La experiencia de ver “Así en la tierra como en el infierno” es muy similar a la observación de una colonoscopia en manos de un médico inexperto. Solo que en lugar de los intestinos humanos, tenemos las entrañas de la ciudad de París, en la que un pequeño grupo de “aventureros” van en busca de la legendaria Piedra Filosofal.
Su líder es Scarlett (Perdita Weeks), una erudita en la alquimia que no le importa desfigurar valiosas piezas de museo solo para encontrar la roca que se rumorea podría transformar el plomo en oro. Acompañado por un compañero sumamente manipulable (Ben Feldman) y tres “aventureros” franceses que profesan ser los maestros de las catacumbas, Scarlett (cuyos múltiples estudios y el gran conocimiento que tiene no son de gran ayuda en la selección de un suéter que cubre ambos hombros al mismo tiempo) irrumpe en el descanso de los muertos en parís.
Con una lúgubre motivación y el punto de vista de las temblorosas manos de un director de documentales apenas visto; este esfuerzo tembloroso del director John Erick Dowdle sólo aumenta en la impenetrabilidad de la trama a lo largo de la historia. Entre rugidos, sonidos de teléfono, “un topo” y derrumbes, envían al grupo en repetidas ocasiones a través de lo que parece ser el mismo pasillo estrecho y al mismo charco apestoso, gritando, agitando e intentando rebuscar en el equipaje emocional de cada personaje–algo que jamás se logra por completo-.
En el camino, la insufrible Scarlett amablemente nos da una clase de mitología, aunque con la explicación de la frase – «abandonar toda esperanza, los que entren aquí» – sería lo único que nos haría falta saber. La cinta es un intento frustrado de la combinación entre Indiana Jones, El Proyecto de la Bruja de Blair y Actividad Paranormal, algo que al inicio no parecía del todo una mala idea, sin embargo el intento por mostrarte los problemas psicológicos de cada personaje aunado al movimiento incontrolable de la cámara hacen que sea una experiencia insoportable.
Así en la tierra como en el infierno tiene una clasificación B15. Ruidos Horribles, música extraña, un horrible trabajo de cámara y moda hilarante son la combinación perfecta para una cinta que debería llegar sin escala a la pantalla de tu casa en una tarde sin nada más que hacer.
Director: John Erick Dowdle
Escritor: John Erick Dowdle y Drew Dowdle
Distribuidor: Universal Pictures
Duración: 1 hora 33 minutos
