Como todos sabemos, hay ocasiones en que las segundas partes de películas malas terminan siendo peores, pero en esta no sucedió. Literalmente, la formula fue la misma pero ahora no sería un grupo de universitarios con niveles de testosterona altos en busca de fiesta, sino un grupo de chicas en busca de su espacio de libertad y expresión, algo que siempre escucharon en la preparatoria. La Universidad siempre sera una etapa muy importante para los jóvenes, ya que aquí se dan esos últimos momentos importantes de tu vida como estudiante antes de ser un profesionista, y en EEUU se lo toman muy en serio. La cinta nos presenta un grupo de niñas que recién ingresaron a la Universidad y que buscan unirse a una fraternidad, el sueño de toda universitaria. Pero el resultado no es el que esperaban ni como se los habían pintado, por lo que las chicas buscan una manera de resolver su problema.

Así es como cansadas del sistema sexista y restrictivo de la universidad, forman Kappa Nu  una fraternidad donde desmelenarse y hacer lo que les venga en gana. Shelby (Chloë Grace Moretz) y sus hermanas, Beth (Kiersey Clemons) y Nora (Beanie Feldstein), encuentran la casa perfecta al lado del campus, lamentablemente, los vecinos son nada más y nada menos que Mac (Seth Rogen) y Kelly (Rose Byrne), que están por tener su segundo hijo y tratando de vender su casa para mudarse. El problema está en que su vendedor de bienes raíces consigue comprador, pero deben pasar al menos 30 días mientras los nuevos inquilinos revisan que todo se encuentre en perfectas condiciones en la casa. Ahí es donde entran las chicas a causar problemas para que los Radner logren vender la casa.

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Para esto Mac habla con sus grandes amigos Jimmy y Paula y se convencen de que no tienen más remedio que utilizar a un antiguo vecino como arma secreta para desalojar a las impresentables. Convencidos de que basta con que Teddy (Zac Efron) se encuentra infiltrado en la fraternidad, pero subestiman la fuerza de la ingenuidad y de la locura de sus jóvenes vecinas.

La cinta es dirigida por Nicholas Stoller, quien nos muestra una tramabastante divertida y llena de momentos con situaciones que una chica puede hacer, es por ello que la segunda parte de Buenos Vecinos es mejor que la primera. Aprovechar el poder femenino de unas chicas, que lo único que buscan es ser ellas mismas sin que nadie les ponga un alto, crea una fantástica formula para que la historia tenga sus momentos serios, sensuales, íntimos, fiesteros, musicales, violentos, asquerosamente chuscos y de reflexión. Muchas de estas ideas son parte del equipo de escritores, además existió un buen manejo de la temática de la homosexualidad y de uno que actualmente se mantiene muy presente en nuestro país, el feminismo.

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Por ello, el cambiar los papeles sexuales de la fraternidad agrega frescura y muy buenas ideas que explotar para este tipo de guerra, vecino contra vecino. Otro elemento que me agrado mucho de la película fue mostrar un poco de los personajes de la primera para cerrar ciclos, tanto de personajes como de historias, un elemento bien manejado y acertado -claro, a mi parecer-.

En verdad, muy buena segunda parte y espero también sea cierre de franquicia, no queremos ver desastres de películas que solo den pena y terminen de manera muy repetitiva en sistemas de cable de paga. Además vemos el regreso de Seth Rogen donde casi podemos decir que es su película más reciente, donde no lo vemos fumando mariguana, y tampoco nos olvidamos de a Zac Efron a quien últimamente hacer comedia le funciona, pero muy pronto lo veremos en un papel diferente junto a Dwayne Johnson, trabajando muy cerca del mar. Vayan a divertirse y apreciar a Chloë Grace Moretz divertirse un rato como universitaria. Por cierto, esas apariciones de Selena Gomez en la cinta son un verdadero chistecito.

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