El estudio argentino Ravegan nos trae Blue Rider, un título shoot-em-up que logra converger la base de los títulos clásicos del género como Gradius, pero dándole un toque visual más agradable, más apto para dispositivos móviles. Pero veremos si esta fórmula funciona en las consolas de última generación.
Una de las diferencias que posee Blue Rider en contra de los clásicos del género es que no está enfocado en un entorno 2D, sino le apuesta al 3D y dándole un toque único a la dirección de tu nave, ya que se puede sentir como tu travesía no es tan lineal como en otros títulos.
Los controles son muy sencillos, ocuparemos un stick para mover la nave y otro para disparar, y los gatillos nos servirán para disparar bombas o para acelerar la nave. El tiempo de respuesta es bueno y por ello no tendrás problema.
Tu nave tendrá disparos infinitos, y como esperarás, habrá distinto armamento que dejará el enemigo o estructuras, ampliando el poder o alcance de los disparos. Tristemente el surtido de armas se ve mermado en cuanto a la variedad de enemigos y comportamiento, que van desde estáticos hasta naves que se desplazarán a distintas velocidades y rodeándote, te sentirás un poco desprotegido.
Los enemigos son variados al ser más de 30 distintos, los cuales, no tendrán un patrón predefinido como muchos títulos del género. Podrán atacarte desde atrás, emboscarte, dándole un poco de dinamismo al pensar en tu estrategia defensiva y quitándole el factor de que te tienes que aprender de memoria uno de los 10 niveles disponibles. En cuanto a los jefes, cada nivel tendrá un jefe final, y se siente satisfactorio luchar con ellos, no se sienten tan genéricos ni sencillos.
Blue Rider es estricto, por lo que solo se te otorgará una vida y no tendrás checkpoints, en caso de recibir varios disparos y perecer, tendrás que reiniciar el nivel desde el principio, por lo que debes ser muy cauteloso. Además de la limitante de la vida, la dificultad es alta, por lo que perderás en más de una ocasión, principalmente en que en ciertas partes necesitarás un timing muy preciso para que no choques con los disparos.
Visualmente, es un entorno en 3D con gráficos que no son malos, pero no sobresalen, se pudo haber aprovechado mucho más este apartado.
En el apartado musical encontraremos un muy escueto surtido de canciones y ninguna posee algo más épico o que nos adentre más a la batalla.
El replay value es casi inexistente, ya que hayas terminado los niveles no hay realmente un aliciente para rejugarlo, salvo que no hayas recogido las reliquias escondidas de cada nivel, por lo que la experiencia será corta de solo un par de horas.
Dentro de lo negativo es que hay cierto dropeo de frames en los niveles más avanzados, no sé si las explosiones o la cantidad de enemigos o disparos, pero este dropeo hará que te pegue algún disparo que bien hubieras esquivado sin problema.
Otro punto es ciertos problemas de diseño, en donde extrañamente te llegará un disparo que atravesó un árbol o piedra, o personajes estancados en algunas partes.
También se hubiera agradecido un mapa general para navegar, ya que iremos a ciegas en la exploración y eso nos atrasará un poco en recordar por donde pasar.
[marstheme_review post_id=»129351″]
