“Haces esto porque tienes miedo de no importarle a nadie, y tienes razón, no le importas a nadie.” Al igual que todas las películas que se elevan por encima de las nubes tóxicas de la fórmula clásica de Hollywood, Birdman desafía a la muerte en la taquilla, mostrando el genio cinematográfico de Alejandro Gonzales Iñárritu. Por supuesto, esta cinta podría incomodar a algunos, pero, ¿a quién le importa? Birdman se convierte en un volcán de ideas creativas en plena erupción, el cual no puedes dejar de admirar.
La cinta toma a Birdman como una sátira del mundo del espectáculo, completa, acida y cruda, pero, sin duda, con un alma increíble que podría hacerte modificar el cómo ves a los actores fuera de los reflectores, pero claro no te dejes engañar, es solo una película ¿o no?. Michael Keaton toma el papel de Riggan Thomson, un actor que ha caído en tiempos difíciles desde que interpretara al reconocido superhéroe Birdman en una trilogía de éxitos de taquilla. ¿Te suena familiar? Debería. Después de haber interpretado a Batman en un par de ocasiones, Keaton conoce lo que es estar en los zapatos de Riggan Thomson. De una forma sustancial, Riggan da la vuelta y logra hacer su debut en Broadway, escribiendo, dirigiendo y protagonizando De qué hablamos cuando hablamos de amor, un cuento de Raymond Carver.
La clave de Birdman se encuentra en el apartado visual, gloriosamente ejecutados por el genio de la cámara Emmanuel “El Chivo” Lubezki, ganador de un Oscar por Gravedad, para darnos la sensación de que la película se desarrolla en una sola toma continua. El trabajo de Lubezki es impresionante, especialmente por la forma en que permite que la película vaya de la realidad a la ilusión y de regreso una y otra vez, sin descanso. Así que, cuando Riggan vuela por encima de Manhattan y dispara bolas de fuego de sus dedos, también nosotros estamos viviendo la locura que se plasma en su cabeza. Desde el inicio sabes que esto será una locura, en la primera toma, vemos a Riggan levitando en su camerino y debatir con la voz de Birdman (Keaton en un registro más bajo), diciendo que es demasiado bueno para estos estirados del teatro, es increíblemente hilarante.
El resto del reparto es impresionante, personajes llenos de vida, de conflictos y demonios que logran a la perfección estresar a Riggan y llevarlo del narcisismo a la duda en un solo instante. Es genial ver cómo Zach Galifianakis funge magistralmente el papel de amigo, productor y abogado de Riggan. Naomi Watts se destaca como actriz en la obra, al igual que Andrea Riseborough como la actriz que se está acostando con Riggan y Amy Ryan como una ex-esposa que trata de restablecer el equilibrio a un hombre en conflicto; una cinta llena de estereotipos del mundo del entretenimiento que podrían parecer molesta, pero gracias al buen manejo de personajes, logras comprender la motivación de cada uno.
Además de Keaton, que ofrece seguramente el mejor rendimiento de su carrera, el trabajo de Edward Norton como actor volátil que vuelve loco Riggan es magnífico, sobre todo porque su talento es tan grande como su ego. Y una Emma Stone que crece a pasos agigantados, como la reveladora hija de Riggan, recién salida de rehabilitación y con ganas de enganchar a su papá en las redes sociales, donde el poder se mide por la cantidad de likes.
La muy bien lograda Birdman es una comedia de humor negro, en la cual disfrutamos la desesperación, vista desde el ojo artístico desenfrenado de Iñárritu. Esta cinta logra envolvernos, nos hace reír a carcajadas, y al mismo tiempo tener la intención de gritarle a una nube y vernos fácilmente reflejados a nosotros mismos en Riggan. Birdman, con una idea francamente refrescante, es un gran estimulante para creer en el cine. Ningún verdadero amante del séptimo arte debería perdérsela.
Título original: BIRDMAN or The Unexpected Virtue Of Ignorance
Director: Alejandro González Iñárritu
Duración: 1 hr. 59 min.
Fecha de estreno: 13 de noviembre de 2014
