Siempre que escuchamos el nombre del actor Seth Rogen ¿con qué tipo de películas lo relacionamos? ¿Drama, terror, epica? Ciertamente no. ¿Acción? Tal vez. ¿Comedia? Por supuesto, y no precisamente del tipo de comedia que compartiríamos con toda la familia, al hacer mucho uso de violencia, drogas y sexo en sus chistes y bromas. Pues precisamente con estas expectativas es que me dispuse a ver su nueva película, Buenos Vecinos (Neighbors), recordando como antecedentes previos más frescos en mi memoria las películas Superbad y Pineapple Express, y esperando el mismo estilo de historia y comedia.
En esta historia conocemos a la joven pareja formada por Mac (Seth Rogen) y Kelly Radner (Rose Byrne) quienes están adaptándose y acostumbrándose a su vida familiar con su pequeña hija Stella, lo que implica empezar su vida en su nueva casa en un tranquilo vecindario en los suburbios, ellos dejarán atrás su vida de como una pareja sola sin hijos y empezarán a criar a una pequeña con todas las preocupaciones que conlleva esto.
Pero su nueva vida idílica con su familia se verá alterada al recibir a sus nuevos vecinos que resultan ser una fraternidad universitaria que, como muchos sabrán, son famosas por sus alocadas y escandalosas fiestas, además de que sus miembros pueden muchas veces resultar molestos para un entorno familiar ideal.
Así es como comienza su relación primero amistosa y luego de enemistad entre los Radner y la fraternidad lidereada por Teddy (Zac Effron) en una serie de enfrentamientos donde de cada lado habrá complots, ya sea para romper la armonía de la casa de los Radner y mantener a flote la fraternidad ante su universidad y los otros vecinos, o para sabotear las fiestas y tal vez destruir la propia fraternidad. Un enfrentamiento donde veremos el ingenio de los jóvenes universitarios enfrentando la experiencia de los jovenes adultos.
La trama es bastante predecible, en su mayoría con alocadas y a veces violentas ocurrencias de los personajes siendo muy recurrente la comedia física y los chistes sexuales a todos niveles, a veces siéndo un poco ácidos. Sobre los personajes, aunque en general tienden a ser un tanto estereotipados, es interesante ver cómo ninguno es retratado como el bueno o el malo, cada uno tiene sus matices de personalidad y sus propios valores éticos que actúan más debido a sus circunstancias e intereses.
Visualmente lo más interesante es cómo supieron representar claramente las diferencias de entornos y ambientes, al sentir de alguna manera la transición entre el ambiente adulto y profesional de los Radner y el ambiente joven de fiesta y universidad de la fraternidad. Por el lado del sonido tal vez lo que puede destacarse, y que de alguna manera era de esperarse en una película de este estilo, es el uso de algunas canciones populares de los 90’s y actuales que igual agregan emoción a algunas escenas emocionales y cómicas y ambientan las fiestas de la fraternidad.
La película no me hizo reir, pero tomemos en cuenta que soy una persona que es difícil que se ría con cualquier comedia, aun así la recomiendo para aquellos que les guste la comedia simple que se base en ver gente accidentada y chistes sexuales tanto en los diálogos como en muchas situaciones. Les doy la advertencia de que esta cinta es para un público mayor de edad debido a dicho contenido.
Al final, lo criticable, como con muchas películas actuales, es que las mejores secuencias cómicas están comprendidas en lo que se muestra en los avances, por lo que a veces se sentirá lenta la historia para aquellos impacientes; además, al final de la historia se pretende dejar cierto mensaje moral sobre el paso de la adolescencia a la adultez y la vida familiar, que sinceramente siento que era innecesario y un poco fuera del contexto del genero al que pertenece la película.
Agradecemos las facilidades y atenciones de Universal Pictures México para la realización de esta reseña. A pesar de haber sido estrenada ya hace algunos meses en varios paises, finalmente llega a México el 4 de Julio de 2014.
