Destiny, el juego shooter de Bungie y Activision, reinventaría al género al poseer elementos MMO (Juego multijugador en línea) con los de shooter, en un juego gigantesco y sin precedentes, enemigos gigantes, clanes, y aventuras por dondequiera… eso nos vendían antes de tener el título, y al poseerlo me quede con sentimientos encontrados, pero principalmente con un vacío.
Destiny nos cuenta la historia de cómo los humanos se fueron extendiendo a través de la galaxia, creando colonias en los planetas, pero un día la oscuridad llegó y se apropió de todo a su paso, dejando los últimos planetas y sobrevivientes en tus valientes hombros para que derrotes al mal de una vez por todas.
La historia está muy mal narrada, ambigua y no es la historia épica o entrañable, asimismo los personajes, son los genéricos NPC que sólo están ahí para apoyarte, sin que tengan cierto carisma. Tu personaje es un guardián como todos los que pueblan la torre, no eres el héroe que todos recordarán. No se nos cuenta ni es muy claro quién es el enemigo central ni por qué quiere destruir la galaxia.
Dejando la historia atrás, el título posee elementos que tiene un MMO como es el manejo de clanes o facciones, Destiny te permite elegir una de las tres razas disponibles, pero elegir alguna de ellas es indiferente en la narrativa, ya que serás un guardián. Asimismo, el juego cuenta con tres clases distintas y dos subclases que obtendrás conforme progreses en el juego (se desbloquean cerca del nivel 15-20).
La torre se nos prometía como ser el lugar de encuentro en donde se podría sociabilizar, la mayoría de las veces cada quien anda en las tiendas mejorando armas, obteniendo contratos o bailando, más que formar escuadras para alguna misión. El factor social es extremadamente limitado (ni siquiera puedes intercambiar ítems con los demás jugadores).
El surtido de armas y armaduras es excelente, tomando en cuenta la personalización que se nos ha dado en los FPS en los últimos años, me fue más gratificante utilizar las distintas armas y mejorarlas, más que utilizar cierta clase e identificarme con ella. Las armas y armaduras tendrán niveles de rarezas, desde normal a leyenda, las cuales obtendrás en lotes en tus aventuras.
Conseguir las armaduras de leyenda será de lo más complicado, ya que tendrás que grindear DEMASIADO.
El juego se divide en dos variantes, el PvE (Jugador vs Entorno) y PvP (Jugador vs jugador). El primero será nuestro modo historia y la visita a los distintos planetas, el segundo serán las partidas multiplayer dentro del Crisol.
Al principio subirás de nivel rápidamente, llegar al nivel 20 no te costará mucho trabajo, sino tiempo (entre 15 y 25 horas) y cuando llegas al nivel 20 la dinámica ya es diferente, ya que te dedicarás simplemente a obtener luz, pasar una y otra vez las misiones intentando obtener mejores lotes o adquirir más vanguardia o puntos del crisol.
Cuando realizas una aventura con una escuadra, si bien es divertido y el reto aumenta más, no se tiene el elemento cooperativo, ni las clases ayudan a que se ayuden entre sí (pueden pasar satisfactoriamente las misiones cada quien en un flanco y reviviéndose de vez en cuando). Estas misiones cuentan con jefes colosales y aguantadores, siendo más una prueba de resistencia que de habilidad. Al desbloquear las misiones de alto nivel (misiones de asalto en vanguardia) tendrán un reto mucho mayor y con mejores lotes.
Las misiones son extremadamente repetitivas, el explorar un planeta, no tendrán un cambio sobresaliente, el mismo camino tendrá la variante de ir a la izquierda o a la derecha, al final de cuentas es el mismo escenario. Los escenarios son grandes, pero carentes de vida, si vas a pie tardarás en encontrar enemigos y recursos. Los enemigos respawnean siempre en los mismos puntos (y serán los mismos tipos y cantidad de enemigos). El tedio se incrementa si en estas misiones las juegas sólo, sin compañeros. Para darle cierta variedad a las misiones, se cuentan con “eventos aleatorios” en donde podrás hacer una side quest de una dificultad mucho mayor, pero al ser al azar, tardará en aparecer, además de que éstas también son repetitivas (defiende la zona o elimina al jefe).
Cuando logras desbloquear el Crisol, podrás jugar los modos multiplayer PvP con modos de juego todos contra todos, control, por equipos o captura de reliquia. El Crisol será esencial de nivel 15-20, ya que en estos niveles empieza a tomas más importancia los puntos de vanguardia y las enseñanzas de Crisol.
El árbol de habilidades no es tan amplio o libre como en otros títulos, es más bien lineal y no sientes la libertad de elegir qué es lo que quieres subir de nivel. Las clases sólo varían principalmente en el poder principal que manejan, pero no sentí desequilibrado el juego. Claro, salvo que pongas a un nivel 3 vs. un nivel 18, en donde cierto tipo de armas son inaccesibles.
El sonido es de las cosas que más me gustó del título, reproduciendo canciones épicas, merecedoras de algún premio. Asimismo el surtido de armas influye en los sonidos, en las partidas multiplayer podrás oír a lo lejos los disparos de las armas o los pasos de tus enemigos.
Destiny no es un mal juego, tiene buena calidad gráfica y es un buen shooter, te durará demasiado (si quieres obtener las armaduras leyenda, tardarás más de 30 horas en conseguir sólo una de ellas) pero no será la innovación que nos prometieron, tal vez la expectativa que teníamos era demasiado alta. Destiny peca de querer ser un todo, y por intentar abarcarlo, se perdió en un mundo sin alma. Historia ambigua, personajes sin vida, mundos vacíos, el tedio de pasar misiones similares y con la misma estructura, hizo que se me hiciera pesado jugar un título que pensé que sería de lo mejor (pero no negaré que tiene ese factor adictivo en donde deseo jugar y jugar solo para levelear y tener mejores ítems). Éste fue un claro ejemplo de cómo el marketing y el hype fue mayor que lo que se nos ofreció al final.
[box type=»info»] La reseña se basó en una copia de Xbox One otorgada por Activision[/box]