A menudo buscamos que los grandes desarrolladores experimenten un concepto «nuevo» o «innovador» quizás un poco loco, incluso llegamos a decir que la historia no es tan importante, lo que inició como una pequeña broma de April Fools’ es ahora un juego inspirado completamente en esta loca premisa (que no requiere de FarCry 3).
La historia de FarCry 3 Blood Dragon se reduce de la siguiente manera: En el futuro del año 2007 eres un soldado cibernético mejorado por el gobierno con un sistema operativo basado en las experiencias de combate del mejor soldado que jamás haya existido, la ironía es que ahora ese soldado se ha vuelto en contra del gobierno y es tu deber rastrearlo a la isla donde ha armado un pequeño ejército y detener sus planes.
Prepárate para malos chistes, clichés y referencias a los 80 con alguno que otro momento de creatividad y algunos… solo algunos buenos chistes.
En cuanto al gameplay, es un FPS con elementos sandbox, existen misiones secundarias que van desde matar ciertos animales con un arma específica (como matar tiburones laser usando solo explosivos) hasta capturar las bases enemigas. A diferencia de Farcry 3 donde recapturar era lo más divertido, planear la mejor ruta de ataque o ser lo suficientemente rápido para evitar que te detecten, aquí puedes básicamente entrar «a la rambo» o escabullirte para desactivar la alarma y dejar que un blood dragon haga el trabajo pesado.
Puedes desbloquear mejoras para tus armas al cumplir una de las misiones secundarias que incluyen matar un animal específico, pero no deja de ser molesto perseguir al animal o tratar de atinarle.
La narrativa suena divertida en papel, aunque durante mi sesión de juego después de terminar una misión una línea de diálogo ocurrió entre mi personaje y la narradora del juego en lo que podría ser mejor descrita como «romper la cuarta pared» pero tuve la idea de ir a explorar el mundo abierto y retomar una de las bases enemigas donde me encontré con un grupo de dragones que me convirtió en la cena, al volver al mundo la misma línea de dialogo ocurrió y solo para probar un punto, cada vez que reiniciaba ocurría la misma línea como un comediante que solo tiene un buen chiste.
Otro aspecto que me sacó de la experiencia es que el juego parece un video de Daft Punk. Los colores neón, las luces fosforescentes y el cielo rojo a menudo eran molestos de ver, aunque en otras ocasiones la presentación del juego destaca inmediatamente de cualquier otra cosa que haya jugado, con momentos que no arruinaré donde la acción complementaba perfectamente a la música y el estilo visual.
Grandes momentos en el juego toman lugar en cinemáticos diseñados como si fuera un juego de 8 bits de la era de SEGA, lo cual a muchos puede gustarles pero eran momentos que deberían ser jugables o al menos no cortar la acción en pantalla. A pesar de varios puntos memorables, no puedo evitar sentirme decepcionado del juego, incluso al final me quedé con una sensación de vacío ya que la gran batalla final que llevas esperando desde que presionaste Start no existe y es reemplazada por un cinemático cursi y predecible.
[box type=»info»] *Imágenes representativas del producto final y provistas por Ubisoft.
**FarCry 3: Blood Dragon fue reseñado usando un código de descarga pre-lanzamiento para Xbox 360 provisto por Ubisoft. [/box]