Jordan Belfort es una persona que soñó con hacer dinero, mucho dinero, cuando su sueño americano estuvo casi destrozado por el Lunes Negro, encontró en el fraude la manera de continuar su sueño. Es un hecho real y que ha inspirado dos películas: Boiler Room (Ambición Peligrosa) y El Lobo de Wall Street, siendo la segunda el retrato mas cercano a la realidad, pues está inspirada en la autobiografía de Belfort.
Dirigida por Martin Scorcese y con Leonardo DiCaprio como Jordan Belfort, El Lobo de Wall Street es una historia que pone a Scorcese a mostrar la vida de un delincuente, ¿qué no lo había hecho antes? En efecto, solo que por un lado habíamos visto gangsters en crecimiento en el caso de Goodfellas o gangsters queriendo hacer sus cosas de manera legal como el caso de Casino, en el caso de El Lobo de Wall Street vemos una historia similar pero con un ladrón de cuello blanco.
No hay quinto malo, dicen y DiCaprio, en su quinta cinta con Scorcese da una de las mejores actuaciones de su carrera, es un personaje que ejecuta bien el protagónico y narrador al mismo tiempo, en momentos rompe el «cuarto muro» para explicar con mas claridad alguna acción (como en El Club de la Pelea) y literalmente toma la cinta y no sólo es un carismático corredor de bolsa que sabe dirigir a su equipo para cometer una gran cantidad de fraudes, si no que también nos muestra sus debilidades: el sexo, las drogas (varias de ellas), pero la más importante y que resalta sobre todas: la avaricia. Y si, de las tres cosas verán mucho.
Y ahora que menciono esto, dos advertencias: la primera, la cinta dura tres horas, así que no tomen muchos líquidos si no quieren perderse de nada y la otra, es una película clasificación C, así que si les encargan cuidar al primito en el cine, no es la película indicada, pues verán muchas situaciones relacionadas con los vicios de Jordan.
Volviendo al tema, es difícil pensar cómo Scorcese fue capaz de reducir a tres horas una historia que proyectó para mas tiempo y puso en peligro la presencia de ésta película en la temporada más fuerte del cine norteamericano. Seguramente dejó detalles que, hubieran hecho más completa la experiencia, como ver los daños colaterales causados por los fraudes de Belfort o la vida de los demás personajes que, si bien están bien cubiertos en algunos momentos por las actuaciones de Jonah Hill, la hermosa Margot Robbie, un breve pero efectivo momento de Matthew McConaughey, Jean Dujardin y hasta Jon Favreau, la cinta es prácticamente Jordan Belfort.
Aunque eso no es malo, porque nos permite ver una historia que maneja muy bien todo el proceso del personaje, lo que nos permite ver a un DiCaprio mostrar una gama de emociones y actitudes que piden a gritos el Óscar, nos deja ver la vida de excesos y glamour que trae tanto dinero, vendiendo la idea de que, mas que un delincuente, podría ser un superhéroe financiero. Pero insisto, la falta de ver más daños colaterales daña un poco la credibilidad de la película.
La producción en general es buena, se disfruta el trabajo de fotografía, los efectos de producción, de edición y aunque el soundtrack, fuertemente cargado en la década de los noventas, no es tan disfrutable como el de Goodfellas o el de Los Infiltrados, es bastante agradable al oído.
Scorcese hace una producción que le dará otra candidatura al Óscar y quizá también DiCaprio tenga su nominación, pero su forma de contar las historias de delincuentes nunca ha tenido contenta a la Academia y es probable que se incline más sobre una cinta con un tema que toque más fibras como 12 Años un Esclavo que sobre ésta. Aún así, Scorcese supera el duro reto de hacer que una cinta de 3 horas sea disfrutable, que no pierda el ritmo y tenga una gran dosis de buenas actuaciones y que por cierto, como dato curioso, rompe su récord en el uso de cierta palabra altisonante, esa que va con «f». Les dije que no llevaran a sus niños, ¿verdad?
Y si a mi me preguntan, ésta cinta si la colocaría entre mis favoritas de Scorcese, aunque todavía abajo de mi predilecta que es Taxi Driver.
Calificación: 9
