Después de dos películas y una serie de Netflix, DreamWorks Animation se despide de una de sus franquicias más exitosas con la última entrega de Cómo entrenar a tu dragón, poniendo así fin a las aventuras de Hipo y Chimuelo.

Dirigida por Dean DeBlois, Cómo entrenar a tu dragón 3: El mundo perdido nos presenta a un Hipo más maduro, quien ha logrado cumplir su sueño de convertir a Berk en una tierra donde los dragones puedan vivir tranquilamente pero ahora cuenta con una nueva problemática, guiar a un pueblo como su jefe de la aldea, trabajo que le heredó su padre Estoico.

Además de la presión de liderar una aldea, al parecer todos esperan que consolide su relación Astrid a través del matrimonio, otro tema delicado para la pareja. Y la cereza en el pastel, un nuevo jinete de dragón amenaza con romper la paz de Berk y tiene un objetivo especial: terminar con el último Furia Nocturna que existe.

Y mientras Hipo intentaba liderar con la difícil vida liderando a la aldea, Chimuelo se encuentra con lo que posiblemente sea la última Furia, quien rápidamente se roba el corazón de nuestro dragón favorito y desencadenará una serie de situaciones graciosas.

Debo decir que le tengo mucho cariño a la serie de Cómo entrenar a tu dragón, y verla madurar a través de películas y una serie a través de casi 10 años ha sido simplemente maravilloso, por lo que posiblemente sea un poco más duro con la que posiblemente sea la película final, o por lo menos espero que sea.

Comenzando con la historia, la mitad de la película parece básicamente la misma situación de Cómo entrenar a tu dragón, con un villano principal que busca acabar con los Furia y una sociedad que sigue buscando capturar a todos los dragones, y ambos ponen su mira sobre Berk e Hipo. Además de esto, Grimmel, el villano de esta entrega, a pesar de ser uno de los más amenazantes y terroríficos de la saga, sus motivaciones y diseño es parecido a Drago, el antiguo villano de la serie.

Además de esto, todos sabemos como es que va a terminar la historia, no hay giros dramáticos, finales sorpresas o un hilo inesperado que cambie la historia, y aunque esto no es realmente malo, se siente que le falta algo para hacerla atractiva como las entregas anteriores. Lo único que si me agradó del guion y la historia fue la inclusión de pequeños mensajes para el público adulto, relacionados con la transición de Hipo como Jefe de la aldea y su relación con Astrid, además del futuro que le depara a Chimuelo.

En cuanto a la animación, el filme mantiene la misma estética y estilo que la película anterior, tan similar que parece que realmente no hubo avances y esta entrega simplemente es una extensión de dos horas de la anterior, lo cual parece ser reforzado por el hecho de que la antítesis de nuestro personaje principal es la misma y realmente no hay un crecimiento de los personajes hasta casi el final.

La música es otro punto totalmente diferente, y es que mantiene la calidad y emoción de las entregas anteriores. John Powell, a quien conocemos por filmes para niños como Robots, Bolt, Kung Fu Panda, entre otros; no deja de sorprendernos y nos entrega una banda sonora cautivadora y perfecta para cada momento de la película.

Con todo esto, Cómo entrenar a tu dragón 3: El mundo perdido no es una película mala, simplemente considero que no le hace el debido honor que se merece para lo que posiblemente sea el final de la serie. Para los más pequeños es una película encantadora y divertida, y para los más grandes será agradable ver el par de mensajes con los que cuenta la película, pero posiblemente los más fans de la franquicia sean los que se queden con ganas de más.

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