Los alemanes de Daedalic Entertainment siguen su cruzada para convertirse en los próximos maestros del point-and-click, y en esta ocasión unen fuerzas con los españoles de Nexus Games Studios para traer un juego lleno de cultura popular, una oda a las referencias de vidoejuegos, películas, y sobre todo a Clerks y ¡todo lo que a Kevin Smith le gusta!… ya lo sé, eso no suena bien, pero seamos positivos y démosle una oportunidad, pues ambos estudios son bien conocidos por las aventuras gráficas y ésta puede ser la que los catapulte a otro nivel.

Desde los primeros segundos Randal’s Monday es una oda a la cultura geek, iniciando con el vídeo que nos introduce al juego, que es un homenaje a The Twilight Zone, de un momento a otro conocemos a Randal y a sus amigos, quienes se encuentran bebiendo amenamente en un bar estilo inglés, disfrutando de la compañía y jurando que no se pondrán tan borrachos como en ocasiones anteriores, lo cual como es de esperarse no logran. Durante esa sesión de copas que poco a poco se encamina a una noche loca digna de protagonizar otro filme de The Hangover, Randal ve el anillo (que costó un dorito) que su amigo Matt le dará a su prometida y en un fallido intento de Matt por mantener su comida dentro de sí, vomita causando que su billetera con todo y anillo caiga al suelo, Randal no desaprovecha la oportunidad y recoge las cosas con la intención de devolver el anillo y la billetera pero quedándose con el dinero porque, ya saben, ser buena persona tiene un costo.

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Gamer pero nunca Nerd, Randal es un personaje más parecido a muchos geeks pues es un flojo de primera.

La mecánica de Randl’s Monday es muy similar a las demás aventura gráficas pues sus controles se basan en el point-and-click, pero tiene algunos extras que Daedalic siempre agrega a sus juegos como son el uso de algunos botones para conocer los puntos de interés, el uso de ambos botones del mouse para ver el objeto o persona y otro para interactuar, y el ya conocido inventario al que se accede con la rueda del mouse, además en esta ocasión el inventario se presenta como si fuera una revista. En cuanto a los niveles, se trata de repetir el lunes, pues Randal está atrapado en el tiempo; así pues, el capitulo uno es domingo y los demás es lunes.

La jugabilidad es bastante buena y fluida, aunque existe uno que otro bug que puede romper romper el juego, pero parece que esos errores son random pues al jugarlo me topé con un bug que rompió todo y debí reiniciar el juego y cuando volví a pasar por ese momento no se presentó el bug. Lamentablemente es en la parte de las voces y ambientación donde este juego empieza a caer, el primer problema es que Jeff Anderson, quien da voz al protagonista del juego, es mediocre y en vez de presentar a un vividor mala leche geek presenta a un flojo de primera que hasta parece que hace su trabajo por contrato, es una lástima esto, pues las otras voces sí presentan un poco más de realismo a los personajes, pero si contamos con que debemos escuchar a Randal a cada rato y le sumamos la repetitiva música que se presenta o incluso la ausencia de ésta en algunos escenarios, es muy difícil que el jugador quiera seguir la historia.

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Si no eres tan clavado, no te preocupes, poco a poco el juego comienza a perder diversión.

Poco a poco Randal’s Monday pasa de ser un buen juego con personalidad muy de los 90 con geniales referencias a un juego que secciona a los usuarios entre los que conocen bastamente la cultura geek/popular y aquellos que no son tan clavados. A mi parecer el peor error es que debes conocer mucha de la carrera de Kevin Smith pues Clerks es una de las más grandes referencias sin mencionar que muchos de los gustos y opiniones de Smith se ven.

Randals Monday es un juego que en teoría es bueno pero que al final se volverá de culto como la mayoría de los juegos de Daedalic y Nexus Games, espero que en el juego final los errores que rompen el título sean reparados, yo logré pasar los tres niveles de prueba pero la verdad espero que más adelante las referencias bajen de tono y más gente pueda entenderse o al menos que la música cambie para que no aburra al jugador.