Desde que Assassin’s Creed salió en el 2007, se definió la línea que seguiría esta franquicia, al combinar el juego de sigilo con táctica y acción. Y ciertamente después de 8 juegos, Assassin’s Creed IV tiene mucho camino recorrido.
Y a pesar dé que de unos años para acá esta franquicia se ha convertido en un título anual, algo que ha sido altamente criticado por la fanaticada, Ubisoft ha implementado en cada entrega algo que hace que el juego se sienta distinto, pero a final de cuentas parecía ser lo mismo.
Assassin’s Creed IV: Black Flag es distinto.
En Black Flag se retoma la idea del combate naval, algo que fue introducido en la entrega pasada y que recibió una crítica muy positiva, pero en esta lo convirtió en una manera de explorar el mundo, y hay que remarcar que es sencillamente refrescante, sensacional y espectacular en algunas ocasiones, esto sin demeritar las demás mecánicas que utiliza Ubisoft para hacer aún más placentero este juego.
Assassin’s Creed IV: Black Flag es una secuela inteligente que tiene locaciones fantásticas, que hace énfasis en la libertad y es altamente divertido mientras estás explorando y cumpliendo objetivos, algo que cumple a la perfección y no se siente corto a comparación de AC: III.
Tu eres Edward Kenway, padre de Haytham Kenway y abuelo de Connor Kenway, estás en medio de la época dorada de los Piratas en 1715 y la introducción es ahora un poco más suave a comparación de juegos anteriores, sin temor alguno de caer en lo burdo con tal de que la experiencia sea la adecuada.
Esto resultaría un poco difícil de conciliar si no se hubiera puesto énfasis en la mecánica de movimiento y de combate, ya que muchos de los errores presentes en Assassin’s Creed III están más que resueltos, lo cual se agradece.
Sin embargo es aquí donde la narrativa de los juegos anteriores, que eran tramas complicadas e inteligentemente bien concebidas, junto con los temas históricos y sociales de las épocas donde se ambientaban los juegos, sufre un poco y podemos decir que es su parte más débil.
En los juegos anteriores, el combate entre Asesinos y Templarios ha tenido sus puntos de inflexión y momentos memorables; Assassin’s Creed IV está ubicado en el límite de un gran conflicto mundial. Tal vez lo que más se extrañe es a Ezio, pero Edward no es un personaje tradicional de la franquicia ya que su ausencia de lealtad está muy presente en el juego. Incluso el hecho de que la ficción de la franquicia esté presente en el juego, se siente un poco forzado y puede hacerte sentir que cada asesinato es casi igual a todos.
No importa que versión de consola decidas comprar, ten por seguro que Assassin’s Creed IV es por mucho uno de los mejores juegos visualmente hablando de este 2013. Si en los últimos juegos la calidad gráfica era sobresaliente, aquí en Assassin’s Creed IV ambientado en el Caribe tendrás amaneceres y ocasos que te quitaran el habla por unos momentos, así que podemos esperar que en las consolas de nueva generación esto sea aún más espectacular.
Las actividades en Assassin’s Creed IV están íntimamente integradas al modo principal de juego de una manera más sofisticada que en entregas previas. Regresa la cacería de Assassin’s Creed III, además de que gran parte de los materiales que recolectes o compres los utilizarás para mejorar tu protección personal.
El dinero te servirá para comprar pistolas, espadas y también mejorar tu barco. Las ciudades aún están dotadas de estar divididas por sectores y de irse desbloqueando conforme sincronices con algunos puntos altos que te darán los tradicionales blancos, misiones y más. Algo que se mejoró aquí es el hecho de que ahora cada uno de estos puntos funcionan como navegación rápida tirando a la basura el problemático sistema de las alcantarillas de versiones anteriores.
Todas las versiones de Assassin’s Creed IV tienen algún soporte para una segunda pantalla. En el Wii U usarás el GamePad, mientras que en 360 y PS3 podrás usar la Companion App que te permite convertir tu Tablet o Smartphone en un mapa, en la base de datos del animus y mucho más. Hay mucha información para ser asimilada en este juego y el hecho de poder alternar entre pantallas es más funcional que estar entrando y saliendo de los menús.
El sorprendente mundo de Assassin’s Creed IV: Black Flag te mantendrá ocupado y será algo mucho más divertido que en otro juego de la franquicia, a pesar de que la historia no es su punto fuerte. En ningún momento del tiempo que estuve jugando me sentí obligado a saltarme alguna actividad por perder tiempo u otra cosa. El simple hecho de navegar a donde yo quisiera y ver las actividades marinas que hay en el océano es algo digno de recordar. Más allá de la campaña, Black Flag nos mete en un mundo con lugares bellos que recorrer, muchos secretos que descubrir y lo más importante, muchos piratas que combatir.