Durante la década de los noventa existió una serie de televisión que tuvo a muchos adolescentes pegados a sus pantallas disfrutando de las aventuras de los Guardianes de la Bahía, un grupo de salvavidas quienes se metían en una gran cantidad de aventuras para proteger su playa de cualquier peligro que estuviera enfrente: desde un niño ahogándose en el mar hasta delincuentes.
Esta serie en donde vimos consolidar a David Hasselhoff como una de las estrellas más rentables de la televisión y a Pamela Anderson como un símbolo sexual, tuvo varias temporadas y hasta una serie spin-off, donde más que la trama, resaltaban las tomas en cámara lenta de los Guardianes corriendo por el mar, especialmente cuando la toma se enfocaba en las chicas.
Unos años después tenemos una película basada en dicha serie la cual es dirigida por Seth Gordon (Quiero Matar a mi Jefe) y con las actuaciones de Dwayne Johnson (Rápido y Furioso), Zac Efron (High School Musical), Alexandra Daddario (Terremoto: La Falla de San Andrés), Priyanka Chopra (Quantico) y la modelo Kelly Rohrbach entre otros actores.
Los Guardianes de la Bahía buscan a tres nuevos elementos para engrosar sus filas, mientras su líder, Mitch, comienza a investigar por su cuenta un misterioso caso de drogas que se van encontrando en la playa. Mientras Mitch intenta desenmarañar este caso (ignorando a la ineficaz policía del lugar), tres candidatos: el ex-nadador olímpico Matt Brody (que fuera de su habilidad es todo un irresponsable), la surfista Summer Quinn y el nerd Ronnie, son puestos a prueba.
Desde el momento en que vemos la primera escena de la película sabe uno a que se está enfrentando, una cinta con una sola pretensión, entretener, pero que también sabe auto sabotearse perfectamente para quedar solo en eso y nada más.
De un lado tenemos los clichés que hicieron de la serie de Baywatch algo muy comentado en los noventa: chicas hermosas que se mueven en cámara lenta al correr, hombres fortachones, escenas de rescate en la playa y algunos momentos de acción. Sin embargo, tal y como paso con Patrulla Motorizada, cinta de este mismo año, parece que el sentido de la comedia para adultos se reduce a agarrarse solo del sexo para contar chistes.
No pasan ni diez minutos de la película y entiende uno rápidamente que esta cinta es para adultos (aunque más bien para gente calenturienta que buscan chicas con buenos atributos y chistes sexuales baratos) con una cantidad de chistes sobre partes privadas del cuerpo tan abundantes que hacen que el resto de la película sea intrascendente.
Tenemos una cinta que cuenta su trama principal de manera lenta y rápidamente abandona la historia para mostrar los intentos fallidos de romance entre los miembros jóvenes del equipo o los problemas que, sin contarse a profundidad, hacen que Brody se una a Baywatch, donde vemos que nos genera de pronto más interés las desventuras de Ronnie en sus intentos de conocer a C.J. que en saber si serán capaces de resolver el misterio principal o no.
En cuanto a las actuaciones podemos notar que la actuación más rescatable es la de Dwayne Johnson, que, dicho sea de paso, no es que sea un gran actor, simplemente amolda el personaje que hizo popular David Hasselhoff en los noventas a su propia personalidad y eso le permite hacer a un personaje que sabe tomar la película bajo sus hombros durante buena parte de la cinta y que nos garantiza varios momentos graciosos, de los pocos personajes que nos hacen notar lo absurda que es la película.
Zac Efron contrasta por ser alguien que va más a presumir sus abdominales que su talento actoral. Está claro que su personaje, un mirrey con medallas olímpicas, es bastante predecible, que en algún momento resaltará su corazoncito y sus propias habilidades, aunque, cuando le toca ponerse la película bajo sus hombros, nos damos cuenta que la cinta pierde el poco piso que le quedaba, no sé si por la forma poco creíble en que el personaje se convierte en ese momento o por ese intento del director de «ya, vamos a ponerle seriedad a esto», tras dos actos de situaciones absurdas.
De ahí tenemos un elenco que hace su esfuerzo por cubrir sus roles en la cinta, realmente sin mucha trascendencia en lo actoral, aunque si resalta ver a Alessandra Daddario y Kelly Rohrbach en sus trajes de baño, claro Rohrbach no parece que vaya a cubrir ese hueco que dejó Pamela Anderson en los corazones de los fans de la época, pero si dejará a más de uno interesado en seguir su trayectoria como modelo de Sports Illustrated. Ahí se cuela por momentos un Jon Bass que logra destacar como el chico nerd con mala suerte, que da varias risas, pero hasta ahí.
Tenemos villanos de poca trascendencia como una Priyanka Chopra que realmente hubiéramos deseado verla en traje de baño que haciendo un papel tan patético o los secuaces de la villana que tienen muy poco que destacar, a lo mucho una pelea y un mal chiste.
También destaca ver los pequeños cameos de David Hasselhoff y de Pamela Anderson, aunque solo será ese momento donde el adulto dirá «wow… ¡Michael Knight!» y el asistente más joven dirá «… ¿No es ese el tipo del que tanto hablaban en Guardianes de la Galaxia?…», así de trascendente. Ahí también aparece un cameo de Belinda, pero no hay mucho que se pueda platicar de su participación en la que luego se hará notar con una o dos frases en español y nada más.
De la producción en sí, la cinta si presume los millones que gastó en efectos visuales, incluso en los bloopers, si se quedan a ellos, notarán algunos efectos visuales que no se aprecian en la cinta, si ya de por si la cinta peca en lo absurdo, ver los bloopers les hará notar que hasta en lo que no es absurdo hay efectos visuales. Hay escenas de acción que, si bien, no le hacen ni cosquillas a Rápido y Furioso 5, si lucen en momento coordinadas, aunque una escena que involucra fuegos artificiales si se nota un tanto exagerada.
La banda sonora mezcla tonos nuevos basados en dub-step con canciones clásicas y claro, algunas tonadas de filme con tono épico. De pronto no les extrañe escuchar música de la serie original o hasta More Than a Woman de Bee Gees en momentos clave de la cinta.
Guardianes de la Bahía les garantizará varias risas y una cinta meramente para rellenar una tarde de domingo en el cine, con algunos amigos o con tu pareja, donde el duelo de celos será garantizado al ver a las chicas y chicos guapos del filme. No obstante, los chistes vulgares pueden espantar a más de uno y una trama inconsistente y lenta Consideren simplemente a esta cinta como una opción más.
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