aparte y sí merece ser querido y respetado.
Y considerando que es una cinta infantil, realmente la trama convence lo suficiente para que un adulto se quede, aunque un niño varón seguro despreciará la historia al tener un toque muy femenil (y en ratos feminista, pero sin caer en los extremos de Valiente) que seguro apelará mucho las ventas de juguetes y como son dos princesas, bueno, tomen sus conclusiones. Pese a eso, es una cinta que puedes ver tranquilamente en pareja (con chaperón o sin chaperón) o en familia.
El trabajo en animación es formidable y justifica mucho el uso del 3D, sobretodo cuando vemos el uso de los poderes de Elsa. Pero lo que se lleva las palmas es la música, compuesta por la poderosa pareja de Robert Lopez y Kristen Anderson-Lopez que tomaron la experiencia que han logrado en Broadway para hacer un conjunto de canciones que son entrañables, formidables y generan excelentes duetos. Let it Go (Libre Soy), el tema principal, es canción que suena para pelear Óscares y yo ya la pongo entre mis favoritas del año.
Y ahora que hablamos de canciones, tenemos que mencionar el doblaje, el cual está encabezado por Romina Marroquín (quien ha hecho varias voces para Disney), Pepe Vilchis (Shun de Saint Seiya), Roberto Carillo y Carmen Sarahí quien es la star talent en esta ocasión. Sin duda un gran peso le tocó a la cantante de La Voz México al hacer el papel de Elsa (si, la que tiene las mejores canciones de la banda sonora como Let it Go), pero sale avante dando sin duda una muestra de que si le echa ganas podría ser una buena actriz de doblaje en el futuro. Aunque en ratos noté que el lip synch (sincronía con pantalla) fallaba en el momento de las canciones (la traducción de las canciones hizo sufrir sobretodo a Romina), la dirección de la película, a cargo de Jose Antonio Macías, sale adelante y es uno de los mejores trabajos de doblaje del año.
En conclusión, Disney ha consolidado lo que llaman el «segundo renacimiento» que empezó con Enredados y que parece alcanzó su máximo nivel con Frozen. Dudo que su siguiente cinta (basada en un comic de Marvel) tenga ese nivel de genialidad, pero por ahora Disney ha vuelto a las ligas mayores viéndose incluso superior que Pixar este año. Ojalá siga este buen paso.
No se pierdan por cierto dos cosas, el cortometraje al inicio de la cinta, Get a Horse!, que marca el regreso del Mickey Mouse clásico a los cortometrajes, pero con un viraje inesperado que dejará sorprendido al público. Realmente vale el boleto para ver en 3D esta gran jugada. Y hay una escena al final de los créditos y una línea muy interesante que aparece en los mismos créditos que los dejará con una sonrisa.
Calificación: 8.5