Sonará curioso el escenario con el que vi Ex-Machina, una cinta que fue ignorada por los distribuidores en México y que se fue directo a las plataformas de vídeo, pese a los buenos comentarios en los festivales de cine independiente y de la calificación tan alta que tiene en Rotten Tomatoes.
Este escenario es el de estar en un autobús en el que tienes que ver las películas a fuerzas y después de ver dos películas, apareció en pantalla El Código Enigma, esta excelente cinta que nos muestra a Benedict Cumberbatch demostrando que merecía contender por el Óscar interpretando a Alan Turing, el hombre que inventaría la computadora moderna y que, en una escena en particular, le enseña a un investigador lo que se conocerían como las «pruebas de Turing«, un constante interrogatorio que se le hace a una máquina para saber qué tan avanzada es su inteligencia artificial.
Y entonces aparece Ex-Machina, una producción del año pasado que es la opera prima de Alex Garland como director, quien había escrito los guiones de Dredd y Exterminio. Esta cinta independiente tiene como protagonistas a Domnhall Gleeson y Oscar Isaac (ambos aparecieron en Star Wars: El Despertar de la Fuerza) así como a Alicia Vikander (La Chica Danesa), y, si podemos contarla de una vez, a una silenciosa Sonoya Mizuno.
Caleb, un joven programador, ha ganado un concurso que le permitirá conocer al dueño de la compañía en que trabaja, un extraño hombre llamado Nathan, quien lo hace llegar a un lugar solitario entre las montañas y, tras hacerle firmar por su silencio, le ofrece un trabajo en el cual deberá aplicar las pruebas de Turing en su más reciente proyecto, una androide llamada AVA en quien esta desarrollando lo que podría ser la inteligencia artificial más avanzada jamás creada.
Bajo la pregunta de qué tan poderosa podría ser dicha inteligencia artificial, el desarrollo de la película transcurrirá entre las sesiones que sostendrán Caleb y AVA, en las cuales pronto el público se dará cuenta que la interacción se tornará cada vez mas personal y el director generará los giros suficientes para hacernos dos preguntas muy importantes, ¿se llegará a desarrollar la inteligencia artificial perfecta donde ninguna prueba nos permita distinguir si es máquina o humana la persona con la que convivimos? o ¿será acaso que las máquinas serán tan inteligentes que los humanos seremos los sujetos de prueba?
Y es entonces cuando vemos un gran guión para una cinta de ciencia ficción que no niega las influencias de muchas otras películas del género, especialmente 2001: Odisea del Espacio y que incluso toma mucha influencia de la forma en que los motores de búsqueda como Google o las redes sociales como Facebook han sido programadas para revolucionar la manera en la que la gente busca información actualmente en las computadoras. De hecho, para muchos programadores y amantes de la tecnología, Ex-Machina es una película vital para tenerla en la colección.
Pero para vendernos a una gran computadora, tenemos que tener un gran diseño, ¿no? y es entonces cuando vemos uno de los mejores trabajos de efectos visuales que se hayan visto en los últimos años, trabajo que se enfoca principalmente cuando vemos a Alicia Vikander en acción, donde podríamos pensar que se recurrió a la captura de movimiento, pero el director optó por un efecto más complicado de tomas sobrepuestas, edición de imagen por computadora y un diseño impresionante para hacernos creer que en ese cuerpo de androide estaba el verdadero rostro de la actriz y por la forma en que se hizo ese trabajo, podemos casi aplaudir de pie a un trabajo que solo Mad Max va a opacar este año.
De ahí podemos agregar el trabajo de Alicia Vikander que es formidable al darnos una androide que no cae en los errores de hablar robóticamente o moverse como tal, simplemente soltarse y mostrarnos movimientos que se ven humanos, diálogos que suenan humanos (aunque con ese sentido lógico que las computadoras usan) y unas expresiones faciales formidables que hasta nos podrían hacer pensar que si estuviera en la calle, nos podría engañar. No por nada, Vikander fue nominada por los BAFTA en esta película, aunque Hollywood ha decidido mejor premiarla por lo hecho en La Chica Danesa, que no deja de ser una gran actuación.
Si tiene sus detalles, las actuaciones de Gleeson y Isaac no son tan notorias (aunque no deja de ser inolvidable la breve y extraña escena donde Isaac baila con su asistente bajo una luz roja) y ambos parecen verse muy predecibles en sus papeles de asistente de pruebas y científico loco respectivamente.
Garland consiguió completar un proyecto que se nota claramente que es muy personal y que merecía mucho más atención, no solo en las premiaciones sino en los cines de muchas partes del mundo, incluso aquí en México donde fue ignorada completamente.
Esta película esta disponible en formatos físicos y en algunas plataformas de streaming, si aman la ciencia ficción, deben conseguirla, si aman las cuestiones de programación o quieren saber de que hablaba Cumberbatch con las «pruebas de Turing» en El Código Enigma, deben conseguirla, si quieren saber por qué es la mayor competencia que tiene Mad Max: Furia en el Camino en Efectos Visuales, si, deben verla.
[marstheme_review post_id=»109946″]
