La búsqueda de aumentar la eficiencia y de evitar caras largas en el trabajo por almuerzos perdidos en el tren llevó a la gente de la India a desarrollar un servicio llamado dabbawala que permite llevar comida de la casas de los empleados a las oficinas, de modo que uno lo recibe a la hora de comer. ¿Qué harían ustedes si un día tu almuerzo rutinario no llega y en su lugar llega un rico almuerzo de una ama de casa?

Bajo esta premisa se mueve Amor a la Carta, cinta india dirigida por Ritesh Batra y con las actuaciones de Irrfan Khan y Nimrat Kaur, el primero, por cierto, es un actor muy conocido en la industria que conocemos en este lado del mundo como Bollywood y que ha tenido participación en Occidente con las cintas Life of Pi y The Amazing Spider-Man.

Como les comentaba al inicio, un error en el eficiente servicio de comida que corre en Mumbai lleva a un veterano empleado de gobierno a recibir el delicioso almuerzo de una ama de casa. Cuando la mujer se da cuenta del error, pero nota que su receptor le gustó la comida, comienza sin querer una comunicación con el empleado mandando una carta de agradecimiento. Esto llevará a una serie de mensajes que llevarán al empleado y a la ama de casa a ver la vida de otra manera y a tener esperanza de ver cosas mejores en el futuro.

La cinta lleva trazas de comedia romática, con algunos gags que nos hacen pensar en ello como la tía de la ama de casa que me recordó a la mamá de Howard de The Big Bang Theory o el empleado nuevo que busca reemplazar al viejo contador y que es testigo de la evolución del personaje principal conforme avanza la trama y que por si sólo es gracioso pero con tonos oscuros. De hecho, hay momentos oscuros en la trama pero que ayudan a aderezar una historia de vida diaria con alegrías y tristezas. Les recomiendo que no se dejen llevar mucho por el título, suena mucho mejor su título original en inglés The Lunchbox (La Lonchera).

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Ese momento difícil cuando te das cuenta que hacer una familia no significa que no vayas a estar sola.

El ritmo de la película es buena desde el inicio, además el espectador aprende rápido muchas cosas sobre las costumbres de los indios, la inocente trama romántica que va desarrollando la historia y los problemas que trae cada uno de los personajes. No obstante, el gran problema de la cinta empieza al final, en esos momentos de «poner los pies en la tierra» vemos como la cinta tiene una caída dura a la realidad, pero que toma demasiado tiempo, haciendo del final algo muy anticlimático.

La cinta tiene un excelente trabajo de fotografía y soundtrack, fuertemente alimentado de la cultura popular india, que juega bien con el oido del público al poner tonadas populares en las canciones que niños pobres cantan en el tren y de pronto se oyen en otra parte con el artista original. Las canciones son pegajosas y de pronto sí se antojan agregrarlas a la colección, eso si, no esperen algo típico de Bollywood.

Esta cinta, como suele ocurrir con las cintas de arte, tiene presencia limitada en los cines, vale la pena verla si quieren tomarse un descanso del cine comercial, no es para nada aburrida, además de que esta cinta se sale mucho de lo que vemos habitualmente del pais asiático.

Calificación: 8