Divertido, pero nada nuevo
Doodle God ha estado con nosotros desde el 2010 cuando JoyBits lo lanzó para iOS. Y en el trascurso de los años, el juego ha sido actualizado con varios episodios y ha sido lanzado en casi todas las plataformas, además de tener nuevos acertijos, misiones, y por si fuera poco ha tenido también un modo en línea competitivo. Ahora Doodle God hace su aparición en consolas con Doodle God: Ultimate Edition.
Como el nombre sugiere, esta versión es la más completa. Con el juego teniendo tanto tiempo entre nosotros, es difícil no haber tenido algún tipo de contacto en cualquiera de sus formatos, pero para aquellos que no sepan de lo que se trata Doodle God es en realidad mezclar distintas combinaciones de los elementos para crear un universo. Comenzarás con los cuatro elementos básicos, fuego, tierra, agua y aire; al combinar estos, nuevos elementos como el metal, el vapor y la arena pueden ser creados.
Y así puedes ir combinando elementos, eventualmente llegarás a crear cosas complejas como motores a vapor, rascacielos y por supuesto internet. Crear nuevos elementos en Doodle God es algo simple. Una vez que las combinaciones más obvias están hechas, será necesario pensar más tus movimientos y también te encuentres pasando mucho rato combinando elementos al azar esperando llegar a algún resultado.
Su manera simple de juego es sorprendentemente adictiva, y descubrir nuevos animales o tecnología es muy gratificante, pero en ocasiones también puede ser demasiado frustrante y consumidor de tiempo. La frustración crece cuando ciertas combinaciones no hacen la reacción hasta que llegas a algún punto específico del juego; por ejemplo, los jugadores pueden tener acceso a crear combinaciones obvias como poner carne y fuego para crear un corte, solo que si no has avanzado lo suficiente simplemente no pasa nada.
El traslado del juego de las pantallas táctiles a las consolas significa que los controles han tenido que ser cambiados ligeramente. La pantalla ahora está dividida en dos partes con todos los elementos disponibles al lado izquierdo y derecho.
Usando el stick y gatillo izquierdo seleccionas los elementos de ese lado de la pantalla, mientras que los controles derechos hacen lo propio con ese lado de la pantalla. Es un acercamiento muy simple que funciona muy bien. Mientras no es tan rápido como cuando tienes una pantalla táctil, cumple de manera satisfactoria lo que se le pide y la operación no es nada compleja o incomoda.
La versión de consola ha recibido el mismo trato visual que la interfaz que vemos en Doodle God Blitz de móviles, o como en la versión de Steam en el pasado 2015. La vista tipo “planeta” te permite ver los elementos que has creado y cómo cobran vida y su lugar en el mundo. Sí, es una adición meramente estética que no tiene ningún efecto en el gameplay, pero es un cambio bienvenido que te da una manera más visual de rastrear tu avance. También puedes optar por ignorarla por completo y muchas veces olvidarás revisarla a pesar de su buen diseño y arte.
El componente multiplayer fue presentado en la versión de Steam del título, y también está presente en la Ultimate Edition. Podrás competir contra otro jugador para ver quien combina la mayor cantidad de elementos en el menor tiempo. Es un modo diseñado para poner a prueba tu memoria y es una buena adición a la versión de Xbox One que cambia la manera en la que juegas y te presenta una competencia amigable. Desafortunadamente, el factor tiempo juega de nuevo en contra del título y la red tiene un buen número de guías para hacer las combinaciones que sin duda pueden ser usadas por jugadores sin ningún escrúpulo y que pueden hacer trampa.
En cuanto al precio, podemos decir que JoyBits ha hecho algo razonable con Doodle God: Ultimate Edition al ponerle un precio de $9.99. Pero cuando comparamos precios contra Doodle God Blitz y Blitz HD, que están disponibles de manera gratuita y además tienen básicamente las mismas características, el precio se vuelve algo difícil de justificar. Lo único que tiene Doodle God: Ultimate Edition sobre sus contrapartes es el componente multiplayer en línea y 800 puntos a tu gamerscore, y pagar $9.99 por esos “privilegios” no es algo que pueda llamarse bueno.
Como mencioné hace unos momentos, Doodle God: Ultimate Edition tiene 1000 G para que puedas aumentar tu puntaje en Xbox Live. Sin embargo, cualquiera que haya jugado los títulos previos con la función de Xbox Live sabrán que la lista de logros es muy familiar; de hecho, es casi idéntica a la lista de Doodle God Blitz para Windows 8 y God Blitz de Windows Phone. La lista de 20 logros de su predecesor regresa junto con dos logros nuevos. “Master of the Worlds”, que podrás desbloquear al completar todos los episodios sin ningún tipo de pistas, y “God of Fun” que será tuyo al crear el elemento “juegos”.
Ninguno de los logros son difíciles, pero te llevará un par de días obtenerlos todos, además de que si usas las ayudas no podrás desbloquear el logro de “Master…”, también el de “Brilliant Inventor” que se desbloquea al completar el primer episodio sin ninguna ayuda.
En cuanto al apartado gráfico, realmente no se le exige a la consola, es un diseño colorido, con dibujos muy llamativos y estilizados que resultan agradables a la vista, no esperes un título con gráficos realistas y avanzados, eso no lo encontrarás en un título de la naturaleza de Doodle God. Sin embargo, no por ello quiere decir que no son dignos de ser nombrados, cumplen su función y te ayudan a mantenerte concentrado en el juego. El sonido cumple también su cometido, solo que a secas, aquí no hay nada extraordinario y la banda sonora se vuelve un poco tediosa cuando estás jugando por mucho tiempo, bien se pudo hacer hecho mucho más.
En sí, Doodle God Ultimate Edition no trae nada nuevo a la mesa, por lo menos no algo que no hayamos visto en títulos anteriores de la franquicia, la fórmula del juego sorprendentemente se mantiene vigente y podrá darte un buen rato de entretenimiento, pero nada más.
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